#27 Os cuento lo que le pasó a un tio mío cuando viajó a Barcelona:
Mi tío entra en un bar y pide una caña en castellano, el camarero se la pone y le dice: "Son noranta-cinc cèntims"
El madrileño deja sobre la barra noventa céntimos y sigue tomándose la caña tranquilamente.
A lo que el camarero le dice: "Escolti falten cinc cèntims" Y mi tío ni puto caso, como quien oye llover. A lo que el camarero ya rebotado le suelta: "Escolti que em deu cinc cèntims no em faci muntar un nombre m'està escoltant perfectament." Y mi tio a lo suyo, como si estuviese sólo en el local. Por fin el camarero, rojo de ira, y escupiendo las palabras dice: "Oiga desgracido me está oyendo y entendiendo perfectamente, págueme los cinco céntimos que me debe" A lo que mi tio sonriendo y echando mano al bolsillo para pagarle contesta: "Ya sabía yo que por cinco míseros céntimos ibas a hablar castellano.
jeje