MANIFESTACIÓN EN BARCELONA EN APOYO AL PUEBLO LIBIO!
No al ataque militar imperialista contra Libia.
Solo el pueblo libio tiene el derecho de derrocar a Gadafi
El Consejo de Seguridad de la ONU ha dado luz verde un ataque militar aéreo en territorio libio, usando como cobertura ?razones humanitarias? y la ?protección de civiles?. La resolución 1973 habilita a que las potencias occidentales, incluido el Estado español, ?empleen las medidas que crean necesarias?, lo que incluye bombardeos y ataques con misiles disparados desde los buques de guerra, aunque ante el temor de que sea visto como otra guerra imperialista en un país musulmán, se excluye la invasión con tropas terrestres. Zapatero ya ha comprometido aviones y bases para facilitar la agresión militar.
Esta resolución cuenta además con el apoyo de la reaccionaria Liga Árabe y las petromonarquías del Consejo de Cooperación del Golfo, entre los que se encuentran nada menos que Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos, que han mandado tropas para ayudar a la monarquía de Bahrein, miembro del Consejo y aliado fundamental de Estados Unidos, para sofocar la revuelta popular que desde hace más de un mes sacude a este pequeño reino, sede del cuartel general de la V Flota norteamericana.
El Consejo Nacional de Transición libio, compuesto fundamentalmente por ex funcionarios de la dictadura de Gadafi y ?notables? que incluyen abogados, jueces y sectores burgueses opositores al régimen gadafista, ha estado pidiendo a las potencias occidentales que intervengan, generando la ilusión de que los gobiernos imperialistas podrían actuar a favor de alguna causa popular. Mientras tanto se han ocupado de comprometerse con los representantes de estos gobiernos, a que el nuevo régimen que pudiera surgir, respetará, al igual que Gadafi, los intereses económicos y geopolíticos imperialistas.
La justificación ?humanitaria? para la intervención imperialista en Libia es una gran hipocresía. Mientras Obama se ?preocupa? por los civiles libios, apoya la represión de la monarquía de Bahrein contra su propio pueblo y sigue las guerras de Irak y Afganistán donde han muerto decenas de miles de civiles por los bombardeos imperialistas. Por su parte, Zapatero, ahora abanderado de la democracia árabe, así como el Rey y la Ministra de Defensa, han realizado distintas visitas amistosas a tiranos represores como los de Qatar, Emiratos Árabes, Siria, Jordania o Kuwait.
El verdadero objetivo de la intervención militar de las potencias imperialistas, apoyadas por sus aliados reaccionarios como las dictaduras y las monarquías de la Liga Árabe, es abortar el desarrollo del levantamiento popular armado, y evitar que una posible caída de Gadafi pueda derivar en el surgimiento de un régimen que cuestione sus intereses y los negocios de las grandes petroleras como la italiana ENI , la francesa TOTAL o la española REPSOL. Intervienen para garantizar que el gobierno que reemplace a Gadafi sea tan proimperialista como este. Más aun, a nivel regional un avance imperialista en Libia seria una señal de alarma contra el avance de los procesos revolucionarios que sacuden al mundo árabe, reforzando las salidas controladas o el desvío de los mismos a la vez que tratar de impedir que cuestionen la sujeción de estos países a los distintos imperialismos.
La oleada revolucionaria que sacude el mundo árabe está dejando al desnudo los verdaderos intereses de las principales potencias. No solo eran hasta hace escasas semanas los principales socios de los regímenes autocráticos contra los que se están levantado las masas, sino que siguen defendiendo regímenes reaccionarios, como hace Estados Unidos con las monarquías de Bahrein o de Arabia Saudita, o el Estado español con la marroquí, para preservar a sus agentes más importantes que le garantizan sus intereses en la región.
Algunas voces de la izquierda reformista europea le dan crédito a la ?carta humanitaria? y consideran que ante la superioridad militar de Gadafi es lícito que la dirección rebelde pida asistencia al imperialismo. Actúan de cobertura ?progresista? del ataque militar, como antes hicieron en la ex Yugoslavia y Kosovo. Cualquier gobierno que surja avalado por una intervención militar imperialista no será más que un títere al servicio de los intereses de las grandes potencias y corporaciones capitalistas. Mientras tanto Hugo Chávez, Fidel Castro, Daniel Ortega y otros gobiernos ?progresistas? que vergonzosamente han defendido la dictadura de Gadafi, presentándolo como un ?antiimperialista?.
Los marxistas revolucionarios de Clase contra Clase afirmamos que solo el pueblo libio tiene el derecho de derrocar a Gadafi. Repudiamos la resolución de Naciones Unidas y toda injerencia o intervención militar imperialista. Los verdaderos aliados del pueblo libio son los trabajadores, los jóvenes parados y los pobres de los países árabes que se han levantado contra sus gobiernos autocráticos y proimperialistas, así como el conjunto de los explotados que enfrentamos en todo el mundo las consecuencias de la crisis capitalista. Los trabajadores y la juventud de los países imperialistas, junto con los millones de trabajadores árabes que son explotados aquí, debemos emprender una lucha revolucionaria contra nuestro propio imperialismo y en solidaridad con la lucha de nuestros hermanos allí, contra las tiranías y la intervención imperialista.
Llamamos a las organizaciones obreras, estudiantiles y sociales, a los grupos de izquierda y de defensa de los derechos humanos, a organizar inmediatamente una gran campaña de movilizaciones en solidaridad con la lucha del pueblo libio y contra todo ataque militar o injerencia imperialista. El único apoyo real que pueden recibir los procesos revolucionarios desde los países imperialistas será el que los trabajadores y la juventud seamos capaces de crear en forma de lucha contra nuestros Gobiernos, su política de expolio y dominación del mundo árabe y en favor de organizar la ayuda en todos los terrenos a su lucha contra Gadafi y la agresión imperialista.
La convocatoria es mañana en Ronda Sant. Pere y Paseo de Gracia, a las 12.30hs.