Hola amigos, no suelo postear mucho por este sub-foro, pero mis amigos de MV me lo han recomendado después de que les contase mi situación vía mensajería instantánea.
Veréis, el viernes-noche, como cualquier otro viernes, nos juntamos los colegas para dar 1 vuelta y tomar algo o fumarnos algún porrillo en algún parque del barrio. El caso es que por razones del destino, quizás por cambiar de aires o hacer algo diferente, terminamos en un burdel. El caso es que ninguno llevábamos idea de subirnos a una habitación con alguna meretriz, simplemente aquel burdel lo teníamos como una discoteca un tanto diferente. Pagas por la entrada, te dan una consumición, hay música techno, barras con mujeres haciendo strip-tease continuamente y como extra, el tema de las prostitutas (Como veréis fueron muchas las razones de insistencia que dieron mis amigos, ya que yo llevo 1 de los 2 coches del grupo). El caso es que allí estábamos, bebiéndonos un cubata bajo los pezones erectos de una morena despampanante. La verdad es que aquello era un cachondeo y una situación algo incómoda entre nosotros, risitas, codazos, señales de mira a esa ... en resumen, más de uno empezaba a calentarse con el tema.
Las visitas al urinario eran contínuas, pero afortunadamente de un corto periodo de tiempo, lo que deja de lado: la masturbación, el consumo de drogas duras.
Total, no tenía interés en acostarme con ninguna de aquellas rameras que venían de dos en dos para presentarse y quizás cazarnos.
A medida que pasaban los minutos, aquello me iba agobiando más, hasta que la vi ... si hubiese un Dios y se dedicara a la venta de su cuerpo, sería ella el centro de mi fe. Una guapísima rubia de ojos turquesa y un habla peculiar (no dominaba el castellano a la perfección pero era suficiente). Se llamaba Diana y sé que me dijo el nombre de su pueblo entre risas, pero después de que yo repitiese con cara de incrédulo: ¿¡DE DÓNDE!?, me dijo que de Rusia (Para sacarse de un apuro y evitarse explicar donde se situaba su aldea).
Total, que me había impactado aquella fulana y después de invitarla a un refresco de naranja ella mismo, tras coger mi mano, me invitó a seguirla a aquellas escaleras alumbradas con bombillas rojas. Pagué a una especie de gorila que tenía gafas de sol dentro del mismo burdel y subimos a una habitación.
Podéis imaginar como siguió la cosa, por lo que narraré el final, después del coito seguimos hablando mientras le ofrecía un pitillo mentolado, ando algo mal de la salud. Me contó su llegada al país, su hermana que no sabía nada de ella desde que las separaron en un club de carretera situado en Murcia, sus ideas de futuro ... me conmovió y fui comprendiendo que no sólo me había impactado su físico sino que además me estaba, como explicaros, "entrando" por mi interior. Me pidió una cadena de oro, que me regalaron en la comunión, pone mi nombre y la fecha de tan emotivo acto, y se la di para que me recordara.
Le prometí que volvería a verla cuando pudiese, le di mi móvil, ella me dijo que no tenía pero que me llamaría desde la cabina de su puesto de trabajo.
Y no sé, aquí estoy, domingo, ayer pensé en volver pero no quiero agobiarla, no sé que hacer, estoy pillado realmente y mis amigos sólo me repiten que estoy loco. ¿Qué puedo hacer gente?
Gracias, saludos y perdonad por el tostón.