Yo he tenido varias "anécdotas" con el tema de los carritos, pero recordando un poco, el más gordo fué en el Carrefour de Torremolinos:
Llego con mi madre, aparco el coche, cogemos el carrito (previo euro en el cajetín), y subimos.
Nos paramos como no, por todas las tiendas antes del supermercado, y en eso que llegamos a la tienda típica de animales que suelen poner los cachorros de bulldog francés en el primer escaparate, y los gatitos en el segundo de detrás.
Veo que no hay gente, y no vamos a entrar como catetos con el carro dentro del pasillo de la tienda, así que lo dejo fuera un puñetero segundo, pensando que nadie va a llegar corriendo de lejos a quitármelo.
Efectivamente, noto por el rabillo del ojo que el pasa alguien y el carro desaparece, y en eso que me vuelvo, salgo y me veo a una señora a paso ligero con el carro...
-"EEEH!!, Oiga, señoraa.."
Ese momento que la señora me ignora a un metro detrás suyo, y cuando la alcanzo le digo que el carro es mio, que que hace, y me responde en plan agresiva:
Señora - "Pues lo he visto y me lo he llevado...¿Que pasa?¿Eh?"
Yo -"Pues pasa que si me lo puede devolver ..."
Señora -"Anda y métetelo por el culo ..."
Yo -"Que buena educación la suya, señora ..."
Y se marchó murmurando insultos. No era gitana, ni tenia mala pinta, ni era extranjera, ni nada de eso; Era una señora cateta, de esas que en su vida la han educado, y se cree que todo lo que ve es suyo, y que la gente que la rodea está para servirla.
Por mi experiencia, sé que el karma existe, y que aunque no se manifiesta como en la serie "Me llamo Earl", de alguna manera u otra, todo lo que hacemos nos es devuelto, no sé si por aquel dicho de "el que a hierro mata, a hierro muere".