¿Cuántas veces habéis dicho esa frase?
Es decir, ¿cuántas veces habéis hecho algo a sabiendas de que más tarde os arrepentiríais?
¿Por qué sentimos el impulso de hacer cosas que sabemos que no van a salir bien?
Y lo más extraño de todo, ¿por qué a veces a posteriori no nos arrepentimos aunque el resultado ha sido el que sabíamos y en un principio pensábamos que nos íbamos a arrepentir?