Saladino y la Batalla de los Cuernos de Hattin

T-1000

Al-Nasir Salah ad-Din Yusuf ibn Ayyub , más conocido en occidente como Saladino, Saladín, Saladin o Saladine, fue uno de los grandes gobernantes del mundo islámico, siendo Sultán de Egipto y Siria e incluyendo en sus dominios Palestina, Mesopotamia, Yemen, Hiyaz y Libia. Con él comenzó la dinastía ayubí, que gobernaría Egipto y Siria en los años posteriores a su muerte.

Defensor del islam y particularmente de la ortodoxia religiosa representada por el sunismo, unificó política y religiosamente el Oriente Próximo, combatiendo y liderando la lucha contra los cristianos cruzados y acabando con doctrinas alejadas del culto oficial musulmán representado por el Califato Abasí. Es particularmente conocido por haber vencido en la batalla de Hattin a los cruzados, ocupando de nuevo Jerusalén para los musulmanes y tomando Tierra Santa. El impacto de este acontecimiento en Occidente provocó la Tercera Cruzada liderada por el famoso Ricardo I de Inglaterra que se convirtió en mítica tanto para occidentales como para musulmanes.

Su fama trascendió lo temporal y se convirtió en un símbolo de caballerosidad medieval, incluso para sus enemigos. Sigue siendo una figura muy admirada en la cultura árabe, kurda y musulmana.

Al-Näsir Saläh ad-Dïn Yüsuf ibn Ayyüb, conocido en Occidente como Saladino, nació en 1138 en Tikrit (Irak). De familia kurda, su padre se puso al servicio de Zengi, señor de Mosul, que le nombró gobernador de Baalbek y fue el primer dirigente musulmán que articuló un plan para expulsar a los cruzados de Tierra Santa, con el que llegó a apoderarse del condado de Edesa. Cuando Zengi fue asesinado se inició un período de guerra civil que concluiría con el triunfo de su hijo Nur al-Din. La familia de Saladino se sumó a este y fue recompensada. Mientras el padre recibía el gobierno de Damasco, su tío Shirkuh se hizo con el mando del ejército.

Por esa época, los cruzados amenazaban el califato fatimí de Egipto, que pidió ayuda a Nur al-Din. A su socorro fue enviado Shirkuh, que llevó con él a su sobrino Saladino. En 1169 los cruzados habían dejado de ser una amenaza para Egipto, y los fatimíes fueron sustituidos en el poder real no formal por Nur al- Din. Éste nombró a Shirkuh gobernador de Egipto, y cuando murió, lo sustituyó por Saladino. El joven demostró una notable capacidad organizativa y, cuando en 1171 falleció el califa fatimí, se convirtió en el señor del país del Nilo. Reconocía la autoridad de Nur al-Din, pero de manera meramente formal.

Tres años después Nur al-Din falleció, dejando como heredero a su hijo As-Salih Ismail al-Malik. El hecho de que fuese un niño excitó la codicia de las potencias vecinas y la de Saladino. Con el pretexto de defender los intereses del heredero legítimo, ocupó Damasco y la Siria del sur y, paso a paso, fue privando de posesiones a As- Salih, que se vio obligado a refugiarse en Alepo.

A esas alturas, nadie dudaba de que Saladino aspiraba al poder absoluto, pero iba a chocar con enemigos de peso. Aparte del heredero de Nur al-Din, estaba la secta de los asesinos, que lo veía como un pretendiente ilegítimo e intentó atentar contra él. Por su parte, el ahora señor de Egipto y Siria decidió lanzarse contra las posiciones cruzadas.En 1177 intentó invadir los territorios cruzados desde el sur, pero fue derrotado en la batalla de Montgisard. En 1179 venció en la batalla del vado de Jacob, impidiendo que los cruzados levantaran una fortaleza en la orilla del río Jordán. Se trató de un triunfo menor, pero le proporcionó una enorme popularidad. Cuando en 1181 el heredero de Nur al-Din murió sin descendencia, Saladino fue nombrado sultán de Siria y Egipto.

Así se convertía de manera formal en lo que materialmente era desde hacía años, pero era consciente de la nula legitimidad en la que se sustentaban sus ambiciones. La dinastía Zengida -que gobernaba en Mesopotamia- podía reclamar el poder. Para evitarlo, se embarcó en una guerra que concluyó con la aniquilación o la sumisión de sus posibles rivales e instrumentalizó la yihad como aglutinante de sus súbditos.

La guerra que acabaría con los cristianos de ultramar fue provocada por Reinaldo de Châtillon, noble que ha llegado hasta nuestros días con la imagen de señor de tierras en la frontera y famoso por practicar el bandidaje y el saqueo. Había ya violado treguas anteriormente para atacar caravanas, capturado peregrinos en dirección a La Meca, tratado de profanar los lugares santos musulmanes y saqueado la isla cristiana de Chipre, amén de ser frecuente protagonista de las intrigas por el poder en la corte de Jerusalén. Los cronistas modernos suelen presentarlo como un extremista que forzó la guerra aún cuando no tenía forma posible de ganarla. Sin embargo, había sido uno de los pocos que habían causado serios problemas a Saladino: al atacarle en su propia tierra poniendo en peligro los lugares santos musulmanes, dañó su imagen de Sultán y líder moral de los musulmanes, resistió el asedio de Saladino en la fortaleza del Krak de los Caballeros y era veterano de la batalla de Montgisard, la última gran victoria cruzada en Tierra Santa y de Le Forbelet, un empate contra Saladino tras la batalla de Afula.

Reinaldo atacó en 1186, contraviniendo la tregua pactada, una gran caravana musulmana en la que se llegó a decir que viajaba la misma hermana de Saladino, cosa incierta. Ante las previsibles represalias del entonces principal líder de los musulmanes, el rey consorte de Jerusalén Guido de Lusignan realizó levas reuniendo a todas las fuerzas del reino, con las que se dirigió contra Saladino, que contó con la ayuda de la ambigüedad de Raimundo III de Trípoli, miembro de una facción cortesana opuesta a Reinaldo, que inicialmente no se opuso a la marcha de Saladino por sus tierras del Principado de Galilea lo que le garantizó que sus fortalezas no fueran atacadas. Sin embargo, terminó uniéndose al ejército real que Reinaldo lideró contra la marcha de Saladino en Galilea. El enfrentamiento final se produjo en 1187, junto a unas colinas llamadas los Cuernos de Hattin.

La batalla de los Cuernos de Hattin fue un encuentro armado que tuvo lugar el 4 de julio del año 1187 en Palestina, al Oeste del mar de Galilea, en el desfiladero conocido como Cuernos de Hattin (Qurun-hattun) entre el ejército cruzado, formado principalmente por contingentes Templarios y Hospitalarios a las órdenes de Guido de Lusignan, rey de Jerusalén, y Reinaldo de Châtillon, contra las tropas del sultán de Egipto, Saladino.

El 1 de mayo de 1187, Saladino había despedazado, en la batalla de Seforia, a las tropas de Gérard de Ridefort. Había seguido después su ruta para sitiar Tiberíades, a fin de atraer a las tropas cristianas y así enfrentarlas en un terreno que le fuera favorable. Echive, la esposa de Raimundo de Trípoli, parapetada en la ciudadela, llamó en su socorro al rey de Jerusalén, Guido de Lusignan, y a su esposo, quien se encontraba en Seforia. El mensajero no tuvo ninguna dificultad en franquear las líneas enemigas, porque Saladino no deseaba más que una cosa: que los francos estuvieran al corriente de lo que se preparaba.

Durante el consejo, reunido por orden del rey, Raimundo III de Trípoli se inclinó por dejar caer Tiberíades, a pesar de que su mujer estuviera en la ciudadela. Había adivinado perfectamente el juego de Saladino. El rey y los barones estuvieron de acuerdo con él. Esperarían que Saladino fuera hacia ellos. Pero Gerardo de Ridefort quería borrar el fracaso de Seforia y se aprovechó de la debilidad del rey para convencerlo de atacar. El día 3, al alba, el rey hizo levantar el campamento y, a pesar de la intervención de los barones, el ejército se dirigió hacia Tiberíades.

Sus fuerzas incluían inicialmente 2.000 caballeros montados, 4.000 turcopolos (arqueros a caballo equipados a la turca) y 32.000 infantes2 pero a lo largo de toda la marcha fueron acosados por 6.500 jinetes ligeros sarracenos que les infligieron altas bajas en ataques sorpresas, escaramuzas y emboscadas, en especial los turcopolos.nota 1 A esto se les unieron las inclemencias ambientales y deserciones, debilitando aún más a la fuerza cristiana. Durante la marcha también se les unieron unidades de caballeros cruzados de diversas órdenes monásticas.

El calor era sofocante y la retaguardia se veía continuamente acosada por los arqueros montados de Saladino; los caballeros iban a pie, ya que sus caballos habían muerto. Guy de Lusignan se dio cuenta de su error y estuvo de acuerdo con Raimundo de Trípoli para dar un rodeo por el pueblo de Hattin, donde se encontraba un pozo de agua. Pero Saladino no se dejó embaucar por la maniobra y mandó a sus tropas para que les cortaran el camino. El rey decidió entonces establecer un campamento para pasar la noche en esta meseta. Agotadas las reservas de agua, los hombres optaron por dormir con todos sus atavíos, por miedo a verse sorprendidos en su sueño por los enemigos. A algunos cientos de metros percibían las risas y los cantos de los musulmanes, a quienes no faltaba nada.

A la mañana siguiente el ejército reanudó su marcha: tenían que alcanzar el pozo de agua. Las tres columnas se desplegaron entre dos colinas volcánicas, los llamados Cuernos de Hattin. Los musulmanes les seguían acosando y los cuerpos de batalla se separaron. El rey tomó entonces una posición estratégica, al pie de los cuernos de Hattin. Pero las tropas de Saladino prendieron fuego a las hierbas secas, asfixiando a los francos con el humo.

Saladino se tomó su tiempo. Prosiguió sus ataques de acoso y no parecía tener prisa por lanzarse al asalto final. Para el rey latino de Jerusalén, no había más que una salida para abrir la vía hacia Hattin: atravesar la barrera enemiga. Ordenó a Raimundo de Trípoli cargar con sus caballeros. Taqi al-Din, sobrino de Saladino, al mando de esa barrera, dividió entonces sus tropas para abrir el paso, pero lo cerró inmediatamente después. Las tropas cristianas no habían podido seguir y Raimundo de Trípoli se encontró solo. Al verse incapaces de ir en ayuda de su camarada, los cristianos se dirigieron a Tiro.

Los infantes habían escalado la colina norte de los cuernos, pero se encontraron entre un precipicio y las tropas musulmanas. Muchos de ellos murieron arrojados al vacío y otros se rindieron. Mientras, la caballería de Saladino había cargado contra los cristianos, que se refugiaban en el cuerno sur. Saladino escogió ese momento para lanzar el asalto final. Los caballeros consiguieron esporádicamente arrollar las líneas musulmanas, pero se vieron rechazados. Saladino lanzó el último asalto para apoderarse de la tienda roja del rey, donde se encontró la Vera Cruz, una sagrada reliquia. La noche del 4 de julio todo había acabado. Guy de Lusignan fue hecho prisionero, al igual que Reinaldo de Châtillon, el peor enemigo de Saladino. En su propia tienda y tal y como Saladino había prometido, le cortó la cabeza a Reinaldo de Châtillon con sus propias manos; ejecución no habitual, pues prefería utilizar a los prisioneros como moneda de cambio. Esta excepción se justificó por las masacres y asaltos que había cometido Reinaldo contra la población y las caravanas, tanto de cristianos como de musulmanes, en una de las cuales se dice viajaba la hermana de Saladino, motivo por la cual Saladino había jurado matarlo con sus manos.

Conquistó Galilea y Samaria y se dirigió hacia Jerusalén. La capitulación de la ciudad provocó en Occidente la convocatoria de una nueva cruzada. Por suerte para Saladino, los reyes que respondieron no formaron un frente unido. Federico I Barbarroja murió al cruzar el torrente Salef, y Ricardo Corazón de León y Felipe Augusto de Francia discutieron, lo que provocó el regreso de este último a su patria. Los cruzados lograron recuperar Acre y Jafa pero, al final, Ricardo tuvo que retirarse ante las noticias inquietantes que le llegaban de Inglaterra. La paz concluida con Saladino aseguraba a los cruzados una parte de la costa, pero no la ansiada devolución de Jerusalén.

En 1193, un Saladino admirado en todo el orbe islámico fallecía en Damasco. Le sucedería su hijo Al-Afdal, dando inicio a la dinastía ayubí. El gran legado del guerrero sería el mito de un conquistador musulmán capaz de unificar a los pueblos islámicos.

Referencias y otros links de interes:
http://www.mundohistoria.org/blog/articulos_web/saladino-guerrero-al-1137-1193
http://en.wikipedia.org/wiki/Saladin
http://www.muyhistoria.es/edad-media/articulo/saladino-el-caballero-de-oriente-proximo
http://es.wikipedia.org/wiki/Saladino
http://es.wikipedia.org/wiki/Batalla_de_los_Cuernos_de_Hattin
http://www.biografiasyvidas.com/biografia/s/saladino.htm

Aquí teneis la bibliografía de uno de los mejores generales de la edad media, el kurdo y mulsumán , Saladino, uno de los personajes más influyentes de la historia mulsumana y de la humanidad que asesto el mayor golpe a los cruzados de su historia venciendoles en los cuernos de Hattin y reconquistando Jerusalen y toda la Tierra santa, lo que provoco la tercera cruzada. Un hombre noble admirado tanto por los mulsumanes como por los cristianos, el ejemplo de caballerosidad medieval.

41
GlatoR

Que bribón era Saladino

granaino127

Anoche estaba muy sopa y no lo pude leer, pero hoy después de medio día me lo veré completo.

Pedazo de curro de T1000, gracias !

KONRA

cuanto aprendi en su dia gracias al age of empires xD.

grande saladino.

19 2 respuestas
m4andg4

#4 Si tio jajajaja magnificas campañas +1 T1000 me gusta mucho la historia en general y es de agradecer

Txentx0

4
vinilester

Me ha entrado sed. Entre el nombre y la falta de agua...

1
Kisuke

Una cosa, no catalogaría como tal de "bibliografía" a la mayoría de los enlaces...pero al menos eres de los pocos que tras escribir algo de esta índole ha citado esto.

LLoskka

Perfecto ejemplo, de como no se tienen que hacer las cosas.

1 respuesta
B

Muy interesante.
Gracias por compartirlo.

aLeX

http://www.ivoox.com/pasajes-historia-saladino-heroe-musulman-audios-mp3_rf_3276465_1.html

T-1000

el video es un documental entero sobre las cruzadas de más de 3 horas.

1 comentario moderado
M

Curioso que una de las mayores figuras del Islam sea Kurdo, cuando hoy en día los árabes y estos no se pueden ni ver.

2 respuestas
wooper

Magnifico post, como bien dice #14 es curioso si, y mas a dia de hoy que són los que mas pelotas le estan echando en el conflicto de Siria, frenando a estado Islamico y a todo esto sin tener un Hogar/Estado propio, seria interesante que #1 nos deleitara con un paseo por el pubeo Kurdo a lo largo de la historia.

La figura de Reinaldo de Châtillon también me parece a mar de interesante.

1 respuesta
CAFE-OLE

#13
mas fascista que apartar lo que no te gusta? paradojico.

Te dejo unos minutos para que analices lo absurdo de tu post, y me hagas un comentario de texto al respecto

T-1000

#4 yo me aficione a la historia por ese juego.

#9 Un grandísimo error de estrategia por parte de los cruzados.

#14 #15 Los kurdos siempre han tenido los cojones como melones. ah si , la mayoría de los Kurdos son sunnis #14

Leirlux

En el Age of Empires II me la pasé EASY

shisko90

grandisimo hilo

2
dambala

Gran post , eso si que era un Califa y no la mierda que tenemos ahora!

Kelem

un gran lider espiritual, máximo respeto por lo que hizo al tomar jerusalén, una lástima lo que está ocurriendo en oriente próximo le avergonzaría ver en que se ha convertido el islam.

lafundo

Si Saladino hubiese coincido con Blas de Lezo igual se hubiesen acabado las guerras y los conflictos entre morucos y crisitianos,

Strangelove

Está muy interesante el tema, y siempre se aprende algo nuevo. Pensaba que Saladino murió invicto; desconocía su derrota en la batalla de Montgisard.

antiher0

#1 te has cerciorado de que es un hombre no?

CHiCoMaRTiNi

lo curioso es que en la cruzada de ricardo corazon de león saladino ya daba por perdida jerusalen, habia dado orden de abandonarla, y tuvo la suerte que ricardo levanto el asedio por ir a recuperar el trono de inglaterra

2 respuestas
Ninja-Killer

#25 Por eso y porque supuestamente una vez terminada la cruzada y recuperada Jerusalén, la inmensa mayoría de cristianos volvería a casa y quedaría de nuevo prácticamente indefensa. Lo mejor que hizo fue no atacarla

1 respuesta
Mysterio619

Muy buen curro de thread por parte de #1 ;)

Os recomendaría la novela de Geneviève Chauvel sobre la biografía de Saladino, quizá pueda hacerse un poco pesada porque hay que leer a pié de página muchas definiciones árabes pero está bastante completo el libro.

RedZero

Un grande. Una pena en lo que se ha convertido hoy el Islam.

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T-1000

#25 #26 Ricardo I Corazón de León no tenía ejercito para tomar Jerusalen, ni para mantenerla después de conquistarla, por eso se desvio de Jerusalen y fue a otra ciudad. Después por problemas en Inglaterra tuvo que irse y al poco tiempo Saladino murio.

Mirtor

Muy interesante, desde luego, ya conocía algunas cosillas sobre él pero ni mucho menos tantos detalles. Muy bien, sí señor.