Despiértate a la una de la tarde con los gritos de tu madre diciéndote que vayas a comer de una vez, comienza a abrir los ojos mientras tu madre entra cada dos minutos como una histérica y te acaba levantando de la cama de un tirón que acabas en el suelo, camina somnoliento por el pasillo en busca del servicio y lávate la cara para posteriormente ir a comer, come sin ganas, recién levantado mientras escuchas el monólogo de tu hermana contando cosas de su clase que a nadie le importan o escuchas como se mete con sus “amigas”, acaba de comer sin que nadie espere por ti, levántate de la mesa y mira la pila de platos que te están esperando para que los limpies, metete en la ducha e intenta olvidarte del mundo, escucha a tu madre golpeando la puerta mientras dice que el Atazar está seco por tu culpa, vístete como si fueras a una boda, ponte tu corbata y sal por la puerta de casa.
Corriendo para coger ese maldito bus que ves como pasa delante de tus narices sin llegar a cogerlo, espera quince minutos al próximo y sube en él, vete al final del bus y siéntate esperando mientras miras a alguna niña mona, levántate una parada antes para poder salir de ese mar de personas que se ha generado en tan sólo cinco paradas, bájate mirando como el otro autobús que debes coger iba justo delante del que te acabas de bajar, espera otros quince minutos, si tienes suerte, en pie mientras ves pasar otros buses que no tienes que coger.
Monta en el autobús repleto de personas, trata de hacerte hueco de llegar al fondo del bus donde es posible encuentres un sitio en el que no te vas a sentar pues seguramente se suba un anciano en la siguiente parada. Mira el reloj, piensa que ya llegas tarde si o si, desespérate por el atasco, y después, relájate, no te va la vida en ello, tan solo llegaras tarde un día más, baja del infernal autobús y desciende la cuesta que te llevará a la academia, abre la puerta y pide permiso para entrar mientras el profesor te increpa que siempre llegas tarde, aguanta hora tras hora a unos monótonos profesores que no paran de vacilarte, tanto a ti como a tus compañeros, con aires de superioridad, como si los que hemos sido educados por la LOGSE fuésemos peores personas. Ten un escaso cuarto de hora de descanso durante seis horas de clase, aguanta a ese profesor de física que se limita a leer el libro, que si le planteas una duda es incapaz de responderte.
Sal de clase de noche, acompañado con dos compañeros y ve a esperar al bus de nuevo, habla de cosas relativas a vuestro futuro con ellos, observa como todos tus compañeros de academia se van bajando por el camino y eres el último en descender del frio autobús, camina hacia casa mientras la brisa acaricia tu rostro, es una brisa cargada de humo, de polvo, está sucia y eso te hace recordar lo bien que estarías tumbado sobre la esterilla en medio del campo en una excursión con tus amigos, sueña despierto mientras llegas a casa y metete en el obscuro portal, sube las escaleras sin querer llegar a casa.
Abre la puerta y observa como un día mas no te han esperado para cenar, entra en tu habitación, cámbiate de ropa, ve al baño lávate las manos y la cara, mírate un instante al espejo y pregúntate quien eres, ve a la cocina y siéntate con esa familia, es tu familia pero… ¿realmente les conoces? ¿Qué sabes de ellos? Apenas podrías responder un examen sobre sus vidas y mucho menos aprobarlo, observa cómo mientras tú comes tu familia se va levantando de la mesa y otra vez te quedas solo, pero realmente lo agradeces, algo de paz es todo lo que quieres tras un año tan monótono. Ve al ordenador, enciéndelo, conecta el msn y abre el Firefox, pon Media-vida en la primera pestaña y el Tuenti en la segunda, observa cómo se iluminan varias pestañas del msn, algunas que te alegran y otras que no tanto, respondes a todos cortésmente y dialogas con los que mejor te llevas, te entretienen hasta tarde, estas feliz puedes dedicarle tiempo a los que de verdad te importan, pese a que sea poco y ellos sean muchos, pero afortunadamente no están todos conectados.
Escucha los pasos de tu madre diciéndote que dejes el ordenador y te pongas a estudiar, alegando que son las doce cuando no son ni las once y media, aguanta otra vez que venga cada dos minutos gritando, hasta que por fin amenaza con quitar el cable de internet, es entonces cuando por fin reaccionas y dices que vale, que ya lo dejas, y minimizas todas las ventanas, posteriormente apagas el monitor y dejas el PC encendido alegando que se están bajando unas cosas.
Comienzas a recoger la mesa que tu hermano ha llenado de mierda, lo dejas todo en el sofá excepto una torre de libros que utilizas para que no se vea el portátil que pones al lado cuando entre tu madre en la sala, extiendes tus cosas por la mesa, abres el cuaderno, el primero que coges, y posteriormente abres el portátil y vuelves a abrir los programas que abriste antes, intenta convencer a la gente para que se meta en una multiconversación del msn y tírate horas hablando descansando de vez en cuando para visitar las madrugadas de off-topic o ir al salón a intentar que tu madre se acueste, ve a la cocina, ponte a desayunar a las dos de la madrugada y regresa a la sala a hacer que estudias, estate otras dos horas chateando, y vuelve a la cocina a desayunar, y otra vez vuelve a la sala en la cual deberías estar estudiando, y sigue por ese gran mundo que es internet, empiezas a pensar que deberías estudiar, que te queda poco para la oposición, pero no tienes ganas y te quedas hablando con los que tienen insomnio, estas entretenido, con ellos te sientes a gusto, vas descubriendo que no son tan diferentes a ti.
Estas cansado, te dispones a ir a cama, pero de pronto descubres esa pila de platos que se te olvidó fregar a mediodía acrecentada por los cachivaches empleados en la cena, los friegas con desgana, al acabar te lavas las manos y haces el pis de por la noche, te metes en tu habitación estas cansado, no puedes encender la luz porque tu hermano está durmiendo en la litera de arriba, con el móvil como linterna te las apañas como puedes, no tienes ganas ni de ponerte el pijama, te denudas, abres la ventana y bajas la persiana, te metes en cama y te tapas con la manta, te pones un pañuelo al cuello y cierras los ojos. Estas cansado, pero de pronto todo tu sueño se ha evaporado, miras al somier de la cama de arriba, soñando despierto, pensando en lo que podrás llegar a ser, imaginando como podría ser la mujer perfecta, esa mujer que no existe, pero que a todos nos gustaría encontrar.
Con el paso de las horas consigues dormirte, desdichado de ti, tu hermano se levanta en poco tiempo para ir a la universidad y no repara en que tú sigues durmiendo, suena su despertador, enciende la luz, baja de la cama de un salto, cuando no pisa tu colchón, meneándote, se cambia, hace mucho ruido y al fin te consigue despertar, te tapas con la almohada y tratas de seguir durmiendo, pero hasta que no se va eres incapaz de dormirte, al poco rato se levanta tu hermana que habita a apenas un par de habitaciones hacia el este, y posteriormente tu madre, que cuando no hace ruido limpiando la casa lo hace mientras prepara la comida.
En tus momentos de reflexión estás harto de una vida tan monótona y aburrida, pero te consuelas pensando que aun así tienes suerte con la vida que tienes, no te falta nada, tan sólo un poco de acción, y piensas en el año que viene, que todo cambiará, piensas que por fin tu sueño se hará realidad. Pero de pronto los gritos de tu madre te vuelven a despertar, prepárate para otro día igual…
Sigue tú con mi vida por un día o dos, Senén Alvaredo, 14/04/2008