Enclavada en el valle del rio San Juan, se encuentra la ciudad monumental de Teotihuacan, un vasto conjunto de piramides que sigue constituyendo un desafio para la arquelogia.
Sus origenes se pierden en la noche de los tiempos, se cree que data de 1000 años antes de nuestra era, sin embargo es solo una estimacion, ya que su edad real se desconoce.
Piramide del Sol
El apogeo de esta ciudad se produjo entre los siglos II y VI de nuestra era, cuando la majestuosa ciudad albergaba a una elite de intelectuales, entre los que se cuentan arquitectos y astronomos, como demuestra la refinada tecnica de construccion y diseño de la ciudad, y llego a albergar la nada despreciable cantidad de 200.000 habitantes.
LLama la atencion sobre el plano la cantidad de simbologia y conocimientos de los astros que tenian sus constructores.
Por ejemplo los principales monumentos de la ciudad coinciden con los planetas del sistema solar tanto en ubicacion como en numero, y un complejo sistema de numeros relacionados con la medicion del tiempo.
La deidad principal de la ciudad es Quetzalcóatl, la serpiente emplumada (buena metafora para el que sepa verla) y a este dios se consagran templos y palacios por toda la urbe.
Tan misteriosa ciudad no podia tener un final menos misterioso, cuando fue subitamente abandonada a finales del siglo VIII, y fue redescubierta por los aztecas poco tiempo despues, los cuales la consideraban un lugar sagrado y magico, quienes, a la llegada de los españoles, dijeron que fue morada de los quinanazin, una raza de dioses llegados del cielo.