Lo importante de Castro es que empieza a destacar siendo bastante joven, y eso le da la capacidad para madurar correctamente.
A raíz de lo de la batalla cultural entre derecha e izquierda que mencionabais en la página anterior, esta entrevista es muy interesante
P: Pero cuando Hungría se unió a la Unión Europea, se comprometió a esa integración y asimilación. Hungría aceptó eso cuando entró.
R: No teníamos otra opción. Ni ninguno de los países vecinos de la región. Occidente no mostró ninguna intención de ofrecernos gestos magnánimos. No hubo un 'Plan Marshall', no hubo ayudas para ‘limpiar’ la basura de 40 años de comunismo. Ellos 'liberaron' el capitalismo salvaje sobre nosotros, y se comportaron con nosotros de maneras que en sus propios países nunca habían sido toleradas. Y la oferta fue: debíamos hacer todo lo que ellos esperaban que hiciéramos y, una vez dentro de la Unión Europea, nos convertiríamos en socios en igualdad de condiciones… Algo que no pasó.
Es cierto, nosotros también queríamos llegar a ser como ellos; no hubo resistencia en contra de este proyecto porque teníamos muy poco conocimiento sobre Occidente, nosotros habíamos estado aislados de ellos por casi medio siglo, y en muchos aspectos no nos habíamos dado cuenta de la situación allí. El resultado fue que la red asistencial que se había construido en mayor medida en el comunismo y socialismo fue profundamente sacudida, y mientras tanto los deseados niveles de opulencia no se materializaron, muchas personas perdieron sus trabajos, y tuvieron que empezar de cero.
Cuando alguien habla de manipular la historia sin tapujos y de un término tan oscuro como cultura, posiblemente estés ante algo muy jodido.
Dejo entrada del Filomat donde se tritura la estupidez de identidad cultural: http://www.filosofia.org/filomat/df424.htm
#118 la derecha ha cogido el sujeto colectivo (en España) más grande: la ciudadanía en su conjunto. Aquellos que no tienen una identidad reivindicada y les ha dicho que están aquí, además se dirige a los españoles en su conjunto y les dice que se van a esforzar porque vivan mejor (sea esto cierto o no).
La izquierda ha preferido ir abriendo frentes por todos lados y adaptando el discurso al oyente (leí que existía una asociación para mujeres negras) y la sociedad tiene la percepción de que solo se ocupa del diferente y no de ellos. Como en la parábola del hijo pródigo, la izquierda presta atención al descarriado y no al que cumple, y esto genera insatisfacción entre los segundos.
El desencanto del 15M resurge y lo está capitalizando la derecha.
#124 El actual auge de la derecha está explicado en Polanyi "La gran transformación" Y a mí el cuento de que la izquierda sólo se preocupa de las identidades fragmentarias y se ha olvidado del obrero me suena a profecía autocumplida de asustaviejas.
#125 La izquierda (las indefinidas, todas en España) ya no es materialista ni tiene un mensaje obrerista basado en la clase, esto es un hecho. Ahora es posmoderna, y se apoya en todas las minorías o grupos desfavorecidos (entienden que la opresion ya no es solo económica) que pueda inventarse en virtud de mantener el sistema consumista de mercado. Al final, no es más que una superestructura del modelo económico y ellos la clase dominante políticamente organizada.
Como dice Fusaro, ante la ausencia de fascismo y la presencia del capitalismo, seamos antifascistas para no ser anticapitalistas. Así nos podemos encontrar esperpentos como el del cineasta este de Aida pidiendo dinero público para hacer "cultura antifascista", que me gustaría saber qué cojones es eso xd. U ostros peores, como la reacción nacionalista aplaudida por izquierdistas.
#125 hay que saber diferenciar entre la realidad y la percepción que se tiene de ella. La gente lee periódicos y ve los telediarios, no sesudos análisis ni monografías.
Os traigo una entrevista a un grande entre los grandes, Lord Bertrand Russell
Disfrutadlo, que yo he de trabajar con sus ensayos xD
Confessions of a Social Constructionist
If I had known, 20 years ago, that my side in the ideological wars over gender and sex was going to win so decisively, I would have been ecstatic. Back then, I spent many evenings at the pub or at dinner parties debating gender and identity with other graduate students; or, really, anyone who would listen—my mother-in-law, my relatives, or just a random person unlucky enough to be in my presence. I insisted that there was no such thing as sex. And I knew it. I just knew it. Because I was a gender historian.
The problem is: I was wrong. Or, to be a bit more accurate, I got things partly right. But then, for the rest, I basically just made it up.
In my defence, I wasn’t alone. Everyone was (and is) making it up. That’s how the gender-studies field works. But it’s not much of a defence. I should have known better
oh boi
#126sephirox:#125 La izquierda (las indefinidas, todas en España) ya no es materialista ni tiene un mensaje obrerista basado en la clase, esto es un hecho. Ahora es posmoderna, y se apoya en todas las minorías o grupos desfavorecidos (entienden que la opresion ya no es solo económica) que pueda inventarse en virtud de mantener el sistema consumista de mercado. Al final, no es más que una superestructura del modelo económico y ellos la clase dominante políticamente organizada.
Como dice Fusaro, ante la ausencia de fascismo y la presencia del capitalismo, seamos antifascistas para no ser anticapitalistas. Así nos podemos encontrar esperpentos como el del cineasta este de Aida pidiendo dinero público para hacer "cultura antifascista", que me gustaría saber qué cojones es eso xd. U ostros peores, como la reacción nacionalista aplaudida por izquierdistas.
En referencia a esto e incluyendo la entrevista a Fernando Broncano, creo que se está teorizando de más sobre la izquierda y da lugar a piruetas mentales bastante tochas. En momentos políticos delicados donde las posturas se radicalizan, la izquierda siempre se fracciona entre corrientes progresistas y corrientes conservadoras. Apelar al obrerismo de una manera casi folclórica esa una constante en periodos de cambio/crisis.
Un hecho peculiar es que la derecha juega al análisis constructivo sobre los escombros de la izquierda, pero es un análisis sesgado y que también baila mucho. Por decirlo más claro, hace no tantos años, la derecha solía decir que el obrerismo era algo ya desfasado, no se podía vivir de la imagen del trabajador industrial apretando tuercas a lo Stajanov porque la sociedad había cambiado. A dia de hoy, esa misma derecha reclama para la izquierda ese obrerismo como si existiera un interés altruista pero que realmente es una cuestión interesada sobre asentar la posición conservadora de la izquierda. De ahí que se vean algunos extraños matrimonios entre escritores, periodistas y algunos intelectuales que caen en ese lugar mágico donde se pueden dar la mano.
A efectos prácticos, el obrerismo lleva casi medio siglo con un impacto nulo en España a diferencia de los nuevos movimientos políticos en torno a las diferentes identidades, que tienen un calado social y cultural muchísimo mayor (tal es así que es la comidilla diaria). Un error gravísimo de Broncano es hacer una lectura militante, de partido (y además de militante leninista) cuando los movimientos sociales de mayor impacto son por norma, llevados por gente con escasa o nula militancia.
¿Que a veces estas identidades más visibles cabalgan a lomos del marketing capitalista? Puede ser, pero el error es considerar que esas mismas identidades son producto de ese marketing y no al revés.
Más
The New American Millennial Right
https://www.tabletmag.com/jewish-news-and-politics/298148/the-new-millennial-american-right
Quizá dos de los máximos representantes o pundits de la izquierda y la derecha estadounidense, debatiendo durante hora y veinte minutos.
Bueno, me apunto a sumar algo a uno de los mejores hilos de MV (e infravalorados), esta vez trayendo algo muy a colación con los sucesos actuales, la moral de Piotr Kropotkin, el Príncipe Anarquista. Sin más, dejo el artículo:
Esparcir la vida
El pensamiento anarquista sigue siendo tremendamente fértil y su presencia viva se percibe, de una manera u otra, en todos los movimientos sociales de impugnación de nuestro país.Aunque parezca tan inactual, y vuelva a estar criminalizado, el pensamiento anarquista sigue siendo tremendamente fértil y su presencia viva se percibe, de una manera u otra, en todos los movimientos sociales de impugnación de nuestro país. Este texto intenta actualizar, con la ayuda de Kropotkin, la necesidad de una moral natural, fácil de entender y entroncada con la vida. Se trata de una de las derivadas menos conocidas de las investigaciones y postulados sobre el apoyo mutuo, la piedra angular del pensamiento de Kropotkin, que estuvo siempre preocupado por el tema de la moralidad natural, o el sentimiento espontáneo de lo moral en los seres vivos sociales. De hecho, en los últimos años de su vida trabajó intensamente (y en circunstancias vitales muy penosas, en su retiro en Rusia, vigilado por la policía bolchevique y viviendo en una pobreza absoluta, gracias al apoyo de amigos y compañeros) en lo que iba a ser un gran tratado sobre Ética, que la muerte no le permitió acabar.
A pesar de que hay una edición en español de este tratado incompleto, no me ha sido posible consultarlo. Sin embargo sí he podido leer dos textos cortos sobre este tema, donde ya están condensadas sus ideas fundamentales. Uno es un folleto, que recopilaba una serie de artículos escritos para La Révolte, que respondía al título de La moral anarquista. Se publicó en España una década después y fue muy conocido y difundido en los medios anarquistas españoles a través, fundamentalmente, de las publicaciones de la Escuela Moderna. y -ya en tiempos de guerra y revolución- de la mano de Tierra y Libertad, que lo editó junto al texto de la conferencia a la que me voy a referir a continuación: Justicia y Moralidad, elaborado como respuesta a un famoso artículo, famoso entonces, de Huxley, un discípulo de Darwin (a quien, sin embargo, salvaba del radicalismo de sus seguidores). En esa conferencia, como muchas otras veces, defendió la «ley del apoyo mutuo, una ley de la naturaleza que garantiza el éxito, la conservación y la evolución de la especie que mejor la sabe practicar». Las ediciones posteriores han mantenido la edición conjunta de los dos escritos.
En sus textos sobre la moral, Kropotkin siempre defendió una estructura tripartita, tal que así:
Hay que distinguir en la moral, cuando menos, tres elementos constitutivos:
– el instinto, es decir, la costumbre heredada de la sociabilidad;
– la representación conceptual de la justicia y
– el sentimiento apoyado por la razón que puede llamarse abnegación, desinterés, desprendimiento.Un concepto triangular, como se ve, tremendamente sencillo y útil, convenientemente alejado de cualquier planteamiento sobrenatural, tanto como de la justicia punitiva, con su terrible balanza del premio y el castigo.
Respecto al instinto moral (a una moralidad innata, si se quiere, que tras convertirse en hábito, termina por conceptualizarse con ayuda de la razón), Kropotkin, que era un gran naturalista, zoólogo y geógrafo, aporta siempre numerosos y sabrosos ejemplos del mundo animal y de los humanos primitivos. Pero bástenos esta afirmación tajante de carácter general, entresacada de La moral anarquista:
Sin esa solidaridad del individuo con la especie, nunca el mundo animal se hubiera desarrollado ni perfeccionado. El ser más adelantado en la tierra sería aún uno de esos grumos que flotan en las aguas y que apenas se perciben con el microscopio. Ni aún existirían las primeras agregaciones de células: ¿no son ya un acto de asociación para la lucha?
Es ese sentido ético, cristalizado en la idea fundamental de la ayuda recíproca, el que fundamenta el pensamiento ético «fuerte» que Kropotkin busca para el anarquismo, no el «miedo mutuo» del que hablaba Hobbes, ni la necesidad previa de un «pacto social», propugnado por este mismo pensador y repetido hasta la saciedad en nuestros días. El punto de partida, el único principio de una moral anarquista, es tratar a los demás como uno quiere ser tratado. Ese principio es el que plantea como necesidad complementaria la igualdad y la justicia, pues no es posible de otra manera.
A la igualdad dedica palabras tan hermosas como estas (una vez más, citamos del primero de los dos libritos que nos acompañan):
Nos hemos sublevado, y hemos invitado a los demás a sublevarse, contra los que se abrogan el derecho de tratar a otros como ellos no quisieran de ninguna manera ser tratados; contra los que no querrían ni ser engañados, ni explotados, ni embrutecidos, ni prostituidos, sino que lo hacen por culpa de los demás. La mentira, la brutalidad, etc., son repugnantes, no por que sean desaprobadas por los códigos de moralidad -descontemos esos códigos-, son repugnantes porque la mentira, la brutalidad, etc., sublevan los sentimientos de igualdad de aquel para quien la igualdad no es una vana palabra.
El tercer elemento del triángulo de la moral anarquista es el más delicado de razonar, pero es al que Kropotkin dedica quizá más espacio. Es un principio que rehuye incluso un nombre, de tal manera que su concepto mismo resbala entre ellos: magnanimidad, desprendimiento, deber, magnificiencia… Incluye a veces el sacrificio. Pero pese a lo que parece, es un concepto que se hincha de alegría, fuerza, energía desbordadora. Hay unas palabras (de Guyau, un hoy desconocido autor francés) que el príncipe anarquista repite en varias ocasiones: «nos sobran lágrimas, nos sobra alegría». Para repartirlas, pues:
Toda energía acumulada ejerce presión sobre los obstáculos colocados ante ella. Poder obrar es deber obrar. Y toda esa obligación moral, de la cual se ha hablado y escrito tanto, despojada de toda suerte de misticismos, se reduce a esta verdadera concepción: la vida no puede mantenerse sino es a condición de esparcirse. (…) Lo mismo le sucede al ser humano cuando está pletórico de fuerza y de energía. La fuerza se acumula en él; esparce su vida, da sin contar, sin lo cual no viviría; y si debe perecer, como la flor, deshojándose, no importa: la savia sube, si la hay. Sé fuerte: desborda de energía intelectual y pasional, y verterás sobre los otros tu inteligencia, tu amor, tu actividad. He ahí a lo que se reduce toda la enseñanza moral, despojada de las hipocresías del ascetismo oriental.
No hay mejor manera de acabar. Esta alegría desbordadora en defensa de la vida es el gran legado de uno de los padres del anarquismo, y es tan necesaria en estos tiempos oscuros como lo era en los que le tocó vivir a él.
https://www.elsaltodiario.com/el-blog-de-el-salto/esparcir-la-vida
Hoy, más que nunca, apoyo mutuo y cooperativismo para solventar la crisis humanitaria. Piotr, más vivo que nunca, pues los hombres pueden morir, las ideas nunca mientras exista alguien que las recuerde. Un saludo a todos.
Dejo un vídeo muy interesante de Jesús Maestro sobre el tema que ahora nos atañe: protestantismo, catolicismo y coronavirus, impacto y respuesta por parte de los diferentes modelos políticos impregnados por una u otra moralidad.
#144 coincido en lo que dice, pero me parece extremadamente pesada su forma de escribir y los primeros 4 minutos me han parecido una turra importante.
Un análisis de situación muy poco halagüeño del economista Branko Milanovic
https://www.letraslibres.com/espana-mexico/economia/el-mundo-despues-del-coronavirus