Vincent “chin” Gigante.
Una autentica leyenda dentro del crimen organizado, mientras el resto de jefes de su tiempo se volvían cada vez mas visibles (de manera intencionada o no), Gigante mantenía el código de la "vieja escuela".
Gigante nació, se crió y operó toda su vida en greenwich village, Manhattan. Hijo de padres emigrantes los cuales nunca aprendieron a hablar ingles, se dedicó desde muy joven al boxeo llegando a ser profesional, donde consiguió un total de 21 victorias en 25 combates. El apodo “chin”, mentón en español, le viene de aquella época.
Vincent Gigante en su época de boxeador.
Al poco de dejar el boxeo se convirtió en el protegido del histórico jefe Vito Genovese, de la familia mafiosa que lleva su mismo nombre.
Vito en un intento de retomar el poder que había perdido ante Frank Costello, ordenó a Gigante el asesinato de este último.
El 2 de mayo de 1957, mientras Costello entraba en su casa, Gigante se acercó por detrás y grito: "Ey Frank, esto es para ti".
Esas palabras hicieron que Costello se diera la vuelta y al hacerlo, la bala le rozó la cabeza y pasó de largo. Ese gesto salvó su vida.
Gigante fue llevado a juicio por este acto, pero durante el transcurso del mismo, Frank Costello, negó que fuera Gigante el que atentó contra su vida, cometiendo perjurio de manera flagrante, ya que Costello conocía a Gigante y se sabe que lo vio con claridad.
Con este gesto, Costello mantuvo a rajatabla el código de Omertà (ley del silencio de la mafia).
A la salida del juzgado Costello y Gigante se dieron la mano y este último le dio las gracias a Costello por el gesto.
Después de ese episodio, Frank Costello acordó ceder el puesto de jefe a Genovese a cambio de la promesa de este último de no atentar contra su vida.
Detenido después del intento de asesinato
En 1959 fue condenado junto a su jefe y "padrino" Vito Genovese por trafico de heroína.
El juez, influido por una avalancha de cartas procedentes de residentes de Greenwich Village y Little Italy que atestiguaban el buen carácter de Gigante y su trabajo por la comunidad y sus jóvenes, lo condenó a tan solo 5 años de cárcel.
Al poco tiempo fue ascendido al puesto de caporegime(capitán) de la tripulación/crew (nombre dado al conjunto de soldatos y asociados que trabajan para un capitán/caporegime) de Greenwich Village. Bajo su mando, la tripulación pasó a dominar todo el centro de Manhattan, convirtiéndose en una, si no la mas poderosa de toda la ciudad y a el en uno de los mafiosos mas poderosos del país.
Los principales negocios de su tripulación era el control de diferentes sindicatos laborales, juegos de azar, usura, extorsión de todo tipo de negocios, robo de camiones.... Junto con su hermano Mario, su influencia se expandió más allá de Manhattan, llegando al Bronx, Yonkers y otras zonas fuera de la ciudad.
Para 1981, Philip Lombardo, actual jefe de la familia decidió retirarse y pasar el testigo. Se daba por hecho que Tony "Fat Tony" Salerno ocuparía su lugar pero, cuando iba a ser nombrado jefe de manera oficial sufrió un infarto. Esto fue aprovechado por Gigante que usó todo sus contactos para convencer a los peces gordos de la familia que era mas sensato nombrarlo a el y no a un "enfermo Salerno".
Años mas tarde un confidente llamaría a esta jugada el único golpe de estado no violento de la historia de la mafia .
Salerno, un "hombre de honor" (nombre por el que eran conocidos a los miembros de pleno derecho de una familia mafiosa) de la vieja escuela, aceptó al joven Gigante como jefe por su perspicacia y resolución.
Tony Salerno a la salida del juzga por el caso de la comisión de 1985.
Salerno actuó como "jefe de fachada" es decir, para la mayor parte de la familia, así como para el resto de familias, el jefe de los Genoveses era Salerno, cuando realmente era Gigante.
Esta treta funcionó a la perfección y en 1986, Salerno fue condenado a 100 años de prisión por ser el jefe de la familia Genovese. El mafioso de vieja escuela no intentó en ningún momento rebatir los argumentos del FBI y aceptó una condena que debería haber recaído sobre Gigante.
ERA UN HOMBRE DE HONOR, FIEL Y RESPETUOSO CON LAS TRADICIONES, adjetivos ya casi extintos hoy en día.
Por aquel entonces, un ambicioso y violento caporegime de la familia Gambino llamado John Gotti rompiendo la regla fundamental de no matar a un jefe sin autorización, se hizo con el poder de los Gambinos.
Vincent Gigante, un mafioso de la vieja escuela y respetuoso con los antiguos códigos, no podía dejar pasar este desmán e intentó, mediante un coche bomba, acabar con Gotti (historia que tendrá un apartado propio).
John Gotti, jefe de los Gambino y odiado por Gigante debido a su forma de actuar
Para el final de los 80s, principios de los 90s, Gigante era el jefe mas temido y respetado de todo el país. Como anécdota, varios confidentes, ademas del hijo del propio Gotti, admitieron que Gigante era la única persona que inspiraba temor a John Gotti.
Por aquella época, Gigante estableció una regla que respetaron hasta los mafiosos de las otras 4 familias (lo cual nos da una idea del respeto que infundía Gigante).
La regla era que nadie podría referirse a el por su nombre, apellido o apodo. Siempre que alguien quisiera referirse a el, tendría que tocarse el mentón (por su apodo, chin o mentón).
Quien incumpliera esa regla podría ser condenado a muerte. Esta medida era para evitar que ningún informante del FBI, mediante una grabadora, pudiera grabar su nombre y así poder asociarlo con cualquier delito.
Gigante solo hablaba de negocios de la mafia mientras caminaba (con apenas 4 personas de confianza) para evitar posibles micros.
(CONTINUARÁ)