Trump se reunirá con la industria del videojuego para intentar rebajar los tintes de violencia de los títulos más agresivos. Mientras tanto, el amigo de la Asociación Nacional del Rifle no se plantea regular estrictamente el acceso a armas de alto rendimiento como los rifles de asalto. ¿A quién le apetece darse una vuelta por 1995?
El comentario de la representante de prensa se ha hecho a raíz de una pregunta en la sesión habitual con los medios de la Casa Blanca. Zeke Miller, periodista, ha preguntado sobre por qué Donald Trump no consigue que el poder legislativo de EE.UU. haga lo que él quiere en la cuestión del control de armas.
Sanders ha dicho que se trata de "una conversación en marcha". Y es que Trump ha expresado interés en retirar las armas a las personas con tendencias violentas, pero la Asociación Nacional del Rifle (NRA por sus siglas en inglés) ha visto en esto una posición "conflictiva" del presidente, pues no hace demasiado se pronunciaba en sentido contrario.
Pese a estas declaraciones de Sanders, la ESA no ha recibido ningún tipo de comunicación, propuesta o invitación a reunión alguna. La ESA ha dejado muy claro que "los mismos videojuegos que se juegan en EE.UU. se juegan en todo el mundo. Sin embargo, el nivel de violencia con armas es exponencialmente mayor en EE.UU. que en otros países".
Asimismo, recuerdan que ningún estudio ha logrado establecer ningún tipo de relación entre consumir contenidos violentos en la ficción (ni en cine, ni en videojuegos ni en otros medios) con violencia en la vida real.
Fuentes: Vandal, IGN, Gizmodo, Polygon (ING)