Ya he follado.
Vale, ahora la versión larga. El chico con el que quedé en #55658 me dijo de vernos hoy y comer juntos. Yo terminaba tarde de trabajar, a las 15h, pero no le importaba esperarme. Total que termino, me ducho, me arreglo (esta vez bien mona y accesible) y termino de concretar con él dónde nos vemos. Me dice "ahora te digo" y al cabo de unos minutos me llama. Le propongo quedar en un punto, me dice que vale, intercambiamos un par de frases más y ya está. Ahora entenderéis por qué esto es importante.
Llegamos al punto en cuestión y lo veo bastante serio. De las primeras cosas que me dice es que lo siente pero que está de muy mal humor. Le pregunto si quiere explicarme por qué y me cuenta que se había hecho a la idea de ir conmigo a la piscinita de su piso pero que a su compañero no le apetece porque quiere él estar allí esa tarde. Y que le han dado la noticia de que muy pronto tendrá que volver a su antiguo piso porque éste, que estaba usando provisionalmente, lo van a alquilar. Y claro, que todo eso lo ha puesto de mal humor y no le apetecía ni quedar conmigo.
¿Cuántas veces voy a sentir que llevo de la manita a un hombre en temas de gestión emocional? Bueno, al menos practico la paciencia, que tengo mucha pero puede dar más de sí. Le indico que no pasa nada, que no se preocupe, y le pregunto de buen humor por qué no me lo ha dicho entonces. Me dice que al llamarme ha puesto voz tristona para que le preguntara yo, pero que no se ha atrevido a decirlo tal cual porque no tenemos aún mucha confianza (???). Le explico por qué eso no es la mejor manera de actuar, con cuidado de que no suene a bronca. Se lo toma bien, pero sigue encerrado en su mal humor, cortándome y quejándose, dándole vueltas a lo mismo, repitiendo que no debería haber quedado conmigo. Le pregunto si quiere que lo acompañe a su casa, que queda a 10 minutos, y dice que le sabe fatal por mí, pero al final lo convenzo de que no pasa nada si es lo que quiere. Dice "bueno, vamos tirando y ya vemos cómo me siento en un ratito".
En fin, total que le saco otros temas de conversación para que se distraiga, andamos un rato, y de repente se empieza a rallar porque yo cuando vi que iba a empezar a hablar con la otra chica lo avisé, porque me gusta que todo el mundo sepa lo que hay. "No, pero es que no tenemos por qué darnos explicaciones". Vamos a ver Manolo, sólo aviso por si acaso porque es lo más útil para que nadie se crea cosas que no son y sepas lo que hay. Me confiesa que él está hablando con varias (creo que tres, no me ha quedado claro) y le enseño que no pasa nada alegrándome por él. Ay dios, todo mascadito. Bueno, paciencia.
Voy a pasar directamente a lo guarro porque esto se está haciendo eterno. Entramos en su portal, le llevo la mano a mi coño por debajo de la falda, la saca flipando con lo mojada que estoy (yo también he flipado después de todo), le como el dedo, vamos al parking, me empieza a comer el coño, ve que de pie no me lo puede comer bien así que vamos a unas escaleritas para que me pueda comer mejor, me mete los dedos a saco. Espera, paro aquí porque joder, cómo me ha gustado cómo me hace dedos, muy bien realmente, y olé por él por comerlo y meterlos a la vez con tanta energía en esa postura. Dice que le encanta el sabor de mi coño (tomaa) y se la como yo también, pero justo estoy ahogándome y con lágrimas por la mejilla que escuchamos que va a entrar un coche. Así que nada, al final subimos a su piso y terminamos en su cama, follando y luego yo metiéndole un dedo en el culo mientras le hago una paja. ¿Me estoy pasando de explícita? No lo sé, empiezo a explicar cosas y no paro, perdón.
Ah, se me olvidaba. Después ha remarcado cómo de mal humor estaba antes de verme y qué bien después, y me ha dicho "gracias por ser como eres" al despedirnos. Otro cliente satisfecho lmao.