Pues nada, hoy había ido a que me hicieran unas pruebas de alergia y según salí de la sala de pruebas (tenía que esperar fuera 20min a que los alérgenos hicieran efecto) vi que una rubia enormísima me había quitado el asiento.
Total, me siento enfrente y empieza a hablarme. "Huy, qué habones te han salido", "Jijiji, espero que no me hagan las pruebas, yo sólo vengo a revisión" y a contarme su vida mientras yo contestaba con monosílabos.
Monosílabos no porque me cayera mal, sino porque estaba hipnotizado por sus enormes y sorprendentemente turgentes y firmes tetas para estar tan tocinilla. Además ella juntaba los brazos con el torso sin venir a cuento para que las tetoncias se pegaran, sobresalieran y (supongo yo) pudiera deleitarme con ellas.
20 minutos de sensaciones contradictorias después, me llamaron para que viera a la doctora (que estaba penetrable pero no parecía fijarse mí ) y al salir yo llamaron a la rubia y nos chocamos en la puerta. Nos disculpamos, nos despedimos y hasta ahí casi todo.
Ahora estaba mirando en los bolsillos de la ropa para lavar y había un papelillo con un teléfono en la camisa.
La pregunta es obvia.
RPV: No fea, tetas bien esculpidas, 150kg. ¿Llamo o no?
PD: sí, tengo novia, y qué.