el primer Gobierno nacionalista en una autonomía británica
Antes que nada decir que ya hace unos días de ésto, pero creo que sería importante que fuera expuesto el tema.
El líder del Partido Nacional Escocés (SNP), Alex Salmond, prometió ayer gobernar pactando cada política con la oposición tras ser elegido como ministro principal de un Ejecutivo autonómico minoritario. Salmond obtuvo 49 votos, los de los parlamentarios de su formación, más los de los dos representantes del Partido Verde. Desde los 46 escaños laboristas votaron en su contra y los 16 diputados conservadores, los otros tantos liberaldemócratas y un independiente se abstuvieron.
Los conservadores obtuvieron 17 diputados en las elecciones de hace trece días, pero uno de ellos, Alex Fergusson, fue designado en una votación previa como presidente de la Asamblea autonómica y, por tanto, perdió su derecho a voto.
Tras su designación, Salmond procedió al nombramiento de un Gabinete monocolor, en el que ha reducido las carteras ministeriales de nueve a seis: ministro principal, Hacienda, Sanidad, Educación, Justicia y Asuntos Rurales. También eligió a diez viceministros, dos menos de los que existían antes. Uno de ellos, el dedicado a las relaciones exteriores y europeas, será adscrito al departamento del ministro principal.
«Un país diverso»
En su discurso de aceptación, Salmond recordó la elección de un diputado de su partido de origen indopaquistaní, Bashir Ahmad, para afirmar que Escocia «no es un país dividido, sino diverso, y mucho más fuerte por ello». Reconoció también los límites de su Gobierno minoritario, pero los celebró como «una oportunidad para desarrollar un modelo de democracia nueva y fundamentalmente más reflexiva».
El primer Ejecutivo nacionalista en una autonomía británica está comprometido a convocar un referéndum sobre la independencia en 2010. Salmond dijo al respecto que «en este lado de la Cámara queremos la independencia y la igualdad para Escocia, pero no todos están de acuerdo». Y añadió: «Pero hay un amplio consenso sobre la necesidad de que este Parlamento asuma mayor responsabilidad en la gobernación del país. Compartimos la idea de que hemos emprendido un proceso de autogobierno y un entendimiento de la distancia que ya hemos recorrido».
Esas palabras sugieren que podría convocar un referéndum con varias opciones, tal como prometió durante la campaña electoral, cuando intentaba aún hacer posible una coalición con los liberaldemócratas tras los comicios. Entonces habló de una consulta en la que, además de preguntar la opinión sobre la independencia, se ofrezca la opción de reclamar un aumento de las competencias escocesas.