No te preocupes, el ámbito laboral se clasifica en tipos de personas: los hay que tienen vocación; los hay que no; hay quien está motivado; hay quien no. Nos encontramos en un momento complicado, hace 150 años ni siquiera te preguntarías qué hacer, seguirías el empleo de tu padre, probablemente agricultor, y listo. Ante el crecimiento de la población llegó también la especialización, pero ésta no pudo abarcar la multiplicidad de individuos y, en consecuencia, muchos quedaron desarraigados ante el nuevo mundo industrial.
Probablemente no tengas vocación ni motivación. Ya somos dos. Como todavía eres un querubín tómatelo con calma y no te agobies, piénsalo bien, y tomes la decisión que tomes recuerda que todos y cada uno de nosotros acabaremos en una caja de pino, así que tampoco hay que hacer un drama.
Esto te lo digo yo y seguro que poca gente más te lo dirá -si es que te lo dice alguien más-, ni tus padres, ni tus amigos, ni probablemente tus profesores. Van a tratar de engañarte, que hagas esto, que hagas lo otro, corre que es tu futuro, como se pase fracasarás... sandeces vamos, cuanto más consultes más líos te harás en la cabeza. Te lo dice un tipo que a tu edad tenía grandes confusiones y neuras por el tema, pero gracias a leer algunos libros interesantes y toparme con un gran profesor, comprendí que había que desdramatizar la vida para vivirla, en lugar de sufrirla.
Y por el plazo no te preocupes, si no empiezas en septiembre en octubre ya lo habrán dejado algunos, los ciclos no son como el bachillerato diurno que está a reventar, hay gente que se apunta para probar y a los dos días ya no vuelven jamás. Llevo años viendo como gente de otras comunidades viene aquí tarde y se matriculan sin problema. Así que tranquilo y ánimo, tómate tu tiempo para reflexionar, no te precipites.