Bueno, pues voy a contar mis anécdotas por aquí: ya he sufrido dos atracos (uno en el local y otro camino a mi casa), y otros dos intentos.
Antes, hace un año, como estaba muy verde y era (y aún sigo siendo) un ingenuo, estaba con la puerta abierta de par en par hasta las tantas de la madrugada.
El caso es que una noche de mediados de julio, entra al ciber un tipo con una máscara de mono o king-kong o a lo mejor es que su cara era así... :\ A esas horas suelo tener unos clientes muy buenos y asiduos, y no es raro que se gasten bromas de estas entre ellos. Me pensé que era uno de ellos que quería pegar un susto al único cliente que tenía en ese momento, que estaba absorto mirando naruto o porno o que sé yo xD
El caso es que el tipo me hace "chissst" y yo me pienso que era para gastar la broma al otro, y yo sigo a lo mio, tecleando y viendo youtube y posteando compulsivamente en MV.
El cara chango se debió quedar a cuadros, y es entonces cuando pone las cartas bocarriba y me enseña un cuchillo pequeño, un "cebollero". Ahí ya entendí todo (a buenas horas xD ) le dí la caja y se largó corriendo con otro que vigilaba desde fuera. Échales un galgo. El narutard del cliente no se pispó de nada encima... ¬¬
Desde entonces, a partir de las 22, cierro persianas y echo una reja en la puerta con candado y solo abro a clientes conocidos. Así ya me he evitado que me atraquen en el ciber.
La segunda vez fue a la vuelta de la esquina en mi casa. Hasta entonces iba andando del local a mi casa, que está a solo 8 manzanas, pero en esta ciudad esa distancia da para muchas cosas. A la vuelta de la esquina en una calle oscura se me echaron encima dos gorilas y me dejaron sin reloj, cartera y la recaudación de la semana, que no fue poca, aparte de mi querida mochila de senderismo...
Por lo que me han contado, cuando aquí te atracan no te resistas a menos que tengas muy claro que llevas las de ganar. No es raro que te vengan aparentemente desarmados, pero a la mínima que te niegues te ventilas un tiro en la cabeza sin apenas mostrar el arma. Eso si no se tratan de pandilleros (cholos) o yonquis, que esos no tienen por norma general ni para comprarse un arma de fuego. En mi caso no eran pandilleros.
Una semana o dos más tarde, en el ciber, me olvidé una noche de bajar las persianas (para no llamar la atención) pero sí que eché la verja de la puerta con el candado. Eran apenas las 12:15 cuando llegan dos cholos, borrachos o drogados, diciendo que querían entrar, que querían dejar un mensajito a unas morritas que acaban de conocer y tenían prisa por ello.
Yo que ya me los veo y ya tenía la lección bien aprendida, les digo que estoy cerrando, que ya no puedo dejarles una máquina. El tío insiste, me enseña la cartera y me la deja al alcance como si fuera a dejarle entrar porque veo que tiene dinero (sacado de vete a saber donde...) y le digo que está cerrado, que vuelva mañana por la mañana y punto. Se largan.
Y como las persianas están abiertas, uno de los dos clientes, me avisa que los ha visto ponerse a la vuelta de la esquina y que son dos maleantes clarísimamente.
Así que le digo que se esperen dentro del ciber, que si se pone feo llamen a la policía. Salgo con la navaja de pelar manzanas (4 cm de filo pero uno y medio de ancho) metida en el bolsillo con la mano ya empuñándola. Giro la esquina como si fuera a cerrar la persiana, y ahí están los dos mierdas. Uno, el bajito que no habló nada antes saca un cuchillo de mierda (más pequeño que su meñique de chimpancé) y es entonces cuando saco mi navaja regalo de mi padre y se quedan ahí clavaos pero bien encabronados porque un "gallego" les está plantando cara. Poco a poco voy dando pasos atras con la navaja siempre entre medio. Si querían dinero, se lo iban a ganar esa noche con sangre, eso seguro. En esto que salen los dos clientes y les dicen "que de que onda van". Se conocen del instituto de secundaria.
Ellos ya tenían claro que ahí tenían más que perder que ganar. El "gallego güero" con navaja más grande, otros dos clientes que los conocen de hace años... No van a sacar nada en claro. Pero están encolerizados por eso mismo. El alcohol, las drogas o lo que sea les hace seguin envalentonados aunque cautos.
A sus conocidos no pueden hacerles nada. A mi nada grave porque si doy parte a la policía tengo testigos. Pero se quedan con ganas de darme de una ostia que por eso igual no dicen nada los clientes por evitarse ellos mayores problemas. Así que entro al ciber y antes de cerrar la verja el grandullón intenta entrar a empujones. Bueno, digamos que se topa con mi 44 en su pecho y mi pierna derecha hace toda la fuerza que puede, que no es poca después de 10 años haciendo ciclismo. Sale despedido dos metros para atrás, cierro la verja y el cobarde del canijo se lanza en picada con el "cebollero" a través de los huecos de la verja. Lo esquivo por poco y entonces llamo a la policía y salen a paso rápido diciendo "ya nos veremos".
No me dan miedo la amenaza de escoria como esta, porque si algo no son en sus vidas (aparte de valientes) es constantes. Son gente sin palabra ni honor, y apenas pase unas horas ni se plantearán volver a mi ciber porque saben que no van a sacar nada.
Eso sí, desde entonces no se me pasa ni una noche que no baje las persianas casi por completo. Si es que de errores uno aprende xD
Y el último intento fue muy leve. Otra noche, persianas bajadas salvo la principal (levantada solo un metro del suelo) y la verja de la puerta. Dos de la madrugada. No me quedo tan tarde pero esa noche estaba actualizando los equipos y tenía a cuatro clientes viciados al CoD:MW. Llegan dos tipos con malas pintas que no conozco de nada y me dicen que necesitan un compu. Nunca antes me vinieron clientes desconocidos a esas horas, pues los que me conocen ya saben que no suelo estar abierto. Y no hay más ciber abiertos en la zona más tarde las 20.30-21.00 Así que está claro que vienen con oscuras intenciones y que no, no me sale de los cojones abrirles.
Les estoy diciendo que no estoy abierto a clientes, que estoy actualizando los equipos y en ese momento oye a uno de los clientes gritar "Wey, me masacraste bien crudo, cabrón!!"
Ven que no estoy solo y que no voy a abrirles, así que se van.
No pasan ni quince minutos y me llaman de nuevo. Es la vecina, para decirme que han atracado a su hija dos hombres poniéndole un destornillador en el cuello.
Así que puede decirse que tengo un empate a 2 con los morenos que se pasan el día tramando... ¬¬