La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil descubrió en las oficinas de Iberdrola correos electrónicos, comunicaciones internas y archivos de Excel que apuntalan la acusación contra la eléctrica por haber inflado presuntamente el precio de la electricidad en el otoño de 2013, una causa que instruye el Juzgado Central número 2 de la Audiencia Nacional. Un nuevo informe policial señala que la compañía habría reducido artificialmente la capacidad de sus centrales hidroeléctricas para incrementar tanto el coste de su producción hidráulica que esta terminó siendo rechazada por el mercado. Como consecuencia, sus plantas de ciclo combinado, que producen a un coste mucho más alto, siguieron enganchadas al sistema y facturando.
Menos mal que contamos con un gran equipo de gobierno y una total separación de poderes que nos garantizan que esto no caerá en saco roto.