Tengo un serio problema, un problema de esos que hacen que no puedas dormir y que te obsesionan. No es nada económico, ni amoroso, ni de drogas… Es algo más profundo que todo eso, y es que llevo tiempo dándome cuenta que soy un manipulador misógino y egocéntrico.
Os preguntareis a que me refiero cuando digo lo de manipulador y misógino ¿No? Con esto quiero decir que me encanta aprovecharme de las chicas que tengo a mí alrededor, ya sea de una manera sexual, económica o simplemente aprovecharme de su confianza para conseguir favores.
Tampoco es todo tan frío y premeditado como parece. De una manera involuntaria, cuando conozco alguna chica (compañeras de trabajo, nuevas amigas, conocidas…) me basta media hora de conversación para hacer un análisis de la persona (incluso, solo por su forma de actuar, por sus gestos y su vocabulario puedo saber si una persona tiene hermanos, si son chicos o chicas y se el es el mayor o pequeño). Con todos los datos recopilados puedo amoldarme a la persona y llegar a ser básicamente su chico ideal: con la dosis justa de cariño, de atención, de humor… De esa manera me gano la confianza de casi todas las chicas de mí alrededor, y cuando necesito algo de ellas, sea lo que sea, con un poco de palabrería y táctica lo logro.
Muchos estaréis pensando que esto es la polla, pero no, no lo es, a mí me esta destruyendo psicológicamente por varios motivos:
El remordimiento que tengo cuando se que he aprovechado la posición ventajosa que me da el que una chica me considera su amigo (aun que a mi me sude la polla la chica en cuestión) para mí propio beneficio.
El no saber quien soy realmente. Llevar el estilo de vida que llevo requiere mentir más que hablar, tanto es así que he llegado a un punto que ya no se que es verdad y que es mentira. Cuando siento algo tengo que reflexionar si esa sensación es mía o de alguna de mis otras personalidades. Cada día me cuesta más expresar algo, porque cada día me cuesta más saber que es cierto y que no.
El hacer lo que hago me lleva pensar en lo que he hecho, y el pensar en lo que he hecho me lleva a darme cuenta que soy una mala persona. Desde que soy niño he sido conciente de que tengo una personalidad y un carisma que destacan y siempre lo he aprovechado inocentemente: para conseguir el favor de alguien, o destacar para tener más posibilidades en algo… Nunca utilice esta faceta mía para hacer daño, o al menos esa no fue nunca mi intención. Pero ahora es distinto, me he vuelto un megalomaníatico, egocéntrico, un déspota… Una de mis mayores aficiones es enamorar (literalmente enamorar) a las chicas que veo más sumisas para ver hasta que punto puedo ser hijo de putas con ellas. He hecho mucho daño de este modo, y lo peor de todo es que, aun que ahora este arrepentido, se que lo volveré a hacer, porque me encanta.
He hecho cosas terribles, imaginaos lo peor y probablemente lo haya hecho, o sino habré estado cerca (nunca he matado ni nada así), y no quiero seguir haciéndolo. Me doy asco a mí mismo, y cuando le conté esto a mi madre entre lágrimas me prometió que buscaríamos ayuda, y así fue, empecé a ir a un psicólogo y después de un par de sesiones este me remitió a un psiquiatra.
Realmente no se porque cuento esto aquí, si se que lo único voy a encontrar insultos, pero me da igual. Llevo toda la noche sin dormir por los nervios de que hoy es mi primera cita con la psiquiatra y porque, una noche más, me han acosado el fantasma de los remordimientos.
Un saludo MV.
RPV: Abuso de las mujeres y las hago sufrir por pura diversión. Si te lees todo tendrás más info.