#36 el problema es el cambio de paradigma en el uso de los ordenadores y los móviles de una generación a otra.
Para "millenials" (me incluyo) los ordenadores, móviles, y tecnología en general, inicialmente han sido para nosotros una herramienta de ocio o de trabajo: algo a lo que acudías puntualmente para estudiar, trabajar, entretenerte, desconectar o sociabilizar, sin reunir tantas funciones como se tienen actualmente.
A día de hoy, con un ordenador, móvil o tablet haces lo mismo, y muchísimas más cosas al ser herramientas tan potentes como para tener integrados todos los aspectos de tu vida en un único aparato: te informas, estudias, trabajas, haces la compra, juegas, te comunicas, te entretienes o sociabilizas todo en la palma de la mano o de tus dedos. Esta integración de todos los aspectos de tu vida es lo que provoca la dependencia.
La diferencia con respecto a la generación "Z" posterior y actual, es la manera de tenerlo integrado. Para ellos es una parte básica de su vida, tanto como comer, beber o ponerse ropa.
Pero esto no es nuevo, en generaciones inmediatamente anteriores esto ha pasado también cuando se integró la televisión, el teléfono, el agua corriente o el agua caliente, con respecto a nuestros abuelos o bisabuelos para los que supuso una revolución vivir el cambio de disponer de esos lujos, de los cuales muchos de ellos renegaban, igual que lo hacemos nosotros ante muchos cambios que para los que han venido después de nosotros, cuando para generaciones actuales es algo normalizado. Esa manera de rechazar los cambios se puede aplicar a los de la actualidad, la generación anterior a la actual no lo hemos tenido inicialmente integrado de la misma manera, hemos ido viviendo su desarrollo con los años, e integrándolo progresivamente hasta llegar a la ansiedad e incluso rechazo que nos genera actualmente.
Sinceramente, creo que dentro de unos años habrá estudios o surgirán datos que manifiesten este problema que se nos ha generado, y seguramente se llegue a ver los problemas psicológicos, físicos o sociales que genera esta dependencia, igual que con los años han aparecido con otros productos como el alcohol o el tabaco.