Ahora Madrid consigue con las funerarias su primera empresa remunicipalizada
Los votos de Ahora Madrid y del PSOE han permitido al equipo de Carmena, en el pleno del Ayuntamiento celebrado hoy, aprobar la creación de la nueva empresa pública que desde el 16 de septiembre -un día después de terminar la concesión- sustituirá a la Empresa Mixta de Servicios Funerarios de Madrid (EMSF), participada por la corporación (51 %) y por el grupo Funespaña (49 %).
La propuesta de crear una empresa con capital enteramente público ha sido aprobada tras el rechazo de una enmienda a la totalidad presentada por el PP y tras la aprobación -con el voto de calidad de la alcaldesa, ante la ausencia de la concejal Romy Arce, de Ahora Madrid- de cuatro enmiendas que serán añadidas al texto final.
El pasado día 19, Ahora Madrid y el PSOE ya aprobaron en la comisión conjunta de Salud, Seguridad y Emergencias y de Economía y Hacienda el dictamen previo a la propuesta de creación de la nueva 'Empresa Municipal de Servicios Funerarios y Cementerios de Madrid, Sociedad Anónima', con la que el Ayuntamiento gestionará los catorce cementerios de Madrid, dos tanatorios y dos crematorios.
En el debate, que ha tenido momentos álgidos por el cruce de acusaciones, el PP y Ciudadanos han coincidido al criticar la vuelta a la gestión pública de los servicios funerarios y le han augurado "fracaso inexorable" a la iniciativa municipal.
La concejal del PP Inmaculada Sanz ha defendido, en contra de la opinión del Ayuntamiento, que las infraestructuras, cementerios, tanatorios, están en buen estado en la actualidad, y que la empresa actual cuenta con los medios técnicos apropiados para ofrecer un buen servicio a la ciudad.
Sanz, quien ha insistido en que el resultado de la municipalización "puede ser un fracaso estrepitoso", ha afirmado que la empresa actual, que da beneficios y satisface a los usuarios, ha invertido más de 70 millones de euros.
Por parte de Ciudadanos, la concejal Silvia Saavedra, que ha insistido en que la empresa actual funciona bien y tiene una "posición de referencia" en el servicio funerario madrileño, ha recordado que en la otra etapa en que la empresa fue pública "arrojó pérdidas y por eso se tuvo que buscar un socio privado".
Saavedra ha manifestado su convencimiento de que Ahora Madrid ha hecho "las cuentas de la lechera" con la remunicipalización del servicio sin tener en cuenta, ha dicho, factores como que los madrileños tienen seguros y al fallecer van a funerarias de sus aseguradoras, que suelen estar vinculadas a empresas privadas.
El socialista Ramón Silva ha defendido el proyecto del Ayuntamiento por considerar que el modelo actual "no ha funcionado", que ha perdido cuota de mercado y que "si es valorada bien por los ciudadanos se debe más a sus trabajadores que a sus directivos".
Silva ha recordado que la creación de la empresa mixta fue objeto de investigación y sentencias judiciales y que supuso un "fraude" que generó gasto para las arcas públicas.
El concejal de Economía y Hacienda, Carlos Sánchez Mato, ha lamentado los malos augurios de la oposición, aunque ha añadido que "si sale bien será bueno para los madrileños".
Y ha explicado que la nueva empresa pública, que subroga a los 529 trabajadores actuales, obtendrá más beneficios al no tener que abonar al socio privado el canon de gestión del 20 % de los beneficios antes de impuestos.
La EMSF fue creada hace 50 años y privatizada parcialmente por un periodo de 50 años en 1992, cuando el 49 % de las acciones quedaron en manos de Funespaña a cambio de 100 pesetas por la condonación de la deuda que la empresa municipal tenía con el Ayuntamiento. EFE
¿Por qué cambiar algo que funciona bien? Este es el argumento que esgrimen Partido Popular y Ciudadanos en Madrid cuando el Ayuntamiento ha decidido la remunicipalización de los servicios funerarios de Madrid. Consideran que el servicio prestado de forma directa por el Ayuntamiento terminará siendo deficitario e insolvente. La memoria es frágil y los argumentos que esgrimen, interesados; y por eso merece la pena explicar a los madrileños lo ocurrido y explicar la alternativa de Ahora Madrid a la gestión realizada por anteriores equipos de gobierno.
En 1966, el Ayuntamiento de Madrid creó la Empresa Mixta de Servicios Funerarios (EMSF), a través de la cual pasó a gestionar de forma directa los servicios funerarios y los cementerios de la ciudad. Entre 1985 y 1992, la empresa pública llevó a cabo importantes inversiones, de casi 10.000 millones de pesetas (unos 60 millones de euros), entre las que destacan el Tanatorio y el Cementerio Sur, la recuperación del Pórtico de la Almudena y la construcción de un número muy elevado de unidades de enterramiento. Justo después de la finalización de esas inversiones se privatizó el 49% de la sociedad, que pasó a manos de la empresa privada Funespaña por 100 pesetas (60 céntimos de euro), haciéndose con la totalidad de la gestión. En 2008, la Audiencia de Madrid señaló que la operación se pudo hacer en las condiciones citadas gracias a la influencia de los beneficiarios en el Ayuntamiento de Madrid. La sentencia concluía que Funespaña debió pagar 1.236 millones de pesetas "si se hubieran hecho los controles necesarios”.
La empresa mixta estuvo comprando a la empresa particular de uno de sus ejecutivos ataúdes ecológicos y urnas funerarias sin publicidad ni concurrencia
Se cambió así el modelo de gestión del servicio público, desde un modelo de gestión directa (mediante sociedad de capital íntegramente municipal) a uno de gestión indirecta (a través de sociedad mixta, con un 51% municipal y un 49% privado). Tan solo unas semanas después de la privatización parcial, el primer teniente de alcalde de Madrid Luis María Huete (PP) propuso la condonación de la deuda que mantenía con el Ayuntamiento (13,6 millones). Dos años más tarde, la empresa arrojaba unos beneficios de seis millones de euros. El Tribunal Supremo le condenó a dos años de inhabilitación por prevaricación, y también al expresidente de Funespaña José Ignacio Rodrigo al pago de una multa que asciende a 3,7 millones de euros como cómplice responsable de un delito consumado de prevaricación y autor de otro delito consumado de tráfico de influencias.
En contra de lo que afirma la gerencia de la EMSF en el libro que ha publicado por su cuenta, parece evidente que la privatización estuvo plagada de irregularidades, pero si alguien piensa que la gestión posterior puede hacer olvidar el origen, se equivoca completamente.
No parece que hubiera un adecuado funcionamiento cuando, durante 15 años, la empresa mixta estuvo comprando a la empresa particular de uno de sus altos ejecutivos ataúdes ecológicos y urnas funerarias sin publicidad ni concurrencia. La Fiscalía lo denunció a final de 2012, al ver indicios de prevaricación en las compras, que entre 2003 y 2014 suman 2,4 millones en ataúdes y 203.000 euros en urnas. Un informe de 2012 de la Intervención General del Ayuntamiento dejó bien claro que “no consta o no queda debidamente acreditado que la EMSF cumpliera los principios de publicidad, concurrencia, transparencia y objetividad en los contratos”. Para completar estas historias para no dormir, no podía faltar una relación con la presunta financiación ilegal del Partido Popular. Durante la instrucción del caso Gürtel, el juez Ruz implicó al exgerente de la EMSF Francisco Yáñez, ya fallecido, en la compra de acciones de 'Libertad digital' con dinero B del partido. Según un auto de Ruz, "Yáñez compró un total de 1.100 acciones por valor de 121.000 euros con fondos procedentes de la caja B del Partido Popular", señalándole también como testaferro de Luis Bárcenas.
Parece que el truculento tránsito no les basta ni al Partido Popular, que dice haber entendido el mensaje de malas prácticas del pasado, ni tampoco a Ciudadanos.
El socio privado recibiría el pago de los dividendos por el 49% de las acciones y tendría derecho a un canon de gestión del 20% de los beneficios antes de impuestos
Para completar lo ocurrido, la gente tiene derecho a saber que en el contrato que permitió la privatización, quedó fijado que el socio privado no solo recibiría el pago de los dividendos por la posesión del 49% de las acciones, sino que tendría derecho a cobrar cada año un canon de gestión del 20% de los beneficios de la EMSF antes de impuestos. Los beneficios obtenidos por la empresa privada desde 1993 vía dividendos y vía canon han superado los 65 millones de euros. Puesto que la inversión del socio privado fue de 1,2 millones de euros, su rentabilidad ha sido extraordinaria. Está claro que ha sido un negocio seguro y rentable para el socio privado que solamente es posible si va unido al elevado coste público que le supone al Ayuntamiento de Madrid mantener este modelo de gestión. Porque mientras recibía dividendos y el canon por gestión, el socio privado no se ocupó del adecuado mantenimiento de los cementerios y del resto de infraestructuras de la empresa mixta. Un reciente informe, solicitado en la época de Ana Botella, realizado por una empresa privada a petición del Área de Seguridad, Salud y Emergencias del Ayuntamiento de Madrid y supervisado por la Dirección General de Patrimonio del Área de Economía y Hacienda, ha revelado un déficit de inversiones por valor de 23,8 millones de euros. En definitiva, un gran negocio que ha precisado para ser excelente de la no realización de las obras necesarias a las que el concesionario estaba obligado. ¿Es esta una buena gestión y por la que presumen Partido Popular y Ciudadanos?
Para el actual equipo de gobierno, no. Y por eso ha decidido recuperar la gestión directa de los servicios funerarios, creando una empresa de titularidad 100% municipal. En los estatutos de la EMSF, quedó fijado que la sociedad tendría una duración de 50 años desde su fundación, por lo que se extinguirá el 15 de septiembre de 2016, transfiriéndose todos los activos y pasivos al Ayuntamiento, sin que se tenga que abonar indemnización alguna al socio privado. La remunicipalización de la que hasta ahora era una sociedad mixta supone una ventaja económica clara. En primer lugar, se dejará de destinar la mitad de los beneficios a pagar dividendos al socio privado. En segundo lugar, se dejará de pagar al socio privado el canon de gestión, que ha operado como un dividendo mínimo obligatorio fijado en un 20% de los beneficios antes de impuestos. En tercer lugar, gracias a la nueva naturaleza pública de la sociedad, podrá tener bonificaciones en el Impuesto de Sociedades y el Impuesto de Bienes Inmuebles, logrando así un ahorro notable. En cuarto y último lugar, permite orientar la gestión atendiendo a criterios sociales, de eficiencia y de sostenibilidad financiera y desvinculándola de la maximización de beneficios para la parte privada, como ocurría hasta ahora.
La remunicipalización de la que hasta ahora era una sociedad mixta supone una ventaja económica clara
Ante los oscuros vaticinios de PP y Ciudadanos, que auguran que el servicio comenzará a ser deficitario simplemente por ser gestionado de forma directa por el Ayuntamiento, es necesario indicar que una actividad que ha sobrevivido mientras entregaba al socio privado tres millones de euros de media cada año difícilmente dejará de ser rentable precisamente cuando no exista esa obligación de pago. Nada en el mercado hace pensar que la actividad realizada por la empresa EMFS vaya a cambiar con la remunicipalización. El Ayuntamiento ha elaborado un extenso estudio de 142 páginas en el que se analiza con detalle la situación actual de la demanda y oferta de los servicios funerarios en Madrid, así como la previsible evolución de ambos elementos, y todo apunta a que la actividad continuará prácticamente igual, independientemente de si el gestor es público o privado. Los servicios funerarios de Madrid configuran un sector de demanda segura y estable, dado que el número de fallecidos en Madrid se sitúa en torno a los 25.000 anuales y no hay factores demográficos que permitan prever una caída. En consecuencia, los ingresos de la empresa han sido siempre muy estables. En este contexto de demanda, los ingresos futuros de la nueva empresa municipal dependerán de la evolución de su cuota de mercado y de la evolución de sus precios.
En relación a la cuota de mercado, no se percibe riesgo de entrada de nuevos oferentes, ya que en el sector de servicios funerarios de Madrid hay exceso de capacidad instalada en tanatorios. Sería muy difícil que la EMSF perdiese cuota de mercado (ahora, del 44%) frente a los competidores actuales, porque sus tanatorios constituyen activos muy conocidos por los madrileños y madrileñas, con claras ventajas en términos de localización e imagen, y porque la calidad del servicio que presta EMSF en sus tanatorios es bastante elevada, tal y como se constata en las encuestas de satisfacción que se realizan a los usuarios. En estas condiciones, no parece probable que, de mantener la empresa municipal los precios y la calidad del servicio que presta, el cambio de titularidad a una empresa 100% municipal vaya a suponer un riesgo de caída en la demanda de los servicios por parte de las empresas aseguradoras. Precisamente por ello, el citado estudio concluye afirmando que la empresa es rentable y viable y lo seguirá siendo con toda probabilidad, manteniendo incluso suficiente capacidad financiera para mantener un nivel de inversiones recurrentes en activos por un importe de cuatro millones de euros anuales sin tener que recurrir a endeudamiento. La tesorería de la nueva sociedad crecerá cada año hasta 2025, a una media de 2,7 millones de euros cada año después de hacer frente a todos los pagos de explotación y a los de las inversiones.
Se trata de garantizar un proceso digno de despedida a toda la población, un modelo de gestión que garantice, defienda y proteja los servicios funerarios
El criterio económico no es el único que debe imperar a la hora de gestionar un servicio público tan básico de carácter esencial y social como son los servicios funerarios. El usuario de estos servicios se encuentra bastante desprotegido, ante una situación muy dolorosa, de posible bloqueo, en una toma de decisión de consumo que normalmente es adoptada con mucha rapidez y sin demasiado margen para valorar la opción que mejor se adecua a sus preferencias y condiciones económicas. Un operador público, menos condicionado que los competidores por la maximización del beneficio, puede garantizar la prestación del servicio a todos los ciudadanos y ciudadanas de Madrid independientemente de sus ingresos, adecuar los precios a la realidad económico-social de la ciudadanía, asegurar una correcta información sobre precios y tarifas y servicios prestados, y asumir con mayores garantías que otros los riesgos en la prestación de servicios funerarios de carácter social. Se trata de garantizar un proceso digno de despedida a toda la población y de cuidar lo mejor posible a las familias. Por eso, pondremos en marcha un modelo de gestión que garantice, defienda y proteja los servicios funerarios para toda la ciudadanía de Madrid.
No escatimaremos esfuerzos en alcanzar un modelo de gestión pública alejado de intereses económicos y especulativos y que permita una despedida de los seres queridos respetando las singularidades y la diversidad cultural de nuestra sociedad.
RPV: hace 30 años el PP vendió la mitad de las participaciones de las funerarias de Madrid que funcionaban perfectamente a una entidad privada por 100 pesetas, cuando debió pagar muchisimo mas por ellas, Ahora Madrid lo va a "nacionalizar" y el PP y C's dicen que mejor privado.