Cada vez que voy en el metro oigo sus relinchantes risas, y sus formas de hablar escandalosas. Son les pixetes de Mallorque (pijas de Mallorca, aunque pueden ser de cualquier zona catalano parlante de la ciudad Condal, o de las afueras catalanoparlantes).
Es la pijicría del siglo XXI, chicas banales, de entre 18 y 25 años, generalmente altas, de entre 1,69 y 1,75, con cabellos largos y muy nutridos, en su mayoría de veces de tonos claro, y con mechas californianas de peluquería. Son niñas de papá, que no conocen el trabajo ni quieren conocerlo, abonadas a la universidad de letras de por vida y sin una clara devoción por nada en especial.
Por supuesto, visten con ropa de marca: Mango, Zara, System Action, y comunmente, durante el período invernal, pueden llevar encima hasta seis complementos. Verdaderas cebollas andantes: camisetita básica MNG, jersey Zara (en ocasiones dos), dos tipos de fulares diferentes (el fular o pañuelo no puede faltar en la vestimenta de una buena pijicría), chaquetita de cuero, bolso con capacidad para tres pagafantas, pantalones de pitillo, y, por supuesto, las botas más caras de la tienda. Ellas son así, recargadas hasta los topes. Tal cual son sus caras: nunca sabrás cuál es su aspecto real: bases y geles de 60 euros, rimmel de calidad, pestañas postizas (ahora muy de moda) pintalabios con precios insultantes, colorete, listas para salir de fiesta, perdón, para ir a clase.
Eso sí, el gimnasio, ni pisarlo "que això em fa pal". Luego, a los 30, todas con cartuchera y celulitis para dar de comer a un regimiento de cerdos, molestándote y dándote por culo todo el día como quejicas por lo fofas que están. Pero oye, nada de gimnasio, a hacer dietas milagrosas sin moverse, que Dios existe, claro que sí!
Curiosamente parece que el nombre las haya hecho tal cual: Georgina, Martina, Paula, Berta, Mariona. No verás ni una que se llame Ana, Laura o Bea, eso son nombres de pobres, y las mamis, antiguas hijas del socialismo que crecieron en plena época postfranquista, alimentándose de bocatas de nocilla, y que hoy son mujeres "de hoy" con sus cuerpos celulíticos y su bilis por no haber podido permitirse todos los lujos de una época ochentera cutre: NO ACEPTAN que la niñita de sus ojos, que es una santa, no vista con los mejores trapitos.
Son chiquillas simples, pero simples en el sentido de "ximple" (en catalán, banal, éstúpido, que carece de inteligencia y seny), pero tampoco lo necesitan, total, son altas, guapas, jovenes y no tienen que trabajar, tampoco estudiar (una cosa es que vayan a la universidad y otra muy distinta es sacar un cinco y medio en derecho). Se creen divas, y para ellas cualquiera es poco. De hecho, no intentes nada con ellas si te llamas Jóhnattan, Yerai o Jose; estás fuera de su liga. Ellas los prefieren Roger, Marc o Dídac, pijos de los que antes eran "jersey de lacoste" y ahora se dedican a romper farolas y mobiliario urbano en las salidas de las discotecas de 30 euros.
Y hablando de discotecas, ellas no son como las demás. Ellas son Sarah Jessica Parker, y, aunque la mayoria no tiene una amplia experiencia en el sexo y se ruborizan cuando les hablas de "beso negro", "bukkake" o "doble penetración" (osstiiii tiu, quin yu-yu que em dóna això jajajaja), son unas verdaderas lobas con piel de cordero, cuando las ves intentando caminar con tacones (repito, "intentando"), completamente alcoholizadas (tras medio cubata) y hablando en distintos e incomprensibls dialectos del catalán, tras haber entrado gratis como carnaza en discotecas de moda como Sutton, donde una consumición cuesta 35 euros. Y no, no viene Messi a pinchar.
Es la nueva niñata con la que tendremos que competir en las entrevistas de trabajo de las grandes multinacionales. Las chicas "la sexta" con un cinco y medio en periodismo, derecho o ADE pero que por su maquillaje y fachada de malotas (las cuales esconden campos de cultivo de neuras, manías, complejos y vergüenzas relacionadas con el físico y el amor propio) vienen dispuestas a todo. A ser "com la mare, perquè ella és el meu model a seguir", dicen.
Citando con permiso de Wolfguy (ya que me ha faltado detallar sobre los conocimientos de cultura general y temas de actualidad con esta clase de... mujer):
[...]En base de mi experiencia la mayoría son analfabetas y como saques un tema en el que no controlan ni lo mas mínimo se pierden y se aburren. Leen mierdas tipo Paulo Coelho y la vida es un cuento de Disney, que si la vida es toda muy bonita y demás parafernalia. Y no trabajan en su vida que papi ya les paga el piso, la universidad. Y si falta algo, pues a buscar amigos tontos y cobrarle pasta.
En mi opinión no congenio con ellas que no sea en la cama, les dices 4 paridas y se ríen. No las puedo tomar en serio. Imposible. Aunque están muy buenas. Luego hay casos excepcionales en las que son inteligentes, pero es una minoría, vaya.