El día después de visitar a los exconsellers que permanecen encarcelados en la prisión madrileña de Estremera, la secretaria general de ERC, Marta Rovira, ha desvelado con detalles algo que el Govern cesado y miembros del independentismo ya habían señalado de una manera más genérica, que si la tensión política no se rebajaba, había riesgo de violencia en las calles. Pero la dirigente de ERC ha explicado que esta violencia no sería como consecuencia de los posibles enfrentamientos más o menos espontáneos entre unionistas y secesionistas en las calles, sino por la acción directa del Gobierno a través del Ejército. Rovira ha denunciado que “fuentes solventes y contrastadas” del Gobierno central hicieron llegar a Puigdemont y a Junqueras la posibilidad de un “escenario de violencia extrema con muertos en la calle”.
En declaraciones a RAC1, la dirigente ha comentado que las advertencias sobre el riesgo de violencia fue trasladad por el president Puigdemont y el propio Junqueras en los días posteriores al 1-O, en que debían decidir si convocaban elecciones o tiraban adelante con la DUI. Fueron el expresidente y el exvicepresidente quienes “nos ponen sobre la mesa que estas fuentes eran muy contrastadas y ponían otra vez sobre la mesa que había que desescalar la situación”.
Rovira ha admitido que la acusación puede ser un acto de tirar la piedra y esconder la mano, pero ha insistido en que “nos hacían llegar por múltiples vías” la necesidad de rebajar la tensión para evitar “episodios de violencia extrema”. Aunque ha dicho no poder decir nombres sobre las fuentes en cuestión que hacían llegar esos mensajes, ha señalado la posibilidad de hacerlo en el futuro si es necesario.
La dirigente republicana ha asegurado que las advertencias hablaban de que “habría sangre” y que “esta vez no serían pelotas de goma como el 1-O” sino “que sería muy contundente”. En concreto, Rovira ha desvelado que estos episodios de violencia no vendría de la mano de la policía y la Guardia Civil desplazada a Catalunya para detener el referéndum del 1-O, sino que procedería del Ejército. De hecho, la dirigente ha recordado que ya “estaban entrando armas en Sant Climent Sescebes”, municipio en el que hay un gran cuartel militar.
