Una mujer estadounidense de 39 años, que sufría el trastorno de la excitación genital persistente, se ha quitado la vida en su casa, en Spring Hill, EEUU. Gretchen Molannen padecía la rara enfermedad desde que tenía 23 años y lo consideraba un obstáculo para desarrollar una convivencia cotidiana normal, según una entrevista que concedió hacía apenas unas semanas a un periódico local.
Para este trastorno no hay tratamiento, ni tiene curación y el único alivio es la masturbación durante horas, algo que contradecía la religión de Molannen.
Gretchen apareció en televisión días antes de quitarse la vida para contar su enfermedad y sus dificultades de llevar una vida normal. En este sentido, lo más difícil que tuvo que hacer fue dejar su trabajo como traductora, un empleo que llevaba años ejerciendo. Tampoco podía tener una pareja: "los hombres no lo entienden, piensan que estoy caliente". También contó que una vez tuvo 50 orgasmos seguidos. "Pensé que iba a morir".
En declaraciones al un periódico, la mujer subrayó que ante la desesperación intentó suicidarse tres veces: "No quiero hacerlo, quiero disfrutar de la vida, pero esto me destruyé".
DEP