Garoña o la jubilación a los sesenta años
El Gobierno y los propietarios buscan una ampliación sustancial de la vida útil
Torturado e ininteligible: para el común de los españoles, así es el caso de la central nuclear de Santa María de Garoña. Resumen de acontecimientos: la central, propiedad de la empresa Nuclenor (Iberdrola y Endesa al 50%), estaba cerrada desde 2012; el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) exigió nuevas inversiones para reforzar la seguridad de la planta (algo lógico después de Fukushima y dada la edad de la central, que ya había cumplido sus 25 años de vida útil); el dinero extra comprometía (supuestamente) la rentabilidad de Garoña; no obstante, la propietaria solicita al CSN una autorización o prórroga de funcionamiento en 2013; el Consejo concede la autorización, aunque Nuclenor no ha aumentado la seguridad; Energía tendrá que autorizar definitivamente la reapertura, condicionada —es de suponer— a la aplicación de las inversiones requeridas. Fin de un guión abstruso.
Ahora que se habla del precio de la electricidad parece que esto es lo más necesario.
fuente: http://elpais.com/elpais/2017/02/13/opinion/1487015080_547446.html