He encontrado el HOW TO de la seduccion.
LO QUE HAY QUE HACER PASO A PASO. No habra lugar a dudas. Tecnicas de ataque a grupos, selección y demas. El documento que soluciona todas las dudas aqui planteadas.
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Al llegar
Adopta una postura corporal de héroe: hombros relajados, piernas separadas. Sostén la bebida a la altura de tu ingle, no de tu pecho. Sonríe. No exageres tampoco tienes que parecer un chulo de discoteca. Ocupa todo el espacio que puedas y habla con voz clara y fuerte. Haz ruido. La mayoría de los hombres sobrios en una discoteca son demasiado silenciosos. Recuerda que hay mucho ruido y el objetivo es que te noten. Si una tía te habla, nunca te inclines para escucharla… deja que ella se incline hacia ti.
Actúa como si fueras el dueño del lugar. Camina con seguridad y sin titubear.
Al entrar:
Si estás con un grupo, actúa como que os estáis divirtiendo mucho. Riéte y bromea con ellos. Esto te ganará unos segundos para elegir tu objetivo y acercarte a su grupo.
Si estás solo no te quedes merodeando el bar o mirando panorámicamente a las tías. Eso haria que parecieses un moscón mas… o peor aún, el tío raro que observa desde la esquina. Es crucial que al entrar elijas un grupo y te acerques a ellos al instante.
Bajo ninguna circunstancia observes al grupo o a tu objetivo por más de tres segundos. Tres segundos es la regla dorada. Si te quedas mirándolos más tiempo te vas a poner nervioso y la vas a cagar. O puede que noten que los estás mirando y entonces se sientan incómodos y te perciban como un raro. No lo hagas.
Para efectos de esta guía (que pretendo que sea lo más efectiva posible para esta noche) elige grupos de dos o tres mujeres juntas. Evita los grupos mixtos por ahora.
Nota: Estamos todos de acuerdo en que acercarse de una vez a un grupo de desconocidos es difícil. Tus emociones, el miedo a que te rechacen o parecer un imbécil jugarán en tu contra. Acepta estas emociones y hazlo de todas maneras. Si la cagas puedes inventar cualquier excusa y simplemente irte y elegir otro grupo, o ir a otra discoteca en el peor escenario. Imagina todo esto como un videojuego. Imagina que tus emociones son una piedra en el zapato: es molesto, es incómodo, pero hay que ignorarlo y seguir adelante.
Abrir el grupo
El objetivo de esta fase es sencillamente lograr que un grupo comience a hablar contigo. No es muy complicado y casi cualquier comentario funciona, pero hay unos puntos a tomar en cuenta:
Una vez que identifiques el grupo de dos o tres tías, acércate a ellas en diagonal. No te acerques desde atrás porque va a parecer que estas persiguiéndolas, ni te les acerques directamente de frente porque es confrontacional.
Comienza a hablar de una vez. Pídeles su opinión con respecto a algo sencillo. Ejemplos:
“Estoy organizando la fiesta de cumpleaños de mi mejor amigo y no sé si hacerla de los 80s o hawaiiana. ¿Qué opinais?”
“Una admiradora secreta le está enviando correos anónimos a un amigo, y el cree saber quién es… ¿Debería decirle algo?”
- Estos ejemplos fuera de contexto y sin musica a todo volumen de fondo pueden parecer estúpidos, lo son, pero no tanto como te imáginas tu ahora -
Si llevas alguna prenda de vestir fuera de lo convencional, puedes preguntarles su opinión. Por ejemplo, supongamos que llevas unos zapatos llamativos, puedes preguntarles algo como: “¿os gustan mis zapatos?” mientras señalas tus pies. La idea es mantener el tono simple y divertido.
Realmente cualquier comentario sirve para abrir un grupo, pero mientras más los involucres en la interacción, más sencillo es lograr que comiencen a hablar contigo. De manera que pedir opiniones es la forma más segura. Acuérdate de preguntar estas cosas con naturalidad, como si realmente estuviera ocurriendo y no como si estas leyendo de un guión. Ellas se dan cuenta.
Transición
Una vez que has logrado que el grupo hable por unos segundos acerca de lo que les preguntaste, lo que ocurrirá si no cambias rápidamente el tema es que la conversación irá muriendo lentamente, hasta que se convierta en algo incómodo y cuanto más tiempo pase, menos sabrás que decir a continuación. El objetivo de la transición es lograr que el grupo pase de hablar acerca de tu pregunta, a una conversación normal.
Deja que discutan y debatan entre sí acerca de tu mejor amigo. Si no suenan muy animadas de entrada, hazles más preguntas al respecto hasta que comiencen a hablar animadamente. Una vez que estén conversando, deja que pasen unos segundos e interrúmpelas.
Para interrumpirlas, pretende que notas espontáneamente algo acerca de ellas. Por ejemplo:
“Parece que tú (elige alguna al azar) eres la mala, y tú (la otra tía) eres la buena. Está bien. Una puede ser mi angel y la otra el demonio. Podría caminar con vosotras, cada una en un brazo, todo el mundo nos mirará con envidia, y cada vez que yo tenga que tomar una decisión, cada una me susurrará en el oído su opinión y veremos cuál de las dos es más tentadora” (clave: no lo digas como un baboso, dilo riéndote)
Déjalas hablar e interrúmpelas sin miedo hasta que logres caer en una conversación normal acerca de varios tópicos. No les preguntes nada personal aún.
Afirmar cosas es la forma de lograr que ellas se abran a una conversación normal, suelten información sobre sí mismas, etcétera sin necesidad de preguntarles. Un ejemplo de afirmación es: “tu pareces un poco como una maestra de escuela”
Atracción
Esta es la parte más complicada y a la que le dedicaré más artículos. La meta de esta fase es lograr que tu objetivo se interese por ti más allá de la conversación. Lo que buscas es que la tía en cuestión “descubra” tus cualidades. Como ella es la que está haciendo el descubrimiento, tus muestras tienen que ser MUY sutiles. Sino parecerá que alardeas y eso no es nada alfa.
Hay millones de estrategias que se me ocurren para atraer a una tía, pero aquí trataremos las más simples, las que puedes usar hoy mismo.
Utiliza el pesao-simpático. Ponle sobrenombres, fastídiala. Dile que sus zapatos parecen cómodos o pregúntale si su pelo es natural o lleva extensiones. No la insultes, pero tampoco la halagues. Si te hace comentarios acerca de lo que estás diciendo, aprovéchalos para mirar a sus amigas y preguntarles cosas como: “ella siempre es así?”. Haz todo esto con una sonrisa y de buen rollo.
Cuenta historias acerca de cualquier cosa, pero que lleven incrustados pedazos de información que demuestren tu valor (ver artículo anterior). No te recomiendo utilizar el ejemplo que te voy a dar a continuación porque no lo viviste tú, y por lo tanto no te saldrá natural, pero estoy seguro de que puedes crear uno personal y meterle la información que quieres transmitir. Ejemplo:
“Las tías pueden estar muy locas. Una vez conocí a una tía en una cena y nos gustamos inmediatamente. Estuvimos juntos toda la noche y ella era muy guay, pero había algo raro en ella. En fin, finalmente, ella me lleva a su tienda de campaña, pasa lo que tiene que pasar, todo muy romántico, y a la mañana siguiente me despierto con ella al lado. Le doy un beso en la frente a ver si se despierta pero sigue durmiendo. Total que me voy a mi propia tienda de campaña que estaba como a 50 metros pensando que seguramente la veré en el desayuno. Pero llego y ella no está. Y tampoco aparece en el almuerzo, ni en la cena. Finalmente, después de la cena, la veo a lo lejos y ella viene directo hacia mi. Pone su mano en mi pecho, me mira directamente a los ojos y dice “Yo te conozco de algún lado, ¿No?”. Yo la miro y le digo “Bego, soy YO”. Ella me mira como consternada y me pregunta: “¿Cómo sabes mi nombre?”
En teoría la historia anterior es acerca de un episodio extraño con una tía, pero en realidad estás incrustándole a la historia trozos de información que revelan tu valor sin tener que decirlo directamente. Al verla detalladamente notamos lo siguiente:
- Estuviste acampando: eres aventurero (la gran aventura de ir de acampada)
- Una tía tuvo sexo contigo después de conocerte una sola noche: pre-selección
- No tienes miedo de contar sobre tus experiencias sexuales: confianza
- Estás acostumbrado a manejar situaciones extrañas y gente fuera de lo común: intuición social
Adicionalmente, dejas piezas sueltas que no explicas para que ellas te hagan más preguntas y continúes la conversación (¿A dónde fuiste a acampar?, ¿Siempre atraes tanto a las tías?, ¿Qué le pasaba a esta tía?, ¿Qué pasó después con ella?)
Para crear estas historias, simplemente toma cualquier anécdota de tu vida y busca las características y atributos que mencionamos en el artículo anterior que valga la pena resaltar. Es muy importante que tu historia no se trate acerca de tu poder económico o de tu status o de cualquiera de estas cosas.. sino que trate de alguna anécdota diferente, pero que sugieran que tienes estos atributos de manera implícita.
No hagas nada que pueda ser interpretado como que le estás entrando.
Sé entretenido pero sin parecer forzado.
En este punto tu llevarás el 90% de la conversación. No esperes que ellas hablen demasiado y no dejes que todo caiga en silencios incómodos. Cualquier comentario es mejor que el silencio y tienes que pensar rápido e improvisar.
Una vez que tu objetivo te muestre como mínimo tres Indicadores de Interés puedes pasar a la etapa de calificación.
Calificación
Como explicamos anteriormente, toda tía espera que seas congruente y por lo tanto, que seas un reto para ella. Esto significa que ella espera que la hagas trabajar para ganar tu interés. Esta etapa consiste básicamente en hacerle creer que está ganándote (y no que piense que le gustabas de entrada). Ahora sí puedes hacerle preguntas personales, en especial preguntas que hagan que ella intente demostrar su valor. Por ejemplo: “¿Qué cosas te hacen distinta al resto de la gente?”. Cada vez que te diga cosas que te gusten, hazle un cumplido al respecto. Es importante que lo hagas únicamente con las cosas que ella dice que realmente te atraen. Tampoco lo exageres, un par de cumplidos sencillos son suficientes. Una vez que hagas esto puedes decirle algo como “cuando te vi, no estaba seguro, pero ahora que te estoy conociendo me vas gustando un poco más”. Utiliza la información que ella te de a estas preguntas para comenzar a encontrar cosas en común y crear la sensación de comodidad.
Comodidad
En un mundo ideal, después de mucha práctica, en esta fase podrías incluso hacerle sentir a tu objetivo como que te conoce de toda la vida, que conocerte fue cosa del destino y que necesitan pasar más tiempo juntos. Pero nosotros para esta noche, simplemente queremos que la tía se sienta cómoda contigo y que estar juntos sea algo natural para los dos.
Para lograr esto es necesario partir de la información que recogiste con las preguntas de calificación. Por ejemplo, si te dijo que ella es diferente al resto de la gente porque tiene un gusto muy particular en películas, pregúntale cuáles son sus películas favoritas, y si no conoces ninguna, pues pregúntale qué le pareció interesante de esas películas. Busca puntos en común y cuéntale cosas sobre ti que tengan que ver con lo que ella está hablando. Ella a su vez, se sentirá más cómoda contigo cuando tú compartas espontáneamente información sobre ti, y en respuesta hará lo mismo. Te contará cosas de sí misma. Es importante hablar sobre temas variados y no cubrir uno sólo en detalle. Es importante no convertir la conversación en un interrogatorio policial: evita las preguntas de sí y no, evita saltar de tema en tema de manera poco natural, evita hacer muchas preguntas seguidas sin relación entre sí. En cambio, escúcha lo que dice, comenta sobre sus respuestas, deja que ella también te pregunte cosas a ti.
Otra cosa crucial que debes empezar a hacer en esta etapa es tocarla. Comienza tocándole el hombro mientras cuentas una historia etc. y a medida que avance la noche, trata de aumentar la intensidad del toqueteo a algo más íntimo como tomar su mano o darle un beso. Siempre y cuando todo esto sea a un ritmo cómodo para ella y para ti. En este punto escogerás qué hacer. Si quieres llevarla a tu casa para finiquitar el asunto, o pedirle su número de teléfono.
Fornicar
Lo más difícil para lograr esto es vencer su defensiva anti-puta. Cuando una tía se da cuenta de que está a punto de follar con alguien a quien prácticamente no conoce, se le enciende una bombilla roja de alerta en la cabeza que hace que haga las cosas más estúpidas por miedo a quedar como una puta. Esta bombilla decide encenderse en los momentos menos apropiados (cuando se está montando en tu coche, cuando está entrando a tu casa, cuando está entrando en tu habitación o cuando le estás quitando las bragas). Esto es algo que le pasa al 90% de las tías y con lo que tienes que aprender a lidiar si quieres ser efectivo en el juego. Es cierto que ellas quieren follar tanto como tú, pero también es cierto que ellas están expuestas a una serie de presiones sociales a las que un tío jamás se expone. Si una tía folla con mucha gente, es automáticamente catalogada de puta y punto. Si un tío hace lo mismo, pues es un héroe. Así que lo que para ti significa una especie de medalla, para ella es una humillación en potencia. Por eso hacen un montón de idioteces ilógicas y contradictorias. Pero en el fondo, ella quiere hacerlo tanto como tú, y si haces lo que voy a explicarte a continuación, ella podrá vencer su propia defensiva anti-puta, con tu ayuda.
Si no me crees que ellas lo quieren tanto como tú, pregúntate por qué las tías sí suelen hacer todas las guarradas cuando están de vacaciones, con desconocidos que no tienen ninguna relación con su mundo cotidiano: porque eliminan la variable puta de en medio. Cuando una tía está de viaje, sabe que no hay forma posible de que su familia y amigos cercanos se enteren de que ha follado con alguien, y por lo tanto, es libre de actuar como actuarías tú, es decir, como actuaría un tío. Si no lo hace en su día a día es únicamente por ese miedo del que hablamos anteriormente.
Lo más importante es distraerla y no dejarla sola. El silencio es tu peor enemigo, porque en el silencio las tías se hacen toda una serie de preguntas en su cabeza que la confrontan con la posibilidad lógica de follar contigo y las posibles consecuencias (incluyendo lo que tú pensarás de ellas). Así que distraela. Habla todo el rato, no te calles, no dejes que haya silencio y no la dejes sola.
No hagas nada sexual en el camino a tu casa. No hace falta y puede hacerle sentir como que cualquier cita contigo tiene que terminar en algo sexual, así que se activará la defensiva anti-puta.
No le preguntes si desea ir a tu casa, ni lo sugieras. Llévala de la mano desde la discoteca hasta tu coche y simplemente asume que ella va contigo. Si le preguntas, ella se verá forzada a decir que no por todo lo que hablamos antes. El truco está en quitarle la responsabilidad de la decisión.
Si no deseas hacerlo sin preguntarle, utiliza una excusa. Mientras que la típica pregunta de “¿quieres venir a mi casa?” es universalmente entendida como sexo, si utilizas la excusa de prestarle un libro o mostrarle unas fotos, se sentirá menos presionada. De la misma manera, es aún más efectivo planificar una actividad en algún sitio cerca de tu casa, y llevarla con la excusa de buscar tu cartera o ir al baño.
Follártela no tiene que ocurrir allí mismo. Si una mujer sabe que puede sentirse cómoda contigo en privado sin que eso signifique algo sexual, es más probable que acceda a una segunda, tercera y cuarta cita. Mientras mantengas el tono de la relación con algo de tensión sexual, no necesariamente tienes que follartela esa misma noche (esto para aquellos que quieren una relación romántica más allá del sexo)
Utiliza los monólogos entretenidos para distraer su mente de la defensiva anti-puta. Si su parte lógica está distraída, ella no tendrá espacio para confrontarse con el hecho de que va a follar contigo. Esto puede funcionar con todos los posibles disparadores.. aunque vayas con el coche de camino a un picadero.
Si todo falla y se dispara la defensiva anti-puta, lo mejor que puedes hacer es la técnica de la ducha fría: si te dice que nada va a ocurrir, o lo que sea… ponte a revisar tus mensajes del móvil. Enciende la vídeo consola y ponte a jugar. Esto tiene que ocurrir apenas se dispare el mecanismo y deberás ser consistente: ignórala como ser sexual. Si haces esto el tiempo suficiente, es casi garantizado que la tía comenzará a buscar tu validación de nuevo, y prácticamente se te lanzará encima. Es entonces cuando te la follas.
Número de teléfono
Si no te sientes preparado para follártela, tienes otros planes, o no sientes que la tía accedería… pídele su número de teléfono. Pero una advertencia: en vez de preguntarte cómo puedes hacer para conseguir su número, pregúntate para qué lo quieres. Un número de teléfono no tiene valor en sí mismo. Su valor es que es una oportunidad para una posible cita. Y una posible cita implica más problemas. Implica posponer algo que puedes hacer ahora mismo, y jugarte la posibilidad de que la tía cambie de opinión o que sencillamente la cita no se de. Adicionalmente, es más esfuerzo: implica invertir un segundo día en eso, planificar y quedar con otra persona que seguramente tiene una agenda diferente a la tuya, asegurarte de no cagarla dos días seguidos. En fin, un número de teléfono es un dolor de cabeza y debe ser evitado en la medida de lo posible. Las únicas oportunidades en las que es admisible elegir un número telefónico es cuando la logística de la situación no te permite hacer otra cosa. Por ejemplo, si conoces a una mujer durante las horas de almuerzo y tienes que regresar al trabajo, es necesario hacer una cita. Si ella está de compras con sus amigas y no puede dejarlas allí, hay que hacer una cita. Si los dos estáis en una reunión con amigos comunes y sería incómodo que os vieran salir juntos, hay que hacer una cita. Pero si la logística no es un problema, y puedes hacer que la relación avance esa misma noche, no lo dudes ni un minuto. No te conformes con su número de teléfono. Ahora, si deseas hacerlo de todas maneras, toma en cuenta lo siguiente:
Asegúrate de pedirle su número de teléfono. Darle el tuyo solamente no funciona.
Haz algún plan con ella de lo que harán cuando queden. Algo interesante y fuera de lo común que no incluya ir a cenar y al cine. Se específico. “salir por ahí algún día” no tiene consistencia. Ir el sábado a un concierto en la azotea de un edificio sí.
Quédate cinco minutos más una vez que tengas su número, pero no más que eso.
Introduce tu número en su móvil. Muchas mujeres no cogen llamadas de desconocidos, si haces esto, al menos ella sabrá que eres tú (para bien o para mal)
Fastídiala, y si está bebiendo dile que no va a recordarte cuando la llames, y que fue muy divertido todo, pero ahora por su culpa todo será incómodo cuando intentes llamarla. Su reacción probablemente será convencerte de que no será incómodo, de que no está borracha, de que sí va a recordarte. Después de esos comentarios será más difícil que ella cambie de opinión y no te coja el móvil.
Cuando la llames utiliza el sobrenombre que le pusiste, así ella se transportará al momento en el cual estaba contigo disfrutando en una discoteca, y no en el sitio mundano y aburrido en el que estaba cuando la llamaste.
A diferencia de lo que todo el mundo dice, no esperes para llamarla. Escríbele un mensaje o llámala al día siguiente. No para quedar, pero sí para contarle algo entretenido que te pasó, o pedirle su opinión sobre algo. Procura mantener el moméntum. No dejes que la conversación se torne aburrida y no hagas planes al menos durante los primeros 5 minutos de conversación.
Ejemplo:
Héroe: Hola guardaespaldas pelirroja! (o cualquier otro chiste interno relevante de la noche anterior) No te vas a creer lo que me pasó ayer. Estaba en el gimnasio y he visto a una tía idéntica a ti.
Ella: ¿de verdad?
Héroe: ¿Tienes una gemela y no me lo contaste? Con una sola de ustedes puedo lidiar, pero dos son demasiadas para mí solo.
Nota que en ningún momento le preguntas como está ni como le ha ido. Estas preguntas pueden ser una excusa fácil para evadir cualquier plan contigo (“he estado muy enferma”, “haciendo las maletas porque me voy de viaje tres meses”, etc).
Siguiendo estos pasos este mismo fin de semana podrías follarte a la tía que esté más buena de toda la discoteca. Así que diviertete usándo la guía y ponla en práctica de una vez.