Buenas, gente. Ante todo decir que este post no es un ataque. Simplemente me gustaría compartir y debatir mi opinión debido a ciertos acontecimientos que me han hecho tener una visión más pragmática sobre los videojuegos en sí.
Pequeña introducción
Para que todo lo que voy a contar tenga algo de sentido primero he de explicar que soy una persona con una constancia explosiva. Con ello quiero decir que tengo momentos de lucided total y no paro de hacer cosas productivas y luego tengo momentos de dejadez, los cuales suelen ser más largos que los productivos. Bastante más, de hecho.
Desde Diciembre hasta hoy he tenido momentos de jugar como un mulo sin parar y he tenido momentos de producción. El problema es que he visto como los momentos de producción han ido disminuyendo paulatinamente. Tras eso he ido dejando de jugar progresivamente y he empezado a analizar la importancia de los videojuegos tanto en mi mismo como en otras personas con las que he argumentado el tema. Tras ver todo el conjunto y analizar ciertos patrones me he dado cuenta de que, al menos para mi, los videojuegos son una lacra.
¿SON ACASO LOS VIDEOJUEGOS UNA LACRA?
A partir de aquí empezaré a poner varios casos reales de gente que conozco que son amantes del sujeto a tratar e iré entrelazándolos con los puntos de vista que me han hecho llegar a esta conclusión.
¿QUE FACTORES ME HAN HECHO LLEGAR A ESTA CONCLUSIÓN?
Hay varios factores que muchos ya sabemos de los videojuegos y que cada vez son más palpables. Las empresas hacen todo lo posible para crear componentes los cuales hacen que quieras pasar más tiempo en sus plataformas. Haciendo que afiances lazos con el juego, entrando en su vorágine de compras añadidas, pagos mensuales, exclusividades por longevidad, loot boxes, etc.
Además dichas empresas ya no se centran en hacer varios videojuegos. Quieren hacer uno totalitario. Que sea su buque insignia y, a ser posible, que sea su mayor reporte de ingresos. Hacerlo lo más accesible posible y que el usuario no gaste mucho tiempo entre partidas. Pero que sí le genere esa necesidad de continuar. Cada vez son menos los juegos de un jugador que veo salir al mercado y cada vez más son las compañías nuevas que salen o que se adentran en el mercado de juegos online. Por lo tanto todo esto mencionado ya es práctiamente ley en la industria.Por otro lado todos los videojuegos te hacen realizar multitareas. No voy a entrar en el debate de si hacer multitareas te hace ser menos inteligente o no. Pero en mi caso sí que me hace divagar más. No solo he notado que soy más distraido si no que además me cuesta focalizar en una tarea única más que si tengo que hacer varias cosas a la vez.
https://muhimu.es/salud/multitarea/
En este artículo hace más referencia a las redes sociales y al uso del internet de ocio. Pero es bastante extrapolable al campo de los videjuegos.Los videojuegos te hacen creer que eres completamente sociable. O así lo he vivido yo. Tanto los juegos online como algunos single player intentan jugar con ese componente de que dentro de ellos tienes vida social, amigos, relaciones estrechas... Al final no son más que una mentira. Muchas veces se nos olvida que tenemos ese tipo de relaciones porque somos un bien útil dentro del juego. En el momento que dejamos de serlo ya no hay círculos sociales. En el momento que no estamos dentro de esa vorágine de saltar de juego en juego o de ser un usurio activo de uno ya no tenemos compañeros, desaparecen con él. Y, como repito, incluso juegos de un solo jugador intentan simular ese componente social. Juegos como SIMS o incluso FF XV (aunque suene a chiste, pero así es).
Al fin y al cabo es cuestión de ludopatía. Nuestro cerebro se siente bien dentro de ese entorno virtual en el cual tenemos control de la mayoría de las cosas. Recibimos recompensas instantaneas y nos sentimos bien con nosotros mismos. El problema reside en que esas recompensas no son tangibles. Esos logros no son cuantificables y al final del día no nos han aportado nada. Pero aún así nuestro cerebro ya ha soltado todas esas drogas que nos hacen sentir bien, lo único que en un tiempo estrecho de tiempo. Esos impulsos que el cerebro debería soltar al final del día o de la semana tras completar nuestros logros te lo está soltando a cada 20 minutos, haciéndose dependiente del componente que genera este hecho. Y al final el cerebro se olvida de que no estás consiguiendo nada con ello. Es como aquella persona adicta al dinero. Cada vez que en su cuenta le entra el estracto tan deseado le da igual las palizas insalubres que se ha dado en el mes, y ese dinero lo invertirá en ganar más. Y así es su espiral, aunque por desgracia el tirarte horas trabajando para tener más dinero es más tangible que tirarte horas jugando a videojuegos.
Tras todo esto, y vuelvo a repetir, no quiero saber nada de videojuegos. Quiero leer más, estudiar más lo que me gusta, relacionarme con más gente, hacer actividades con gente con la que disfruto. Creo que al final del día son las cosas que te hacen sacarte una sonrisa. Y no cerrar los ojos y que en tu mente hayan pasajes de los juegos a los que has estado gastando horas al terminar la jornada.
Y si algún tengo que volver a jugar a un juego prefiero que sea un monopoly o, llegando a un extremo, una partida de rol de mesa. Me parece mucho más interesante compartir con gente esos juegos que tener que hacerlo frente a una pantalla que, desde luego, me está dejando ciego.
Este es el camino que he decidido yo. Respetaré y no diré a nadie nada de lo que haga con su vida. Cada uno es mayor para saber en qué gasta su tiempo y si le es rentable o no.
Y aquí es cuando me gustaría saber vuestras opiniones, experiencias y anécdotas referente al tema. ¡No os cortéis! Y recordad que a veces es mejor hacer un examen de humildad antes que cubrirse con una capa de mentiras a la que defender.