#96 Los servicios públicos tienen varios problemas asociados a su propia existencia. Por un lado, al igual que los funcionarios, son por definición ineficientes y dados al sobre-gasto. La falsa percepción de que el dinero de todos no es de nadie hace que no prime la eficiencia, a veces llevar un bus a un pueblo de 50 personas simplemente no es rentable.
Otro de los problemas de los servicios públicos es que casi todos tienen repago. Es decir, con mi impuestos pago los autobuses públicos, sin embargo cuando me monto en un bus, no solo repago el bus, si no que pago impuestos sobre ese repago, es decir, pago de 3 maneras diferentes el mismo servicio. Lo mismo es aplicable a todos los transportes, a la administración, donde a menudo tienes que pagar dinero por ir a pedir un certificado, a veces tenemos que pagar incluso por hacer cosas a las que estamos obligados.
Por último, y el gran fantasma de todo lo público es, como explicaba Friedman, que las cosas no variaban los costes según estas fueran públicas o privadas, los costes asociados al sistema de precios se mantienen, lo que cambia es que las personas que no utilizan un servicio público están subvencionando a aquellas que sí lo hacen. Las universidades públicas son un ejemplo muy claro de esto, así como el transporte, la sanidad, las autopistas, etc, etc.
Gastar no es gratis, ese es el core del problema. Todo lo que se gasta, alguien lo ha tenido que sudar. Y lo que gasta el estado en cosas públicas, lo sudan sus ciudadanos más que si tuvieran que obtener ese mismo servicio de una fuente privada.