Jóvenes delincuentes amenazan de muerte a comerciantes de Mataró
El propietario de un bar contrata seguridad privada para protegerse de las bandas de ladrones y los comerciantes estudian contratar patrullas profesionales
La escalada delictiva que protagonizan en Mataró (Maresme) grupos de jóvenes migrantes extutelados, alguno de los cuales es menor de edad, ha llegado al máximo exponente. Incluso se da el caso de comerciantes que para protegerse de las amenazas de muerte de estos individuos se ven obligados a contratar vigilancia privada.
Marc S. el propietario de un bar en la zona comercial de Mataró, tuvo la osadía el pasado 5 de junio de acudir a la llamada de auxilio de una tienda vecina a la que le acababan de robar un bolso. El hombre junto a otros vecinos intentaron retener al ladrón que acabó escapando. Y fue allí donde también empezó su calvario. El joven, un marroquí de 15 años que acumula numerosos antecedentes fue detenido y trasladado a la Fiscalía de Menores, de donde salía en libertad a las pocas horas pese que a que había sido identificado en una rueda de reconocimiento.
El ladronzuelo clamaba venganza y junto a tres compinches se dirigió al día siguiente al bar de Marc para amedrentarlo. “Me amenazaban, insultaban y lanzaban objetos que sacaban de las basuras”. La fortuna quiso que en aquel momento pasara por allí una patrulla policial que detuvo al menor y a él recomendó la interposición de una denuncia.
De nuevo, tras su detención fue puesto en libertad a las pocas horas, y no dudó en dirigirse a culminar su venganza junto a su banda de ladrones al céntrico establecimiento. “Me has denunciado y te voy a matar” le espetó al propietario mientras blandía una navaja apuntando al estómago y al cuello del camarero, que finalmente ha optado por protegerse. “He tenido que contratar seguridad privada, que me viene a buscar y me acompaña a casa con la recaudación” lamenta. "La policía hace lo que puede, pero es impotente para poner fin a tantos delitos"
El bar que regenta Marc ha sido asaltado en seis ocasiones en pocos meses, como muchos de los comercios de la zona, que ahora estudian invertir en patrullas de vigilancia privada. El propio Marc es testigo del incremento de robos con violencia que cometen estos grupos de jóvenes alojados en casas ocupadas.
Los comerciantes de la capital del Maresme relatan malas experiencias con estos grupos. “Van en patinetes que han robado de nuestras tiendas y se dedican al tirón de cadenas y bolsos”. Entran en los establecimientos y si les llamas la atención “te increpan y te amenazan”. Ayer mismo, en la zona de Ciutat Jardí, una mujer de edad avanzada tuvo que ser hospitalizada por las heridas que le causó uno de estos atracadores al arrojarla contra le suelo para robarle una cadena del cuello. Una situación que para los comerciantes ha llegado al límite y precisa de soluciones extremas.
Los vecinos exigen que “se actúe con contundencia ante ocupaciones ilegales” que alteran la “tranquilidad vecinal y generan inseguridad y alarma social”. Por todo ello, instan al Ayuntamiento de Mataró a gestionar los servicios de seguridad sin que “la ciudadanía sienta la necesidad de implicarse personalmente en labores de vigilancia, poniendo en peligro al vecindario” sugieren, en relación a la organización de patrullas vecinales de vigilancia.
Por otro lado, cientos de personas se dieron cita el pasado miércoles en la concentración antiracista en el Parc Nou de Mataró, convocada por varias entidades. Durante los parlamentos hubo recuerdos para George Floyd, el hombre fallecido en Estados Unidos por un exceso de brutalidad policial, pero también ser vieron pancartas contra las patrullas vecinales de vigilancia con textos como: “las patrullas y su racismo, huelen a fascismo”.
Parece ser que la situación está realmente jodida en Mataró. Los comerciantes no pueden más, se sienten vendidos y ya están empezando a contratar seguridad privada y además hay patrullas vecinales ya organizadas. La espiral de violencia no deja de crecer y la tasa de delitos en Mataró aumenta año a año.
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