Carlos Aragonés Mendiguchía cesó como diputado en el Congreso el 27 de octubre, como el grueso de señorías. Se ha terminado la legislatura y las Cortes están cerradas aunque la Diputación Permanente está alerta por si hay algún fuego que apagar en Cataluña. Aragonés, del Partido Popular, ha culminado así su sexta legislatura como parlamentario aunque no ha estado en todas de manera completa. Empezó en 1993. Nació en 1956. Acumula, por lo tanto, unos 22 años cobrando sueldos públicos ya sea como cargo electo o como cargo de confianza. En la ficha personal de Aragonés, en la página web del Congreso, no se menciona actividad alguna en la empresa privada.
Lo que no sabíamos, y hemos conocido recientemente gracias al trabajo de los compañeros de ‘Qué Hacen los Diputados’, es el nivel de tareas que puede llegar a asumir un representante de la soberanía nacional. Esta web ha establecido una lista de 20 diputados que se han dedicado a ver pasar la vida durante cuatro años. O eso parece. Los vagos de la clase, en pocas palabras. Y Aragonés no ha sido un novato en esta legislatura. Es cierto que medir el rendimiento de un diputado conlleva una carga de subjetividad. ¿Qué parámetros son válidos? ¿El número de intervenciones, de preguntas planteadas, el número de proposiciones no de ley presentadas, el número de reuniones a las que has acudido, las faltas de asistencia a los plenos y comisiones? ¿Cuántos diputados ‘mueble’ acumulamos en el hemiciclo del Congreso, del Senado y del resto de cámaras autonómicas?
Hace tres años, en 2012, intervino una vez en una comisión. Desde entonces, ni pío. En su historial puedes comprobar que ha presentado nueve preguntas escritas. Eso nos da una media de algo más de dos preguntas por año. Una pregunta escrita es un documento que puede ocupar menos de medio folio. Impresionante. Con frecuencia, no la redactan ni los propios diputados. De eso se encargan los asesores del Grupo.
Aragonés fue durante ocho años jefe de gabinete de Aznar cuando este era presidente. Militó en las juventudes de la Unión Liberal a principios de los 80. En 1987 ingresó en Alianza Popular. Es otro ejemplo más, otro producto de las secciones juveniles de los partidos. Un cáncer para la democracia. En 1990 fue nombrado secretario de Estudios y Programas del PP. Tres años después seguía escalando en la calle Génova y se hizo un hueco en el Comité Ejecutivo Nacional. Tras la victoria de Aznar en 1996 asume el cargo de director de Gabinete de la Presidencia del Gobierno con rango de secretario de Estado. Así hasta 2004. Está casado con Lucía Figar, también afiliada al PP y que fue consejera de la Comunidad de Madrid entre 2012 y 2015. Presentó su dimisión tras ser imputada en la llamada ‘Operación Púnica’.
La nómina, la extra y la renta
Aragonés cobra la asignación constitucional básica de 2.813 euros brutos al mes (14 pagas) y el complemento por ser presidente de la Comisión de Cooperación Internacional. Son 1.431 euros más (14 pagas). Al presentarse por la circunscripción de Madrid percibe 870 euros al mes (12 pagas), libres de impuestos, en concepto de indemnización, para gastos. Su nómina son 5.115 euros brutos, de los que 870 no tributan. Una paga extra (dos al año) son 4.245 euros brutos. Si hacemos cálculos, en junio, la suma de la extra y la nómina fue de 9.360 euros brutos, aunque 870 eran libres de impuestos.
En su declaración de bienes y renta, firmada con fecha de mayo de 2012, afirma que no tiene deudas y que pagó un año antes 8.649 euros de IRPF. Fue profesor invitado al Instituto de Empresa y percibió por ello 1.727 euros. Aragonés es licenciado en Filosofía.
Tenía 34.328 euros en una cuenta corriente en mayo de 2012 (esta cifra no nos dice mucho si no se obliga a los cargos públicos a publicar otra declaración cuando finaliza su trabajo para comprobar si se han enriquecido ilícitamente). Disponía de casi 30.000 euros en acciones, más de 55.600 euros en un plan de inversiones y un plan de pensiones de 110.963 euros.
¿Y qué pasa con la famosa indemnización de transición que te hemos contado en Sueldos Públicos? Son más de 50 días desde la disolución de la Cámara hasta el día de antes de las elecciones, el 19 de diciembre. Casi dos sueldos completos. La cantidad es la misma que la nómina pero con una diferencia. La indemnización sí tributa. Por lo tanto, en noviembre cobrará 5.115 euros brutos.
¿Y qué pasa con la indemnización por cese? ¿Otra indemnización? ¿Qué cachondeo es este? Aunque todavía no sabemos si Aragonés repetirá en el cargo, imagina por un momento que sí está en las listas pero no sale reelegido. Pues bien, los diputados y senadores que no sean reelegidos en las próximas elecciones tienen derecho a recibir la llamada indemnización por cese si acumula más de dos años de mandato. Aragonés los acumula. La Mesa del Congreso estableció en 2008 que esta prestación sería de una mensualidad de la asignación constitucional (que actualmente es de 2.813 euros al mes) por cada año de mandato o fracción superior a seis meses. Como máximo se puede cobrar durante 24 mensualidades, lo que significa que pueden cobrar hasta 67.512 euros cada uno.
Como he dicho recientemente en otros hilos: Se os mean en la cara, os dicen que llueve y encima abrís la boca pidiendo más. Yo lo tengo claro, estas próximas elecciones voy a votar al PP.