#58 y a la misma vez no poner medidas adecuadas para securizar datos que afectan a la integridad de personas, es un incumplimiento de la ley. Siendo además los datos de tipo médico, genéticos, de ideología política, afiliación sindical, idealismo religioso, etc. que más afectan a la identidad e intimidad de las personas los más protegidos de acuerdo a todos los reglamentos de protección de datos que hay.
No estamos hablando de un simple correo electrónico o teléfono, que todos sabemos que ya de por sí que alguien tenga acceso a ellos te puede suponer inconvenientes a nivel laboral, bancario, de posible uso fraudulento de tu propia identidad, es que como ya han dicho, los propios seguros pueden tener acceso a datos que pueden hacer que cambie la relación contractual que con ellos, y literalmente joderte tu futuro, tu vida, o el de tus familiares a nivel laboral, económico y judicial, y en infinitos más aspectos que los que supone un simple email o teléfono.
Y te recuerdo que si en un seguro incumples las condiciones para las que se te ha asegurado (ejemplo: una instalación de gas mal mantenida por tu parte, que se te rompa algo de la casa con más de 10 años, o en la joyería vender en la calle sin tomar medidas de protección), ese seguro no te va a cubrir los daños causados por tu propia negligencia.
En una fuga de datos no hay ningún seguro que cubra los inconvenientes causados a las víctimas, muchas veces miles o millones de personas. A lo máximo que tienes derecho es a denunciar ante el órgano regulador en protección de datos si has sido perjudicado, y no todo el mundo tiene los conocimientos ni disponibilidad económica para lo que supone meterse en un proceso judicial, que luego además prácticamente seguro en caso de ganar, no te va a cubrir ni los gastos del proceso, ni los daños o inconvenientes causados por la exposición de tus datos, ni el tiempo perdido en el proceso. La víctima aquí es la persona que ve expuesta sus datos, no la entidad que no ha sabido tratarlos adecuadamente, y esa persona no tiene ningún tipo de "seguro" ante la exposición.
Es responsabilidad de las propias empresas o entidades llevar a cabo auditorías de seguridad tanto internas como externas, utilizar modelos de seguridad como certificaciones ISO de calidad del tratamiento de la información y de la seguridad para cumplir ese objetivo, o llevar a cabo políticas internas organizativas y de formación aplicadas a sus propias particularidades.
Cualquier empresa de tamaño medio/grande suelen tomar medidas de este tipo, pero qué casualidad que en organismos o "empresas" gubernamentales o con participación de gobiernos a algún nivel, sea donde se tienen medidas más laxas para aplicar esta securización.