«Lo que sea para que Juan sea alcalde»
El PSOE agota la campaña radicalizado y comido por los nervios. En el mitin de anoche, Moriña eclipsó a Espadas y Bono lanzando un mensaje diáfano: «Si el PP pudiera fusilaría a todos los socialistas»
Conforme se acerca la cita con las urnas , la perspectiva de un pacto con IU como única manera de retener el poder se hace cada vez más patente en las filas socialistas. Estaba en las estrategias, en los corrillos, en la lectura de los sondeos... y ahora ya copa buena parte de los propios mensajes del candidato, Juan Espadas, que ayer realizó una encendida defensa «jurídica» de Antonio Rodrigo Torrijos a causa de su imputación. «Lo que sea para que Juan sea alcalde», recalcaba hace unos días uno de los máximos responsables del PSOE sevillano cuando se le preguntaba por una reedición de la coalición que lidera la capital andaluza desde 2003 y el posible lastre que supone el abrazo con una de las facciones más radicales del Partido Comunista, la de Sevilla. «Lo que sea». Pues eso. Y no se incluye solo el pacto en ese «lo que sea». Había también que echar mano al voto del miedo, a los fantasmas y hasta a los ataques más furibundos al oponente.
Y es que el PSOE intenta evitar un descalabro mayúsculo al que los estudios demoscópicos apuntan, de ahí el nerviosismo creciente y la desesperada petición de voto que los socialistas vienen haciendo. La tensión provocó que el mismo Espadas admitiera el lunes en el mitin junto a Zapatero que sus estudios indican que el PP está unos mil votos por encima de la mayoría absoluta. Así tiene que estar la cosa. Lo de anoche en el Parque de los Perdigones fue bastante peor y más grave. Estaba anunciado nuevo mitin de Espadas, esta vez arropado por el presidente del Congreso, José Bono, pero ambos quedaron eclipsados por una desafortunadísima frase de Alberto Moriña, miembro de la candidatura socialista y actualmente concejal. Enardecido, lanzado a un discurso simplista y cargado de viejos clichés contra «la derechona», el edil del Ayuntamiento de Sevilla gritó a los compañeros y simpatizantes que acudían al acto que «si el PP pudiera fusilaría a todos los socialistas». Así, sin anestesia.
La metedura de pata de Moriña —que ya viene equivocándose en los últimos meses con las notas de prensa como portavoz municipal del PSOE— provocó hasta que un buen número de sus propios compañeros de partido murmuraran de forma evidente. «Se ha pasado, se ha pasado....», decía alguno mientras el orador continuaba con sus ataques a la oposición. Hasta que fue interrumpido por... el propio alcalde. Alfredo Sánchez Monteseirín, que seguía el mitin en primera fila, había hecho alguna indicación a Moriña que éste acabó recibiendo hasta detener su discurso. «Fusilar políticamente, Alfredo, políticamente, que yo soy un hombre de paz...», indicó Moriña a Monteseirín. Enemigos internos. Anoche, más.
Así, la alocución de Espadas quedó sujeta a un tono algo más comedido para no acabar destrozando el supuesto carácter constructivo del acto, resaltando el «pedazo de campaña que está haciendo el PSOE, con los ciudadamos y no desde la oposición, que es lo más fácil, diciendo que no a todo. El PP ha falseado la realidad, algo que ha calado en muchos vecinos». Bono, por su parte, instó a Espadas a «no consentir que le quiten al PSOE la bandera de Sevilla», incidiendo en ese argumento defensivo que el partido mantiene en las últimas semanas. También el presidente del Congreso tiró de manidas y añejas proclamas recalcando que «Sevilla no habría sido la primera ciudad española a la que llegara el AVE hace 20 años si no hubiera habido un gobierno socialista».
Por la mañana, el aspirante del PSOE tenía que aludir de nuevo a la cuestión del previsible pacto con IU en un coloquio con universitarios, enfocándose las preguntas por la imputación que pesa sobre el candidato de esa formación por el «caso Mercasevilla». Espadas intentó trasladar una posición de firmeza, asegurando que no hay alianza previa («Iremos con nuestro programa por delante, y si no me pongo de acuerdo con IU, no seré alcalde»), pero le duró poco, pasando a recalcar la «indefensión» de Torrijos por estar imputado sin ser citado durante semanas. Mientras, Torrijos se paseaba en bicicleta con el coordinador general de su partido, Cayo Lara, que vino a Sevilla para advertir que «la derecha ladrillera no pasará». Otra oda política al ecopacifismo.
http://www.abcdesevilla.es/20110518/sevilla/sevi-para-juan-alcalde-201105172324.html
El número 5 del PSOE de Sevilla, junto a Bono y Espadas suelta semejante salvajada y se queda tan pancho, asi les va, tratando de ganar votos metiendo mierda hasta límites insospechados