#1 Emponzoña que algo queda
Luis Pueyo García enero 25, 2015
http://www.colectivoburbuja.org/index.php/luis-pueyo/emponzona-que-algo-queda/
Campaña del miedo , que la economía quebraría si llegaran al poder, que nos expropiarían nuestras viviendas. Todo estaría en peligro, nuestra democracia, nuestros derechos sociales. Insensato es lo mínimo que llamarían a uno de sus votantes. Después campaña de ninguneo en sus medios públicos. Por si acaso esto no es suficiente, campaña de difamación, ellos son tan corruptos como nosotros. También, para rematar la faena, campaña del odio, son radicales, extrema izquierda comunista que quiere acabar con España y su unidad que por supuesto solo nosotros garantizamos. Guiños que recuerdan mucho a la campaña contra el Frente Popular en el 36. Es posible que todo se les acabe volviendo en contra y más de un indeciso se decida finalmente a darles un buen portazo en las narices por tanta ponzoña.
Nadie con algo de sentido común debería de extrañarse de algunas de las noticias que aparecen denigrando a Podemos, echando mierda a mansalva como arma política. Emponzoñarlo todo para confundir a todo el mundo. No defiendo incondicionalmente a esta nueva formación política. Siempre pensé en la necesidad de un cambio radical en la política española y si este viene dado de una ruptura democrática debería ser ansiado por la mayoría del pueblo español, aproximadamente esos dos tercios de la población que no es conservadora por naturaleza, la parte más innovadora y cosmopolita del país.
Ahora la campaña del miedo por parte de los de siempre resulta, como era ya previsible, feroz. Por si acaso esa campaña no acabara de cuajar, era también de esperar que comenzara la de la difamación. Difama que algo queda. Se trata de engañar al personal haciendo ver que los de Podemos, así como los del resto de formaciones minoritarias, son casta de la peor calaña. No se conforman con vendernos machaconamente que son iguales sino que pretenden instalar en la mente de muchos de los indecisos y de algún conservador asqueado de todo y que se hubiera planteado la ruptura momentánea para después, sobre las cenizas de lo que quedara, construir algo más decente, la idea de que son muchísimo peores.
Lo principal es hacer ver a la ciudadanía en general que esta gente lejos de suponer una renovación perpetuaría en España algo así como un estado de corrupción dentro de un estado generalizado de depravación moral y empobrecimiento social. No se dan cuenta de que esa es la España que nos legan sus augustas señorías e insignes periodistas pelotas “ad naudseam” con la partidocracia coronada del 78. La campaña difamatoria comenzó, si recordamos, poco después de la proclamación del rey nuevo. Y continuará hasta las elecciones generales añadiendo día a día más mierda si cabe a la cloaca nacional.
Entonces, Podemos es, según ellos, como mínimo tan corrupto como el propio partido de los sobresueldos “en diferido” porque sus líderes pertenecen a la casta universitaria. Errejón cobraba una beca y no iba a la universidad, algo que cualquiera que haya trabajado en investigación de ciencias sociales sabe que es lo habitual, puesto que los archivos hacen años que están informatizados. Que la cantidad cobrada legalmente fuera ridícula no les impide compararlo con Bárcenas o el mismísimo hombre del saco si es preciso. Es curioso como esta gente ha prostituido el concepto simbólico de casta (que no fue original de Podemos) y lo utilizan para lanzárselo a la cara al resto de la sociedad intentando penosamente que pensemos que son gente normal y trabajadora, ellos que han vivido del presupuesto durante décadas de apropiación indebida.
Monedero trabajó (¡enorme delito!) haciendo informes para otros países, entre ellos las terribles dictaduras de Venezuela y Ecuador. No importa que nuestros gobiernos hayan sido tan amigos de la teocracia totalitaria de Arabia Saudí, en donde se decapitan con sables a las mujeres adúlteras, y que el anterior jefe del estado fuese tan amigo del difunto rey Abdalá, monarca absoluto que impedía a las mujeres balancearse en columpios y conducir. Ya tenemos caso Monedero igual que el PP tiene el caso Bárcenas, por mucho que el primero ni siquiera haya cometido delito alguno. Hay que destacar, faltaría más, que estos de podemos tienen contactos con Irán, donde se cuelgan en grúas a los homosexuales o que Iglesias cobra 15.000 euros al mes y es un hipócrita porque debería de cobrar como mucho 600 euros que es lo que debe cobrar un buen español y votante del PP, faltaría más. Que sea eurodiputado y renuncie a parte de sus emolumentos para dedicarlos a otros menesteres que no le reportan beneficios les importa un bledo. Es algo que ellos no pueden entender en su infinita depredación moral y material.
El colmo de esta campaña es la utilización del caso de Tania Sánchez, líder de Izquierda Unida de Madrid. No les importa que sea de otro partido. Lo importante es que es la pareja de Pablo Iglesias. Cualquier irregularidad que haya podido cometer hace 6 o 7 años, cuando era concejala de Rivas, aparece ahora como caso supremo de la corrupción de Podemos, partido que les recuerdo que acaba de cumplir un año, es decir, que ni siquiera había nacido. Pero eso les da igual.
Obviamente Podemos cometerá errores pero no estaría de más que, con objeto de comparar cosas iguales, esperaran al menos que estuviera en el poder en algún sitio. Es extraño que quien lleva décadas mangoneando y expoliando a la ciudadanía, sin asumir ni un solo error propio, sin exigir un mínimo de moralidad a los suyos (ellos que se suponen católicos) pida explicaciones a una formación que todavía no ha tocado poder. Afirman que si ya son corruptos antes de llegar al gobierno cuando estén en el poder el latrocinio será poco menos que generalizado. Dicho por sus bocas rebosantes de inmundicia y hedor resulta casi de esquizofrenia paranoide.
Obviamente esa campaña primero de ninguneo, después de miedo y finalmente de difamación ( de la que se aprovechan también algunos partidos pequeños que, sabedores de que no van a ser escrutados por el poder, aprovechan para medrar en la confusión) tendrá sus resultados y Podemos tocará techo e incluso es posible que se acabe desinflando en buena medida. Syriza tampoco ganó las primeras elecciones a las que se presentó y también fue objeto de campañas orquestadas. Mucha gente desconfiará de Podemos, algo muy saludable en toda democracia que se precie y la castuza habrá logrado su objetivo: un parlamento fragmentado en la izquierda que les permita seguir gobernando aunque sea en minoría. Olvidan que sus propias huestes se están desfondando por la corrupción y que parte de su voto ideológico va a ir a partidos pequeños, algunos de extrema derecha. El escenario podría ser de una enorme inestabilidad lo que podría conducir a unas elecciones anticipadas a corto plazo y de paso catapultar a nuestra particular Syriza a la mayoría absoluta, siendo lo más probable que el PSOE quedase relegado a mero partido bisagra, a uno más de los particularismos andaluces.
Pero, de momento, emponzoña que algo queda.