Vista desde fuera, la demisexualidad me parece una maldición. Pocas cosas me parecen tan humanas como la atracción sexual pura, inmediata e irracional. Para mí, ser demisexual sería algo así como renunciar a mi sensibilidad por el arte. Pero claro, vista desde dentro no será tan jodida, imagino.
A ver, qué podría preguntarte. Me interesa saber qué dice la literatura científica al respecto. ¿Se han encontrado diferencias biológicas en el cerebro de los demisexuales, como si se han encontrado con homosexuales y transexuales? No pretendo deslegitimar la orientación sexual con la que te identificas; tan sólo es genuino interés.