El Conselh Generau d'Aran, parlamento autónomo del Valle de Arán, ha aprobado por unanimidad un documento en el que solicita que el nuevo Estatut de la comunidad catalana establezca un "pacto de libre unión" de este "territorio autónomo" con Cataluña.
El Valle de Arán es una comarca pirenaica catalana con una lengua, el aranés, y una cultura propias, que tiene algunas competencias cedidas por la Generalitat, como el turismo, el medio ambiente, la educación y la agricultura.
El documento, que lleva por título 'Aportación al nuevo Estatuto de Cataluña', ha contado con los votos a favor de los 'conselhers' (diputados) de Convergencia Democratica Aranesa -vinculada a CiU-, Unitat d'Aran -vinculada al PSC- y del Partit Renovador de Arties e Garos -independientes-.
"Queremos que la Vall d'Aran sea reconocida como una autonomía y no como una comarca catalana", indicó el Síndic de la Vall d'Aran, Carlos Barrera. "Se trata de un reconocimiento histórico que, si no se da, si se sigue considerando a la Vall d'Aran una comarca, puede haber problemas", concluyó el Síndic.
El primer paso para este reconocimiento es la elaboración de esta segunda ley de régimen especial que, en otras cosas, responde al interés de crear tres federaciones deportivas aranesas que "la ley nos lo impide por el momento, debido que estas únicamente pueden ser catalanas", explicó Barrera.
Estas tres federaciones corresponderían a los deportes más practicados en la zona: el esquí, la pesca y la caza, según indicó Barrera, que se apresuró a aclarar que "no se trata de selecciones, sino únicamente federaciones, ya que nuestra única ambición, por el momento, es la de poder gestionarlas desde aquí y no depender de la Generalitat".
Con la mayor renta per cápita de todas la comarcas catalanas, el Valle de Arán, donde viven unos 6.000 habitantes, tiene en el turismo, sobre todo invernal, su principal fuente de ingresos, especialmente por la estación de esquí de Baqueira Beret.
El documento pide que "con el nuevo Estatut se establezca un pacto de libre unión del Arán con Cataluña para que juntos, por propia voluntad y con respeto mutuo anden juntos el camino del futuro".
Según el documento, el nuevo Estatuto debe "consagrar una unión libre y pactada de los dos territorios y que sea la continuación de lo que se inició en el siglo XII con los Tratados de Amparanza firmados por los araneses, como hombres libres, propietarios de su país, con la Corona catalano-aragonesa".
El documento propone que el Parlament "de acuerdo con el Arán asuma ahora el papel que en tiempos pasados tenía la Monarquía en su directa y voluntariamente pactada relación con el Arán y se corrija y repare la unión forzada que en contra de la voluntad de los araneses se impuso a partir de 1834 con la inclusión del Arán en la provincia de Lleida, y por tanto en Cataluña, y se suprimieron sus instituciones de gobierno, sus libertades y su ancestral autonomía".
"El Arán es un país con unos derechos históricos similares o equiparables a los de los territorios forales y que hoy quiere seguir manteniendo el derecho a decidir sobre su destino", añade el documento.
El Conselh Generau reclama también que el nuevo Estatuto contenga un título específico que explicite las características esenciales de esta "voluntaria unión del Aran con Cataluña". Asimismo, defiende que el Valle de Arán debe constituirse como un territorio autónomo dentro de Cataluña con un régimen político-administrativo especial.
De esta forma, exige que en la nueva ordenación territorial de Cataluña, el valle "no puede quedar incluido en ninguna división territorial que no sea él mismo", por lo que no se aceptaría que quedara integrado dentro de la futura veguería del Pirineo, tal y como pretende la Generalitat.
El documento también solicita que el nuevo Estatut explicite que el Arán será una circunscripción electoral para elegir un diputado al Parlament que tendrá la representación del pueblo aranés y de la minoría lingüística y cultural que constituye el Arán en Cataluña".
"El documento -ha añadido- reafirma la unidad del Arán con Cataluña y persigue que Cataluña reconozca los derechos históricos del valle con mutuo respeto". Según Barrera, el Conselh Generau debe "poder ejercer las competencias traspasadas de forma plena y no estando tutelado como hasta ahora".
El portavoz del grupo de Unitat d'Aran, Paco Boya, el principal partido en la oposición en el Conselh, ha afirmado que el documento aprobado en el Conselh busca "fortalecer y ampliar" los derechos del pueblo aranés, a la vez que ha insistido en que el documento "no plantea posiciones secesionistas" respecto de Cataluña.
http://www.elmundo.es/elmundo/2005/02/23/espana/1109178006.html