El bandazo migratorio de Pedro Sánchez, modelo para los ultras alemanes
DANIEL J.OLLERO Madrid 29 ago. 2018 01:41
Cartel del partido ultraderechista Alternative für Deutschland celebrando las deportaciones. / EL MUNDO
- El Gobierno usa un acuerdo de 1992 para expulsar a los 116 inmigrantes que saltaron la valla de Ceuta
http://www.elmundo.es/espana/2018/08/23/5b7eb14ce5fdeaac478b45a3.html - Marlaska: "¡Les quiero fuera ya!"
http://www.elmundo.es/cronica/2018/08/27/5b8151dc468aeb861d8b45b1.html
La deportación por parte de España de los 116 inmigrantes ilegales a Marruecos en virtud de un acuerdo bilateral suscrito con el reino alauí en 1992, que tradicionalmente se ha realizado de manera puntual y en casos particulares, ha recibido inesperadas muestras de apoyo por parte de la extrema derecha europea. La celebración más contundente ha venido desde Berlín, donde Alice Weidel, la portavoz parlamentaria del partido ultraderechista Alternative für Deutschland (AfD) ha aparecido en carteles propagandísticos con la bandera española "celebrando" la devolución de los subsaharianos: "España demuestra cómo lidiar con los inmigrantes ilegales".
Para Weidel, la senda emprendida por el Ministerio del Interior, con Fernando Grande-Marlaska al mando, supone un ejemplo y una referencia a seguir en su país. "Esa fue la respuesta correcta. España ha demostrado cómo lidiar con inmigrantes ilegales que atacan a la policía y al poder estatal", sostiene.
Con casi seis millones de votos en las últimas elecciones legislativas, la AfD es una polémica formación que pasó de la oposición extraparlamentaria a convertirse en la tercera fuerza política del país en votos y escaños. Una situación que, teniendo en cuenta los pactos entre la CDU/CSU de Angela Merkel (partido conservador) y la formación socialista, SPD, de Martin Schulz hace que, de facto, la AfD actúe en ocasiones como la principal voz crítica contra el gobierno germano.
El meteórico ascenso del partido se basa en un discurso populista, nacionalista y fuertemente crítico con la inmigración y los refugiados a los que acusan de islamizar Alemania.
La mujer que aparece en los carteles celebrando la decisión del ejecutivo de Sánchez, Alice Weidel, resulta una figura controvertida, incluso dentro de su propio partido. Es lesbiana declarada pero contraria a ampliar los derechos LGTBI, ejerce un fuerte discurso antiinmigración, pero está emparejada con una suiza de origen hindú y compensa las sospechas de antisemitismo con una carrera en Goldman Sachs.
En la línea del argumentario clásico de la AfD, pidiendo mano dura frente a la inmigración, Weidel celebra la contundencia y celeridad española a la hora de devolver a Marruecos a los inmigrantes que saltaron la frontera, frente a los procesos burocráticos germanos. "La comparación entre la deportación inmediata española y las acciones tibias del Ministerio Federal del Interior [en Alemania] pone de relieve el fracaso del Estado en la política de inmigración alemana", asegura.
La líder ultraderechista reclama además que Alemania lleve a cabo acuerdos bilaterales, como el existente entre España y Marruecos, con la finalidad de reducir la presión migratoria. "Es simplemente incomprensible que Alemania, que es mucho más poderosa desde el punto de vista económico, no esté en condiciones de cerrar acuerdos de deportación con los países de origen y tránsito, mientras que España ha dispuesto aparentemente de este tipo de acuerdos desde hace décadas", afirma. «¡El gobierno federal debe finalmente hacer su tarea!», reclama.
Además, Weidel celebra el carácter propagandístico de la deportación. "Las imágenes de esta acción no perderán su efecto. El mensaje de que no vale la pena cruzar ilegalmente la frontera tiene que dar la vuelta al mundo para evitar que los guardias fronterizos arriesguen sus vidas", señala.
Una celebración a la que se ha sumado a través de su cuenta de Twitter el ministro del Interior italiano y líder de la formación ultraderechista Lega Nord, Mateo Salvini.
"Después de cruzar la frontera española en Ceuta y agredir a los oficiales de la patrulla, estos señores fueron enviados de vuelta a Marruecos gracias a un acuerdo internacional de hace 20 años. Si lo hace España, está bien, pero si lo propongo yo, entonces soy racista, fascista e inhumano", comentaba con sorna adjuntando un vídeo del salto fronterizo.
Fascinante.