El Ministerio de Industria ha enviado una orden a los proveedores de internet para que bloqueen el acceso desde España a varias páginas web, aplicando un auto del Juzgado de lo Mercantil número 2 de Barcelona. Este juez ha ordenado tomar esas medidas, ojo, cautelares contra http://www.stopnacionalismo.org/ http://boicot-ya.blogspot.com/ http://stopnacionalismos.bravehost.com/ http://nacionalismo-no.com/ http://elboicot.iespana.es/ http://catalanesnogracias.iespana.es/ (se refiere a los cavas y es una simple lista de cavas no catalanes), Hasta Los Huevos (tanto http://hasta-los-huevos.com/ como http://hastaloshuevos-com.blogspot.com/ al que dicho dominio redirige) y http://estatuto.iespana.es/ En el momento de escribir esto yo las veía; pero algún usuario de Jazztel me ha dicho que ya no tenía acceso. En todo caso, siempre se podrá acceder mediante servicios como http://anonymouse.org/anonwww.html
Por lo que se ve, el juez ha accedido sin más a las pretensiones de los demandantes, la Cámara de Comercio catalana, que se ve que no tiene nada mejor que hacer que dedicarse a demandar a una serie de páginas web que incluían un listado de productos catalanes y otro de alternativas. Porque pese a que las medidas cautelares se han dictado en septiembre, el asunto viene de otoño de 2005, las declaraciones de Carod Rovira contra la candidatura de Madrid a los Juegos Olímpicos y el boicot que muchos ciudadanos promovieron, primero contra el cava catalán y después contra un montón de productos fabricados en Cataluña. Era una lista detalladísima ( http://hastaloshuevos2.powweb.com/descargas/productos_catalanes_y_alternativas.pdf ), que llegaba a los condones o las pilas alcalinas. Su autor explica que entre él y un compañero de trabajo se limitaron a ir a un supermercado a anotar qué marcas tenían su sede social en Cataluña y, por tanto, pagan allí sus impuestos; en resumen, facilitaron una información pública y, de hecho, obligatoria para cualquier cosa que se venda.
El caso es que una cosa es pedir a proveedores extranjeros que eliminen páginas web de grupos terroristas o de pedofilia, que es algo en lo que suelen colaborar. Otra muy distinta es pedirles que eliminen webs. Así que, supongo que para no hacer el ridículo, ha pedido a los proveedores de acceso españoles que impidan a los internautas acceder a las mismas. Otra cosa es que estos hagan mucho caso a esta orden, porque cumplirla les obligaría a filtrar todo el tráfico web para ver si la web visitada es una de las consideradas malignas por el juez de Barcelona. A no ser que lo hagan ya por otras razones, el coste puede ser inasumible.
Pero el que los españoles seamos laxos a la hora de cumplir órdenes estúpidas y desproporcionadas no quiere decir que no sean estúpidas y desproporcionadas. Y es que el juez ha dicho que sí a todo sin hacer una sola comprobación. Por ejemplo, podría haber mirado que las dos únicas web con dominio propio, http://www.stopnacionalismo.org/ y http://nacionalismo-no.com/ hace ya tiempo que están abandonadas, seguramente por miedo a las consecuencias de la demanda. Ya se sabe, tú pon la querella, que así se acojonan y aunque el juez no te dé la razón seguro que retiran los contenidos que quieres que retiren. El caso es que el juez les ha dado la razón, pese a que las web ya no existen y son ahora propiedad de esas empresas de reventa de dominios. Simplemente ha obedecido a las peticiones de la Cámara de Comercio. Ante cosas como ésta, parece menos importante la exigencia de que la LISI sólo contemple la posibilidad de que sea un juez quien pida la retirada de contenidos.
Pero lo más triste es que recuerdo que hace bien poco todos montamos en cólera, a izquierdas y derechas, con el caso de A las barricadas vs. Ramoncín. Esto, en cambio, debe ser bueno y adecuado, porque nadie se ha quejado excepto los blogs de derechas. Luego escucharán y leerán cosas sobre la crispación y el sectarismo. Recuerden este caso.
Daniel Rodríguez Herrera es editor de Liberalismo.org y Red Liberal y vicepresidente del Instituto Juan de Mariana.
fuente: http://www.libertaddigital.com/opiniones/opinion_40632.html