Hace apenas 12 horas que se ha producido un atentado en la australiana ciudad Melbourne y es de gran asombro que los medios de comunicación más importantes de este país no hayan recogido aún los hechos.
Supongo que, dadas las grandes distancias, no tiene tanto calado a nivel comunicativo.
Si hubiese sido en Francia, Holanda o Alemania, ya nos hubiésemos puesto la respectiva bandera en Facebook o hubiésemos cantado Imagine al son de tal conocido piano. Como está a tomar por el culo, nuestros seguidores de las redes sociales más asiduas, no están interesados en cuanto a rezar, cantar o bailar ante acontecimientos, literalmente, kilométricos.