Muchos conoceréis (o no tantos) a Clara Grima, una matemática española que aparece en Órbita Laika hablando de ciencia y matemáticas, una mujer que ha triunfado en "un mundo de hombres"; pues a esta mujer se le ha ocurrido escribir un artículo criticando una parte del feminismo, la más recalcitrante y misándrica, utilizando para ello una cabeza visible a la que denomina "Sor Feminista". La bloguera, tuitera y colaboradora de eldiario.es Barbijaputa, que es conocida por su acidez e ironía en el trato constante que hace sobre temas de machismo se ha visto identificada con dicha figura y ha respondido con otro artículo, éste, pese a no ser citada directamente en ningún momento haciendo una suerte de "defensa de su honor feminista".
¿Quien creéis que tiene razón?
¿Hasta que punto es más válida una opinión que la otra?
¿Ser una mujer que ha combinado esa condición con una carrera profesional plena en el mundo de las ciencias hace que tu experiencia con los hombres varíe?
¿Por qué cuando se hace una crítica desde el feminismo hacia parte del propio feminismo hay ataques internos, no debería ser la autocrítica la base de un movimiento supuestamente igualitario?
¿Se equivoca alguna de las dos, aunque sólo sea en las formas?
En mi opinión está claro que el artículo de Clara no iba con la intención de atacar el feminismo en si, si no a los "feministas" que se creen con la autoridad moral del que se sabe conocedor de la verdad absoluta, diciendo a los demás lo que es machismo y lo que no; que son una lacra para el verdadero movimiento igualitario, una especie de policía de internet, sobreprotegida al más puro estilo chupipandi de mediavida (si te metes con uno te metes con todos, y todos se tiran a tu cuello). Me parece vergonzoso que cuando se haga un poco de crítica por parte de un miembro del movimiento que sea, se le ataque o critique, y más cuando es una persona que realmente ha hecho algo más que poner panfletos (tanto físicos como digitales), ha demostrado la igualdad del hombre y la mujer en campos científicos con su propio ejemplo y la posibilidad de desarrollar una vida social y familiar plena al mismo tiempo (con vida familiar me refiero al hecho de compaginar la crianza de los propios hijos con un trabajo exigente).