La situación más dramática se vive ahora mismo en la localidad de Accumoli, situada cerca del epicentro del terremoto, donde al menos seis personas han perdido la vida y una familia, compuesta por cuatro personas, entre ellas dos niños, ha quedado atrapada bajo una casa complentamente destruida. «Me temo lo peor», ha indicado su alcalde, Stefano Petrucci. Según recoge el diario italiano «La Repubblica», Emiliano Gritolloti, fotógrafo, ha afirmado que en la calle hay unas 15 personas trabajando con sus propias manos para rescatarlos, retirando los escombros. «Se escuchan los gritos de la madre y de uno de los niños», ha añadido.
Amatrice, también ubicada en la región del Lacio, es la otra ciudad más dañada por el seísmo. «La mitad de la localidad ya no existe, la gente está bajo los escombros», ha lamentado su alcalde, Sergio Pirozzi. Una situación a la que se unen los graves derrumbes en varios edificios y puentes. «Tenemos espacio para que vengan helicópteros de socorro, pero la prioridad es liberar las calles», ha insistido el jefe del consistorio. «Estoy a salvo de milagro porque me acababa de despertar para ir a trabajar. Soy barrendero, apenas me había levantado de la cama cuando en un momento todo cayó. Diez segundos bastaron para destruirlo todo», ha declarado por su parte Marco, vecino del municipio, a «La Repubblica». Amatrice forma parte de la red de «Los pueblos más bellos de Italia», gracias a un rico patrimonio histórico y arquitectónico que incluye monumentos romanos, barrocos y renacentistas.
Norcia, en la región de Umbría, también ha tenido que lamentar pérdidas en su patrimonio. Uno de los edificios más afectado es la iglesia de San Benedetto, que ha sufrido derrumbes parciales significativos. «Los daños son innumerables», ha confirmado el alcalde de Norcia, Nicola Alemanno, en la televisión pública.
Posta, una localidad de la región del Lacio, y Arquata del Tronto, en la región de las Marcas, son otras de las dos pequeñas ciudades afectadas.
España, fuera de riesgo
El fuerte seísmo ha alcanzado una magnitud de 6,2 grados según el Instituto Americano de Geología (USGS, por sus siglas en inglés), y ha sacudido el centro de la península italiana este miércoles hacia las tres y media de la madrugada, llegando a sentirse en Roma. El epicentro se ha situado a 10 kilómetros al sureste de Norcia, una ciudad de la región de Umbría, precisamente ubica a unos 150 kilómetros de distancia de la capital italiana.
El seísmo precedente, de magnitud 6,3, también tuvo lugar en plena noche y se sintió en la capital italiana, causando más de 300 muertos en la región de L'Aquila, situada en el centro del país, el 6 de abril de 2009. Pero entonces el epicentro se situó cerca de la ciudad de Aquila, a diferencia de este terremoto, según ha indicado el jefe de protección civil italiana. «Ha sido un terremoto severo, que ha causado heridos y algunos derrumbes en edificios», ha informado el jefe de Protección Civil, Fabrizio Curcio, a la RAI, la televisión pública.
Por su parte, la Red Sísmica Nacional ha asegurado este miércoles que «el movimiento de placas que ha provocado el terremoto en Italia no afectará a España. Tendría que producirse un terremoto muchísimo mayor para que en España también hubiera otro. Podemos estar tranquilos». «El terremoto se ha producido porque la placa adriática se ha introducido por debajo de la euroasiática y ésta,a su vez, ha chocado con la placa africana. Se han ido acumulando fuerzas y la tierra no ha aguantado más», ha indicado a Carlos González, técnico de la Red Sísmica Nacional, del Ministerio de Fomento, a Servimedia.