Vamos a hacer resumen:
Indultos
Derogación sedición
Rebaja malversación
La pantomima de los pinganillos
Y ahora vamos a por la amnistía.
El problema es que no entendéis que a la mayoría de la ciudadanía esta lista le da totalmente igual, porque a la mayoría de la ciudadanía lo que le importa es su día a día, no le importa lo que unos supuestos puristas ortodoxos opinen desde el sofá de su casa.
Tanto los indultos como la derogación del delito de sedición tienen un nulo impacto en la ciudadanía, es más, ha tenido un impacto terriblemente positivo en su día a día. Han pasado de tener los periódicos y telediarios inundados de imágenes de Barcelona en llamas, de policías y guardias civiles malviviendo entra la mugre en un crucero ruinoso, palizas, asaltos, heridos y la sensación de que el país se podía fracturar en cualquier momento. ¿Qué ocupa ahora los telediarios? El beso de Rubiales y los pinganillos en el Congreso. El estrés que estos 2 asuntos generan en la ciudadanía es infinitamente inferior a lo anteriormente nombrado.
La modificación del delito de malversación es lo único que indirectamente podría preocupar a la ciudadanía, si consideramos que relajar las penas puede provocar un aumento de este tipo de delitos. Pero si el delito de malversación campa a sus anchas por España no es por la falta de medidas punitivas para combatirlo, sino por una justicia absolutamente deficitaria en medios e incapaz de perseguir este tipo de delitos. Da igual que la condena sea de 2, 20 o 200 años, que se seguirá aplicando exclusivamente a 4 funcionarios y a 2 alcaldes de localidades menores. La corrupción estructural de nuestro país no se soluciona aumentando o disminuyendo penas.
Lo de los pinganillos es que no voy ni a entrar, es un debate absolutamente artificial e inventado para intentar generar crispación política. Tanto es así, que en pocos meses ya absolutamente nadie hablará de ello y se tomará con absoluta normalidad. Es más, cuando el PP gobierne, que acabará haciéndolo en algún momento, no cambiará el uso de todas las lenguas en el Congreso, igual que no cambió muchas otras leyes de las que generó crisis impostadas como esta. ¿Pinganillos a cambio de no tener que ir a nuevas elecciones? Nuevamente el impacto que tiene en la ciudadanía es mucho menor que la alternativa.
Y esta es la realidad: En España el ciudadano no es un purista de las leyes que tranquilamente desde el sofá de su casa y con su vida solucionada se pregunta si se está actuando con una escrupulosidad aristotélica. Es una persona que espera que si el político no le soluciona sus problemas, al menos, no le genere de nuevos. Y ninguno de los puntos de la lista anterior le genera ningún problema y en cambio le ha solucionado unos cuantos.
Y por último, la gente no vota al PSOE por ser un ferviente defensor de lo que hace y de su doctrina. La gente en España vota opciones, y la opción al PSOE es un PP que llevó a España a una tensión territorial sin precedentes en nuestra democracia. Un PP, del que casi ningún ciudadano duda que si hubiese gestionado la crisis del 2018 y el COVID hubiese aprovechado para implantar recortes mucho más draconianos y ni en sueños hubiésemos visto medidas como la subida del salario mínimo.
Es o esto o aquello, y el aquello todavía sigue dando demasiado miedo visto en el lío que nos acabó metiendo con su plan sin fisuras de "españolizar a los catalanes".
Y respecto a #10682, que parece muy preocupado por lo que opine el votante extremeño y andaluz, recordarle que el PIB de Cataluña respecto al de España es prácticamente idéntico al de hace 30 años, para ser una comunidad autónoma favorecida, no ha variado casi ni un ápice su contribución. En cambio, Madrid hoy representa una porción bastante superior del PIB español del de hace 30 años. Pero claro, en vista de alguien de derechas, esto no es porque Madrid sea favorecida, sino porque sabe hacer las cosas bien.