Por Asimov666 (Gracias )
La forma de hacer publicidad es la que determina el tipo de comprador.
Si hay algo que tienen en común las páginas web iniciales de las más reconocidas salas de póquer es que tratan de que sus lectores asocien al juego y a las estrategias involucradas como algo sumamente sencillo. Casi en todas podemos encontrar un enlace a las reglas de juego o hacia algunos consejos básicos de cómo jugar. En algunos casos dicha sencillez es algo exagerada llegando a publicar cosas como esta a tan sólo dos clicks de la portada:
“Tip 3 ¿No coinciden? Si sus cartas no coinciden con ninguna de las cartas comunes, retírese cuando otro jugador apueste.”
No me malinterpreten, en realidad no estoy criticando estos mecanismos de hacer publicidad, al fin y al cabo los entiendo a la perfección ya que estoy convencido que nadie mejor que ellos saben de su mercado y conocen los métodos más efectivos de vender sus servicios a sus futuros clientes, llámense jugadores en este caso.
Por otro lado, esta sencillez contrasta casi contradictoriamente con lo especializados que se han vuelto los sitios como foros, portales, web de entrenamientos o revistas, en las cuales el contenido sobre estrategias ha dejado a un lado el tema de póquer para principiantes centrándose en temas más “de moda” como análisis de rangos de las manos de los rivales, cálculos de equity o herramientas de ayuda informáticas, que aunque pueden ser muy importantes para el juego de un jugador habitual causan el efecto colateral de generar una barrera psicológica para las personas que están apenas considerando realizar su primer depósito. Para ellos la imagen de un juego fácil desaparece por completo e incluso puede eliminar de raíz su interés de abrir la cuenta.
Este paralelismo crea un fuego cruzado a nivel de marketing que hay que prestarle atención, salas de póquer y afiliados buscan lo mismo, conseguir más jugadores. Cada quien lo hace entregando la información más pertinente a quienes consideran su público objetivo, pero en un mundo tan globalizado y con la facilidad de acceso a Internet la información no siempre llega a quien queremos que llegue.
El fenómeno de desinterés por exceso de información o por complejidad no sólo lo encontramos en el denominado ciberespacio. Como experiencia personal y algo anecdótica tengo por contarles que algunas personas que conozco me han dado a entender que han desistido de jugar el póquer debido a que no creen tener las habilidades necesarias para ser ganadores. Lo que más me llama la atención es que antes, cuando asumían que era un juego donde el azar dictaba el 70% de los resultados, nadie les podía quitar de la cabeza el querer probar su suerte en las mesas. Finalmente cambiaron totalmente su perspectiva luego de una larga charla donde les expliqué el tema de las posiciones, manos iniciales, ilustración del Poker Tracker, les recomendé algunos blogs, libros, en fin, reconozco mi gran error al hablarle demasiado a alguien que apenas quiere empezar. A la fecha de hoy ninguno de ellos ni siquiera es un jugador de micro-límites y pensándolo bien, talvez ni yo estaría jugando actualmente si me hubiesen dicho tanto en escasas 2 horas.
El punto es que hoy en día existe muchísima gente, sobre todo los jugadores de póquer habituales, tratando por todos los medios de que su profesión sea aceptada por la sociedad como un trabajo más, que no tengan prejuicios contra ellos y dando evidencias de que en este juego gana el más inteligente y disciplinado y no el de mejor suerte, incluso tratan de compararlo con un deporte o con el ajedrez ¿pero se habrán preguntado a que precio?
De algo estoy seguro, muy pocas personas de un nivel amateur se atreverían a gamblear jugando ajedrez en un torneo de gran envergadura por la sencilla razón de que ya se sabe, casi por cultura general, que es un juego de 100% habilidad y pocos quieren jugarse su dinero contra profesionales cuando tienen pocas probabilidades de éxito tanto a corto como a largo plazo.
El gran precio que pagaremos el día que mundialmente todos y absolutamente todos perciban el póquer como un juego de habilidad es que abundarán los jugadores inteligentes y escasearán los donantes. Sí, de todos esos que hacían sus continuos depósitos maldiciendo su mala suerte ahora algunos dirán:
“Ya veo que no es mentira lo que decían todos, tendré que empezar a estudiar si en realidad quiero ganar”.
Y como muchos no tienen la disciplina para estudiar, mejor se dedicarán a otra cosa. Aclaro que no estoy diciendo que los gamblers vayan a dejar de existir, ese es un comportamiento humano de muchas personas que no va a desaparecer de la noche a la mañana, lo que estoy afirmando es que disminuirán en proporción.
Con este artículo no quiero desmotivar a las personas que estén pensando abrir su primera cuenta en una sala diciéndoles que el póquer es un juego muy complicado, es más, por experiencia propia sé que batir los niveles bajos y sacar un sobresueldo de cuenta del póquer es hoy por hoy una tarea relativamente sencilla con unos conocimientos básicos pero claros sobre el juego. Mi reflexión va es hacia las personas que defienden a capa y espada el juego como una batalla entre el mejor estratega, ten mucho cuidado en lo que deseas, todo tiene sus consecuencias y el que en los niveles altos sea mas difícil ganar no es sólo porque las apuestas sean más altas.
¿Sigues deseando que como jugador de póquer te vean como un profesional o te da lo mismo lo que piensen los demás desde que no falten los suficientes donantes en tus mesas que te costean tus lujos?
Luego de escribir esto ni yo mismo sé que pensar .
RPV: Os lo leeis =)