España, 2024
Eres el chaval informático de 23 años, un programador o "Specialist Junior Developer" en Deloitte cobrando 1000€ en promesas maquilladas de anglicismos, tienes algo de dinero pero no está la cosa para tirar cohetes entre la guerra de Ucrania, la inflación, las reparaciones de tu Peugeot del 2005 y aportando medio sueldo en casa mientras tu padre busca su último curro para poder jubilarse, de momento NO puedes permitirte una entrada para una hipoteca
Los 3 colegas no salen ya; José Alberto curra ahora en Londres compartiendo piso, Paquito ha tenido mellizos hace poco (Izán y Martina, nombres elegidos por su novia) y Antoñito sigue fumando porros mientras se manifiesta por Palestina en su facultad tras pagar su octava matrícula anual, al menos su padre trabaja en la RENFE y ya tiene un piso heredado
Acecha el final de mayo con el calorcito del Mediterráneo y ya harto de cascártela en tu habitación gamer con el nuevo vídeo de Eva Elfie decides instalar Tinder, quizás esto evite otra enésima paja en las sábanas de Dragon Ball Z que te lavó antes de ayer tu madre
Abres Tinder aprovechando el teletrabajo del viernes y "swipeas" todo a la turbo-derecha como dice LaSexta, piensas lascivamente en empotrar de forma salvaje a pibones con biografías de RE-SI-LIEN-CIA de nariz respingona y tetas operadas, parece que les gusta viajar y... poco más. Aunque sabes que tu cuerpoescombro de 53 kilos y densidad capilar te hacen jugar fuera de su liga, usas la pesca de arrastre por si suena la flauta
Llega el atardecer y en media partida del LoL te salta una notificación de "¡MATCH ENCONTRADO!", conoces y hablas un rato con una tal Andrea sabiendo que será un polvo más, no es muy atractiva pero calza una buena delantera, ¡encima te invita a quedarte esa misma noche en su piso de estudiantes! aunque te dice que vayas pidiendo delivery del chino o lo que te apetezca. Ya te deja caer entre broma y broma que la tienes que invitar tú, que eso es de caballeros y así os vais conociendo y picando algo
Como tu coche está reventado decides pillar el metro ya que son solo 4 paradas, en el vagón unos jóvenes intentan cogerte la cartera metiendo mano en tu vaquero Auchan de talla 38, te vas nervioso al otro extremo del vagón hasta llegar a tu destino pero en la boca del metro un chaval en patinete te pide un cigarro mientras te persigue, toca mezclarse entre la multitud e ignorarlo para evitar problemas
Llegas sano y salvo en pocos minutos al edificio de Andrea y la chavala te abre la puerta con dos besos, pero... caes derrocado como el Imperio Romano de Occidente en el 476, como Roberto Baggio errando ese penalti en el 1994 o como esa esperanzada victoria número 33 de Magic Alonso impedida por la tecnología puntera de Red Bull
Andrea había mostrado un generoso escote para sus fotos de Tinder, fotos en las que solo mostraba su tren superior y ocultaba un tren inferior donde podrías escribir perfectamente todas las Meditaciones de Marco Aurelio en Times New Roman 64px
"En peores plaza hemos toreao, además yo estoy bastante dejado físicamente también" resopla tu consciencia tras la jornada de 50 horas semanales, al menos la muchacha parece simpática y extrovertida dándote conversación mientras llega la comida de la app, aunque Andrea no menciona cuanto te debe nunca, Bizum o pagar a medias son expresiones desconocidas para ella
Llega rápido el pedido de Glovo, es un chaval extranjero de tu instituto público de la ESO que es un currante como ninguno, le das 1€ de propina y un choque de manos aunque notas una mirada de las 1000 yardas cuando ve a tu nueva amiga detrás de ti
Colocas la mesa con un par de platos y los vasos de Nocilla mientras ella abre las bolsas del restaurante chino, compartes o mejor dicho coges algo del tupper de pollo con almendras, ya que la ternera y el arroz tres delicias desaparecieron en segundos cual iPhone en El Raval, al menos la Coca-Cola que ha sacado es light zero azúcar
Termináis de cenar (aunque te quedas con hambre) y tras aguantar la chapa de Sagitario, Géminis y nosequé de una carta astral de nacimiento te coge del brazo con un agarre y fuerza dignos de Khabib Nurmagomedov, sabes que ya no hay escape, el terror paraliza tu cuerpo y su mirada pícara habla por sí sola
Te lleva hasta su habitación y suelta tu brazo-alambre, ahora quiere "ver una película" en la cama, enciende un Netflix compartido con 5 perfiles turcos y pone una peli de romance, parece algo tipo el Diario de Noa pero es un tostón y tras aguantar el minuto de cortesía toca ponerse el mono de trabajo...
Y ahí, con una película americana de fondo, la ropa del Shein desperdigada y un mandala ves tu reflejo de muerto en vida en el espejo: