En 1789, el pueblo francés, cansado del abuso de los gobernantes, salio a la calle, tomó La Bastilla, y mató a su gobernador.
El hombre que reinaba en ese momento, Luis XVI , acabo siendo guillotinado un par de años después.
No creo que con estas dos líneas aprobases un examen de historia, La Revolución Francesa da para mucho más, pero no quiero hablar de ella y para de lo que quiero contar, esas dos líneas valen de introducción.
Un ministro cobra de sueldo 81.155,04 € repartidos en 12 pagas.
El presidente cobra 91.982,40 repartidas en las mismas mensualidades.
El sueldo de un diputado oscila entre un mínimo de 3.000 euros brutos al mes, y un máximo de 14.000.
El sueldo de los alcaldes es más variable, dependiendo de donde gobiernen, pero hablar de cifras de 50, 60, 70 o más de 100 mil euros, no es ninguna exageración.
Además todos los expresidentes, exministros, y algunos exalcaldes, cobran pensiones de cantidades estratosféricas solo por haber ostentado su cargo.
Millonarios hay muchos; músicos, deportistas, empresarios... pero hay un sutil diferencia con los gobernantes. Si nos olvidamos de chanchullos o tramas ilegales que usan algunos para enriquecerse, la mayoría tienen el dinero que tienen por que la gente se lo da de forma voluntaria; nadie te obliga a comprar el partido del domingo en pay per view, ni a ir al concierto de Madonna, lo haces por que quieres.
Pero si te digo que soy político, la cosa cambia!. En cuanto trabajas, automaticamente te quitan parte de tu sueldo sin que ni siquiera lleges a catar esa porción del pago por tu esfuerzo, y creo que me saltaría el límite de caracteres que tiene mv por post, si intentase enumerar todo lo que está gravado con alguna cantidad para tu ciudad, comunidad, o el estado.
Los impuestos son necesarios sí, hay que hacer colegios, carreteras, calles, cosas necesarias para el bienestar de los ciudadanos, pero dudo mucho que nuestro bienestar guarde relación alguna con el hecho de que los políticos cobren lo que cobran.
Encima ni siquiera lo hacen bien, mienten, dicen idioteces, discuten como niños pequeños en el parlamento como si fuese un patio de colegio, y el pueblo, los que trabajan de verdad por un sueldo irrisorio comparado con el de esta gente, los defiende y se desvive en discusiones para protegerles de cualquier crítica.
Del dicho al hecho hay un trecho, y no puedo afirmar ni negar que es lo que haría exactamente si un día me despertase y viese que la gente ha salido en masa a la calle, pero creo que no tendría ningún problema en correr entre contenedores ardiendo y cristales rotos, gritanto como un simio descerebrado desprovisto de cualquier capacidad de raciocinio, al tiempo alzo con mi mano un palo que lleva ensartada la cabeza de un político Español, de estos de los que tengo que aguantar sus chorradas y memeces cada día en las noticias.