#2428 No es nada raro eso del miedo a las mujeres. Yo soy un ejemplo de ello. A mi una chica preciosa me deja sin aliento, me pongo nervioso y me sudan las manos. Puede que con mucha practica y experiencia deje de pasarme, pero por ahora es así.
Hace un par de findes me pasó: estaba con dos colegas por ahí de fiesta. Y se acercó una amiga de ellos, de la que yo pasaba bastante la verdad. Pues el caso es que se acercó una chica amiga de ella a nosotros. ¡era una autentica diosa! Y me miraba de vez en cuando de reojo y me sonreía. Al cabo de un rato ella se presentó y no le dije nada!! nada!! ¿por qué? porque me quedé totalmente petrificado, como si estuviera prisionero en un cuerpo que no responde mientras pensaba: "¡joder, dile algo por favor! vamos tio!!" Era tan preciosisima que me petrificó con su mirada. Mi ideal fisico de chica perfecta lo tenía delante de mí, dentro de un preciso vestido azul ceñido que marcaba sus curvas perfectas. Luego, cuando pude recuperar la compostura, me sentí como un debil imbecil.
Desde hace un tiempo es raro que me pase (aunque como veis por el ejemplo, no estoy totalmente a salvo XDD), pero antes con practicamente todas las chicas guapas me pasaba. Era ver a una chica bonita, aunque fuera normalita, y me quedaba congelado con la boca seca.
Como ya he comentado en una ocasión, creo que la clave es aprovecharse de las debilidades de uno mismo: Cuando voy a entarle a una chica, mi cuerpo reacciona con nerviosismo, y genera un torbellino de sensaciones.
Es como cuando vas a ver una pelicula de miedo al cine, tu cuerpo reacciona produciendo sustancias químicas. Sales aterrorizado, pero con una sensación de euforia muy agradable, y vuelves al cine a ver otra peli de terror dispuesto a sentir lo mismo.
Cuando estoy con una chica, utilizo ese miedo en mi beneficio para generar euforia, y placer por el torrente de sensaciones que estoy teniendo, y eso a la vez genera confianza en mi mismo porque descubro que estoy sintiendo mucho placer hablando con esa chica desconocida solo por el hecho de hacerlo.
Y aunque la cosa no marche, cuando me voy me quedo con una sensación genial de euforia, de orgullo hacia mi mismo por haber hecho algo que me aterraba, que es algo increible. Me siento capaz de entrarle a cualquier chica, sin miedo al rechazo, porque ya solo por haberle entrado, vale la pena.
Así que creo que ese pánico que sentimos los chicos timidos (yo lo soy, y mucho), si lo sabemos aprovechar, si sabemos controlarlo, puede actuar en nuestro beneficio.
Un saludo
Ilore