Todavía falta un elemento en la ecuación: Gallardón.
Todos le odian y de hecho Rajoy le ofreció su cabeza, como moneda de cambio, a Barcenas en su momento según leí en el Mundo... No se hasta que punto es cierto o posible esto último.
Ya veremos cómo acaba todo este circo, porque el presi ha cabreado a mucha gente de su propia casa. Si le dieran la patada y pusieran a otro mono a tocar los platillos no me sorprendería lo más mínimo.