«La mayoría alega información incompleta o incorrecta sobre la vacuna de ARNm», explica el presidente de la Comisión Permanente de Vacunación (Stiko), Thomas Mertens, «podría suponerse que el personal médico tiene más conocimiento especializado sobre la vacuna, pero no es así, saben solamente lo que dice la empresa productora y difunden los medios de comunicación, y a muchos les resulta insuficiente».
«Hasta el momento no se sabe nada de los riesgos a largo plazo»
Dependiendo de las regiones y de los centros sanitarios, hasta un 60% y un 70% prefiere no ser vacunado. El ministro alemán de Sanidad, Jens Saphn, ha hizo la semana pasada un llamamiento a los empleados de instalaciones médicas o cuidadores de ancianos a vacunarse por «responsabilidad de quienes son cuidados y tratados», pero no parece haber sido escuchado.
Según la última encuesta de «ARD-Deutschlandtrend», la disposición a vacunar está aumentando en la población alemana en general. Se trata de un sondeo realizado por Infratest Dimap según el cual el 54% de la población admite querer vacunarse contra el coronavirus, es decir, 17 puntos porcentuales más que en noviembre de 2020. Los más jóvenes siguen menos abiertos a la vacuna mientras a medida que aumenta la edad va disminuyendo la preocupación por los efectos secundarios a largo plazo.