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Que la pobreza se ha acrecentado en España desde que estalló el crash económico de 2007 es algo que todo sabemos pero hay informes, con datos científicos, que le ponen cifras a esa realidad. La tasa de pobreza en España se sitúa en un 21,8%, es decir, una de las más elevadas de la Unión Europea, según el informe Exclusión y Desarrollo Social en España.
En nuestro país, además, los pobres son ahora más pobres, al haberse detectado una disminución en el umbral de pobreza que pasó de 8.000 euros (2009) a 7.800 (2010), y se producen diferencias considerables dentro del territorio español. Por ejemplo, en el año 2010 el nivel de pobreza en Extremadura se veía superado por el de Navarra en más de treinta puntos porcentuales (38,2% y 7,3%, respectivamente).
“Se trata de una pobreza más extensa, más intensa, más crónica y una convivencia que se asienta cada vez más en una sociedad dual. Como consecuencia de estos procesos de empobrecimiento se trasluzca una sociedad más polarizada entre los que tienen y los que no tienen”, afirma el secretario general de Cáritas, Sebastián Mora.
Además, se ha producido un incremento de la exclusión social, ya que en 2010 afectaba a 11.675.000 personas estaban en riesgo de pobreza en España, es decir, la cuarta parte de la población (25,5%).
Este aumento de la precariedad se ve confirmado, además, por el incremento de personas atendidas por los servicios de Acogida de Cáritas, que pasaron de 400.000 en 2007 a 950.000 en 2010.
En el análisis de Foessa se indica que la evolución de la renta media de la población española ha descendido en un 4%, aunque si comparamos la evolución de la renta por persona con la del índice de precios, esta caída, en términos reales, está cerca del un 9% entre 2007 y 2010.
Otro indicador muy representativo de las carencias de los hogares que se abordan en la publicación se refiere a su pérdida de bienestar durante la crisis y que se evalúa en función de la dificultad declarada por el 30% de los hogares españoles para llegar a fin de mes en 2010. Otro indicador en ese mismo sentido es el dato de que, a finales de 2010, cerca de un 41% de los hogares españoles manifestaban su incapacidad para hacer frente a los gastos imprevistos.
Pérdida de derechos sociales básicos
En el informe se analiza el retroceso producido en los últimos cuatro años en el acceso a derechos básicos como el empleo. Así lo demuestran varios hechos: que la tasa de desempleo en España sea la más alta de todos los países que forman la UE-27, a gran distancia de la media de este conjunto de países (9,7%); que uno de cada dos parados sea de larga duración (más de 1 año); que la tasa de desempleo de los sustentadores principales haya pasado del 5 al 19%, lo que constituye su máximo histórico; y que la tendencia entre los hogares con todos sus activos en desempleo haya pasado del 2,5% del total antes del inicio de la crisis al 9% a finales de 2011, creciendo incluso a un ritmo superior que el de la propia tasa de paro.
Asimismo, es preocupante el caso de los “trabajadores pobres”, es decir de personas que, aunque tiene empleo están por debajo del umbral de la pobreza. En España, hay 940.000 personas en esa situación, en condiciones de privación material severa (21,5 millones de personas en toda la UE).
Vivienda
A pesar del importante auge de la construcción de los últimos años no se ha facilitado en igual ritmo el acceso a la misma. El acceso a este derecho supone todavía un importante esfuerzo para las familias, al que tiene que dedicar un 36,1% de sus ingresos.
Un indicador que ilustra muy bien la evolución de este derecho en España es el número de sentencias de ejecuciones hipotecarias, que en 2010 fueron casi 100.000 y multiplicaron por cuatro los registrados en 2007.
Repliegue de los mecanismos de contención de la pobreza
El estudio de FOESSA analiza también la Estrategia Europa 2020, que sustituye a la Estrategia de Lisboa. En la misma, como señaló Francisco Lorenzo, “aunque la lucha contra la pobreza y la exclusión social se plantea como uno de los siete pilares de la estrategia de desarrollo a medio plazo de la UE, no parece que el objetivo de reducción de la pobreza obtenga la atención debida por parte de las autoridades comunitarias y de los Estados miembros”. “Todo hace pensar que el objetivo de la UE de rescatar de la pobreza y la exclusión social a un mínimo de 20 millones de personas de aquí a 2020 no se alcanzará sobre la base de los objetivos nacionales actuales”, afirmó.
Creciente dualización social
Una de las constataciones más preocupantes del informe es el avance que se está produciendo en el proceso de dualización social y riesgo de ruptura de la cohesión social. La distancia entre la renta correspondiente al 20% más rico de la población y al 20% más pobre pasó de un valor de 5,3 en 2007 a otro de 6,9 al término de 2010. Tal aumento ha sido el mayor de los 27 Estados de la Unión Europea.