Pues eso, hoy se ha derogado definitivamente el artículo que, entre otras cosas, criminalizaba el uso de la coacción para evitar a los "esquiroles", es decir a los trabajadores que no se adherían a la huelga,
Lo que se deroga, exactamente, es esto:
Quienes actuando en grupo o individualmente, pero de acuerdo con otros, coaccionen a otras personas a iniciar o continuar una huelga, serán castigados con la pena de prisión de un año y nueve meses hasta tres años o con la pena de multa de dieciocho meses a veinticuatro meses.
https://noticias.juridicas.com/base_datos/Penal/lo10-1995.l2t15.html
Traigo esto porque siempre me ha parecido un debate muy interesante, ¿hasta qué punto puede considerarse un derecho algo que coarta el derecho de un tercero? ¿Es inmoral ejercer tu derecho al trabajo por encima del de la huelga? ¿Si lo es, justifica entonces la coacción, llegando esta a poder ser de naturaleza física?
Por parte de los que defienden esto entiendo algo de su punto de vista. Ciertamente parece muy hipócrita e injusto que si la huelga tiene éxito, los esquiroles se acaben beneficiando del trato que han conseguido los huelgistas. Instintivamente cierto rechazo ante la coacción y el concepto de piquete, pero también reconozco el comportamiento parasitario de estos trabajadores.