No os olvidéis de los pobres conductores que nos topamos con un animal en la carretera. Yo ya he atropellado dos perros, uno vete tú a saber cómo quedó, otro muerto en el acto y aparte dos que pude esquivar y no me maté de milagro.
El primero que atropellé salio rebotado 30 metros delante del coche, casi lo atropello por segunda vez, pero el pobre aún se levantó y huyó de mi a pesar de intentar cogerlo. Debió pensar que quería rematarlo
El segundo fue de noche, en un cambio de rasante a 100 por hora y en el coche de mi padre que no sé porque cojones tenía las luces tan bajas. El pobre animal salió volando. Y el coche abollado el capó, roto el cristal izquierdo delantero, cambiar la rejilla del radiador... 300 € la broma
Y los otros dos tuve que dar un volantazo, pero en una de estas veces me rocé con el quitamiedos de cinc, así que no veas que gracia me hizo la factura del chapista...
Los que abandonan animales, sea en la carretera o no, son unos hijos de puta. Primero porque se suelen encaprichar ellos (o sus hijos) del animalito cuando no pueden hacerlo, luego porque en vez de venderlo, regalarlo o sacrificarlo lo abandonan causando sufrimiento y desamparo al animal, y finalmente porque estos animales son un peligro para el tráfico y las personas.
Y de los cazadores ya ni hablo, que me sulfuro. Solo diré que con sus perros hacen salvajadas y más todavía cuando se hacen viejos. Ojalá tengan todos una muerte tan cruel como la de sus perros de presa.