No entiendo los espantos de profanos y no profanos por detener a alguien posiblemente implicado (Ledezma) en un intento de golpe de estado contra una DEMOCRACIA (sí, le pese a quien le pese). Aquí un servidor no hace ni defensa ni crítica contra Venezuela, pero, siendo justos, es claro que tenemos importantes potencias y personalidades queriendo que Venezuela acabe como la Chile de Allende (también elegida democráticamente, mal que les pese a otros tantos); y son los de siempre, por más que se me tache de "conspiranoico" por decirlo.
Demasiados/as hay aún que se fijan en el árbol sin ver el bosque podrido restante. Sobre el tablero mundial se está librando una lucha geopolítica, y el que crea que esto es una cuestión puramente regional o nacional se equivoca. Europa del este, África, Oriente Medio o Sudamérica son campos abiertos de guerras entre potencias, de guerras entre ideologías y formas de ver el mundo. Por supuesto Europa occidental o EEUU también son campos de batalla, pero es esta una batalla más sutil, más mental y psicológica (al menos por ahora); es una batalla plasmada en detalles como el del ultimo titular de ABC (por poner un ejemplo), pues la misma mass media colabora con el sistema y con el condicionamiento mental.
Si volvemos algo más atrás vemos que, desde la caída del muro de Berlín y de la URSS hay, por desgracia, una cultura de masas que ha encontrado todas las facilidades para expandirse e imponerse a nivel mundial sin control alguno. Quedando aún algunos territorios fuera de su jurisdicción, es evidente el consecuente interés de seguir fagocitando hasta estandarizar y conglomerar al ser humano medio.
La globalización ha permitido acelerar este proceso de forma dramática, desplazando y marginando a regiones, naciones o pueblos NO productivos a nivel puramente económico. Tenemos aquí un claro y preocupante interés porque el mundo diga SI o NO al unísono, sin análisis alguno, y eso sí que es preocupante.
Contra este atentado que se perpetúa a diario sobre la raza humana nos queda, en principio, la lucha también diaria a través de la educación y la cultura, desterrar el miedo y guardar por siempre la mente analítica, crítica contra la verdad absoluta que desciende desde arriba, impregnando los poros de toda la estructura societaria hasta crear poco menos que zombies consumidores de cultura basura.
No es cuestión de rojo / azul, y, aún considerándome totalmente de izquierdas. Nadie nos va a traer la salvación, olvidáos de mesías y héroes, porque aquí el salvador es cada uno de nosotros/as en el día a día, ejerciendo nuestra capacidad de pensamiento libre y defensa de la raza humana, siendo CONSECUENTES con lo que pensamos, predicando con la acción, con el cambio en nuestro entorno. La transformación social parte del ente individual, y se expande como un virus (bendito virus, en este caso), abarcando grupos cada vez más numerosos, acabando por ser una transformación comunitaria formada por entes libres y autónomos. Hoy más que nunca debemos hacerlo, porque no pasarán esos que pretenden que el humano sea una cifra al margen.
PD: Que a gusto me he quedado!